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Los riesgos del b�tox para adelgazar: ni est� demostrada su eficacia, ni est� aprobado su uso

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La inyecci�n intrag�strica de toxina botul�nica es un tratamiento experimental que solo se usa en investigaciones

Los riesgos del b�tox para adelgazar: ni est� demostrada su eficacia, ni est� aprobado su uso
SHUTTERSTOCK

En los dos �ltimos d�as el Centro Europeo para la Prevenci�n y Control de Enfermedades (ECDC) ha alertado de hasta 67 casos de botulismo en pacientes que se sometieron en Turqu�a a inyecciones de toxina botul�nica como tratamiento para perder peso. El asunto es muy serio y no solo porque el botulismo pueda ser mortal, sino porque esta indicaci�n no est� aprobada por las principales agencias de medicamentos del mundo.

Aunque el llamado turismo sanitario a Turqu�a es muy cuestionable ya que a veces las consecuencias por intentar ahorrarse dinero son nefastas, se trata de procedimientos conocidos y aprobados. Es el caso de los trasplantes capilares, los tratamientos dentales o la cirug�a est�tica cuyo reclamo estrella es la cirug�a bari�trica (busca la disminuci�n de peso y engloba t�cnicas quir�rgicas que se utilizan para reducir el tama�o del est�mago). Pero lo que ha sucedido con estos pacientes con botulismo va m�s all� ya que se trata de una indicaci�n experimental.

"Hay algunas aplicaciones off-label, es decir, que no est�n indicadas en ning�n sitio, y esta es una de ellas. En Espa�a no se hace y en EEUU tampoco. En las cl�nicas de Turqu�a lo venden como una t�cnica que llega de Europa y de EEUU, pero ya de entrada digo que no", explica Leo Cerrud, experto en medicina est�tica y nutrici�n, quien a�ade que "la mayor�a de las cosas pasan en pa�ses cuyas regulaciones no son tan estrictas como Europa o EEUU".

La toxina botul�nica tiene varias aplicaciones no solo est�ticas, sino terap�uticas. Tanto en la Aemps como en la FDA se recogen indicaciones similares: migra�a cr�nica, blefaroespasmo, estrabismo, alteraciones nerviosas faciales, tort�colis espasm�dica, hiperhidrosis axilar o en vejiga hiperactiva con s�ntomas de incontinencia urinaria. Tambi�n se usa en el bruxismo, aunque fuera de ficha t�cnica. Sin embargo, el uso en el aparato digestivo con el supuesto fin de adelgazar es absolutamente experimental y solo se utiliza, por tanto, en ensayos cl�nicos.

"La indicaci�n para perder peso no est� en la ficha t�cnica. No he encontrado ning�n documento de la Aemps que avale la indicaci�n con este uso, solo hay advertencias sobre el peligro de usar esta toxina. Adem�s, su administraci�n para las patolog�as aprobadas se debe hacer en centros hospitalarios", explica Andreea Ciudin, endocrin�loga del Vall d'Hebron y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Espa�ola de Obesidad (Seedo).

Aunque algunos medios publicaban estos d�as de forma irresponsable posibles costos de esta intervenci�n en Espa�a y hablaban de hasta 8.000 euros, "no hay baremaci�n ni coste porque es un tratamiento experimental y si se hace en alg�n sitio es de forma irregular. No me consta que se ofrezca en ninguna cl�nica de Espa�a", asegura Sergio Vald�s Hern�ndez, miembro del �rea de Obesidad de la Sociedad Espa�ola de Endocrinolog�a y Nutrici�n (SEEN). Y agrega: "Creo que esos medios se han confundido con la cirug�a bari�trica, que cuesta m�s de 8.000 euros en Espa�a, unas tres veces m�s que en Turqu�a. Pero este uso de la toxina en inyecci�n intrag�strica no est� aprobado en Espa�a, por lo que no se puede hablar de un coste".

Qu� hace el b�tox en el est�mago

"Administrar toxina botul�nica en algunas zonas del est�mago disminuye la motilidad g�strica, causando un vaciamiento g�strico y una saciedad temprana, lo que puede implicar una potencial reducci�n en la ingesta y la p�rdida de peso", se�ala Vald�s.

"La teor�a es muy f�cil: supuestamente el b�tox relaja, mediante una endoscopia se infiltra en unas partes espec�ficas del est�mago y de esa forma se relaja el m�sculo. La bolsa g�strica tiene una capa de m�sculo que la rodea y ese m�sculo aprieta de vez en cuando, cuando est� lleno, y al apretar se vac�a. Al relajar el m�sculo, ese vaciado estomacal se produce m�s lento, por lo que al tener sensaci�n de saciedad no vas a tener hambre. Esta es la teor�a, que me parece cogida con alfileres. Yo no lo he visto nunca y me parece de locos", apunta Cerrud.

En la pr�ctica no est� completamente contrastado ese supuesto efecto adelgazante. No hay demasiados estudios sobre esta indicaci�n y los resultados son dispares. "Hay consenso de expertos, uno de ellos es el coordinador del Grupo de Trabajo Endosc�pico de la Seedo, pero las referencias que dan son estudios con poco pacientes, y no hay nada que avale esta t�cnica para perder peso, ni aprobaci�n oficial", indica Ciudin.

Algunos se han hecho en ese pa�s, Turqu�a, y tambi�n hay ensayos en Espa�a. Un equipo de investigadores de M�laga public� en 2017 un estudio que conclu�a que la toxina botul�nica pod�a ser eficaz para el tratamiento de la obesidad, "habi�ndose constatado sus efectos a corto plazo, con una p�rdida de peso de hasta el 5% respecto a placebo en algunas series. No se han reportado efectos secundarios relevantes en relaci�n a la t�cnica, por lo que su empleo parece ser seguro". Pero tambi�n subrayaban que la calidad de los trabajos era baja, eran estudios no aleatorizados ni doble ciego y con muestras muy peque�as, por lo que eran necesarias investigaciones mejor dise�adas.

Ese mismo equipo public� otro estudio el a�o pasado en el que pretend�an determinar si la inyecci�n intrag�strica de toxina botul�nica en pacientes en lista de espera de cirug�a bari�trica pod�a dar mejores resultados de p�rdida de peso despu�s de esa cirug�a. "Tiene una efectividad moderada porque en el corto plazo s� se ve mayor p�rdida de peso, pero al a�o los dos grupos comparados eran iguales", indica Vald�s, que tambi�n es uno de los firmantes de esos trabajos.

"En todo caso, en estos momentos existen f�rmacos comercializados en Espa�a para el tratamiento de la obesidad que inducen p�rdidas de peso claramente mayores y sin necesidad de realizar una t�cnica endosc�pica para administrar la toxina botul�nica", insiste Vald�s.

Este especialista explica que no se observaron efectos secundarios en esos estudios, "realizados con toxina regulada y en las dosis indicadas, moderadas. Nosotros usamos unas 200 unidades". [Una unidad es la cantidad m�nima que se requiere para lograr cierto nivel de par�lisis muscular. Var�a seg�n las marcas, pero no es lo mismo lo que se requiere en est�tica, por ejemplo en la frente (entre 15 y 30 unidades) que en usos terap�uticos como la migra�a (entre 150-195]. Sin embargo, el especialista de la SEEN vuelve a incidir en que se trata de un tratamiento experimental. "Solo se ha utilizado en estudios de investigaci�n, adecuadamente controlados y aprobados por los comit�s �ticos correspondientes. No se debe administrar a ning�n paciente fuera del marco de un estudio de investigaci�n. Lo que ha sucedido en Turqu�a es una mala praxis brutal".

Posibles riesgos del b�tox en el sistema digestivo

"Los riesgos son siempre los mismos en el b�tox: relajar demasiado el m�sculo o no llegar a relajarlo del todo. Pero en este caso las consecuencias han sido botulismo, que es muy grave porque esas personas se pueden morir. Yo no puedo hablar mal del b�tox porque llevo m�s de 20 a�os us�ndolo, pero es verdad que hay casos reportados en la literatura de la aparici�n de botulismo iatrog�nico [una de las formas en las que se puede dar la enfermedad y se produce tras administrar toxina botul�nica como tratamiento m�dico o est�tico] en usos terap�uticos, como este caso de Turqu�a, y se deb�an siempre a que la partida del b�tox estaba estropeada, en mal estado o no estaba regulada y en esos casos puede contener una mayor cantidad de toxina", argumenta Cerrud.

Este experto en medicina est�tica y nutrici�n apunta a otra caracter�stica del b�tox: su efecto temporal. "Seguro que cada cuatro o seis meses habr�a que hacer de nuevo ese procedimiento". Es decir, al ser su efecto ef�mero habr�a que hacer este tratamiento relativamente invasivo con frecuencia. En este sentido, en la web del Johns Hopkins Medicine (EEUU), que realiza estas intervenciones, indica que el efecto de la inyecci�n dura unos tres meses y se puede repetir el procedimiento cada seis.

En cualquier caso, Cerrud dice que en un procedimiento como este "que no conozco y del que no hab�a o�do hablar, no s� decir los efectos secundarios. Pero vamos a hacer un ejercicio de elucubraci�n: si yo pongo tanta toxina botul�nica en el est�mago que �ste no se vac�a, se podr�a ir acumulando y acumulando la comida y llegar a producir una obstrucci�n intestinal, por ejemplo".

Algunos expertos advierten incluso, como posibles efectos secundarios, de una absorci�n de la toxina botul�nica a nivel de la sangre por ser el est�mago un m�sculo muy vascularizado. "Yo no puedo aventurarme a asegurar eso. S� podr�a decir, al margen del botulismo que es lo m�s grave que puede pasar, que se puede dar una sensaci�n leve de dispepsia (indigesti�n), gastroparesia (retraso del vaciamiento g�strico) y otros efectos ampliamente desconocidos porque la verdad es que no tenemos ni idea de lo que puede pasar en el est�mago si metes una cantidad X veces mayor de toxina botul�nica", remata Vald�s.

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