Gravar con tributos extra a la industria de los refrescos, el denominado 'impuesto a las bebidas azucaradas', en Inglaterra ha tenido el efecto deseado: un descenso en el n�mero de casos de obesidad entre las ni�as de sexto grado de la escuela primaria, seg�n el trabajo de un grupo de investigadores de la Unidad de Epidemiolog�a del Consejo de Investigaci�n M�dica (MRC) de la Universidad de Cambridge. Teniendo en cuenta las tendencias actuales de la obesidad, sus estimaciones sugieren que alrededor de 5.000 casos de obesidad por a�o pueden haberse prevenido solo en ni�as de entre 10 y 11 a�os.
El trabajo, publicado hoy en PLOS Medicine, analiz� el efecto de la tasa en varios grupos de edad: en ni�os entre cuatro y cinco a�os y en mayores entre 10 y 11. En el primer corte etario no se encontr� una asociaci�n significativa entre el impuesto y los niveles de obesidad. Pero, s� en el segundo, en el que se asoci� con una reducci�n del 8% de casos de obesidad en las ni�as, sobre todo entre aquellas que viv�an en �reas m�s desfavorecidas.
La obesidad se ha convertido en un problema de salud p�blica mundial. En Espa�a, los �ltimos datos arrojan cifras alarmantes con una tasa del 13,9%. Esta semana, Miguel �ngel Mart�nez-Gonz�lez, catedr�tico de Epidemiolog�a y Salud P�blica de la Universidad de Navarra y un referente mundial en los estudios sobre los beneficios para la salud de la dieta mediterr�nea, apuntaba en una entrevista: "Creo que la pol�tica de impuestos que ya se ha aplicado en alguna zona de Espa�a para las bebidas azucaradas habr�a que ampliarla a todo lo que es comida basura, no s�lo limitarlo a la bebida basura".
El catedr�tico no s�lo insist�a en los beneficios para la salud de esta medida, tambi�n apuntaba que "el dinero que se recaude habr�a que emplearlo para abaratar alimentos que han demostrado sobradamente ser muy saludables y que previenen de las principales enfermedades que son causa de muerte y de la carga global de enfermedad".
La obesidad, una epidemia mundial
En Inglaterra, uno de cada diez ni�os de cuatro a cinco a�os vive con obesidad y esta cifra se duplica a uno de cada cinco ni�os cuando llegan a los 10 y 11 a�os. Los peque�os que sufren obesidad tienen m�s probabilidades de padecer problemas de salud graves, como presi�n arterial alta, diabetes tipo II y depresi�n en la ni�ez y en la vejez.
Mar�a Dolores del Castillo, investigadora del Instituto de Investigaci�n en Ciencias de la Alimentaci�n (CSIC-UAM), en declaraciones a SMC, recuerda que "en 2015, la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS) recomend� aplicar medidas en todo el mundo para reducir el consumo de bebidas azucaradas y sus consecuencias para la salud. Los informes de esta organizaci�n sugieren que los impuestos a las bebidas azucaradas ayudan a reducir su consumo y tambi�n la prevalencia de la obesidad, la diabetes de tipo 2 y la caries dental".
Del Castillo se�ala, sin embargo, que "los resultados derivados de los diferentes estudios de la aplicaci�n de esta pol�tica en diferentes pa�ses indican resultados controvertidos. Por tanto, los de esta publicaci�n son de gran inter�s de cara a obtener informaci�n que permita establecer la efectividad de las pol�ticas que se est�n llevando a cabo de manera global para reducir la ingesta de az�car y la reducci�n de la incidencia de la obesidad infantil y las patolog�as cr�nicas a futuro".
En Reino Unido, los j�venes consumen significativamente m�s az�cares a�adidos de lo recomendado: al final de la adolescencia, normalmente consumen 70 gramos de az�car a�adido al d�a, m�s del doble de la cantidad recomendada (30 gr). Una gran fuente de esto son las bebidas azucaradas. Los ni�os de hogares desfavorecidos tienen m�s probabilidades de correr riesgo de obesidad y de ser grandes consumidores de bebidas azucaradas.
As�, en abril de 2018, para proteger a los ni�os del consumo excesivo de az�car y abordar la obesidad infantil, el gobierno brit�nico introdujo un impuesto al az�car de dos niveles sobre los refrescos: dirigido a los fabricantes de bebidas para incentivarlos a reducir el contenido de az�car de los refrescos y que se consumieran menos los que ten�an niveles elevados.
Principales conclusiones y an�lisis del estudio
Desde la Universidad de Cambridge se han rastreado los cambios en los niveles de obesidad en ni�os en Inglaterra desde el a�o que entran en el colegio y el sexto a�o entre 2014 y 2020 (a los cuatro-cinco a�os y a los 10-11). Teniendo en cuenta las tendencias anteriores en los niveles de obesidad, compararon los cambios en los niveles de obesidad 19 meses despu�s de la entrada en vigor del impuesto al az�car.
El autor principal del trabajo, el profesor Jean Adams, de la Unidad de Epidemiolog�a de MRC, manifiesta: "Sabemos que consumir demasiadas bebidas azucaradas contribuye a la obesidad y que el impuesto a los refrescos del Reino Unido provoc� una ca�da en la cantidad de az�car en los refrescos disponibles en el pa�s, por lo que tiene sentido que tambi�n veamos un descenso en los casos de obesidad, aunque esto solo lo encontramos en las ni�as. Los ni�os de entornos m�s desfavorecidos tienden a consumir la mayor cantidad de bebidas azucaradas, y fue entre las ni�as de este grupo donde vimos el mayor cambio".
La investigadora del CSIC-UAM explica que "los autores utilizan datos del National Child Measurement Programme que se inici� en 2006. Se midieron anualmente la altura y peso de ni�os y ni�as de escuelas primarias de 4 y 5 a�os de edad y 10 y 11 a�os, respectivamente. El estudio se realiz� con objeto de conocer los niveles de sobrepeso y la obesidad en ni�os. En 2016, se impuso una tasa para las bebidas refrescantes azucaradas en Reino Unido. Los autores examinaron la prevalencia de la obesidad en las poblaciones seleccionadas durante 19 meses despu�s de la puesta en marcha de esta medida. Se evalu� adem�s el efecto del sexo y las condiciones socioecon�micas de las familias en la obesidad infantil. Se concluye que la tasa redujo �nicamente la prevalencia de la obesidad en ni�as de sexto grado (10 a 11 a�os) que viven en zonas con las peores condiciones econ�micas de las estudiadas".
Los resultados encontrados por los autores indican que las variables estudiadas influyen en el resultado en l�nea con estudios previos. Adem�s, Del Castillo explica que "no sorprende que se encuentren diferencias debidas a edad y sexo. Los autores describen las fortalezas y limitaciones del estudio y comparan sus resultados con otros similares. Sin embargo, no queda claramente especificado el tama�o de las poblaciones de cada sexo y grupo de edad. Se habla de prevalencia y se dan datos porcentuales. No se indican cu�ntos ni�as o ni�os de preescolar o primaria de cada condici�n econ�mica han participado en el estudio. Igualmente, no se indica c�mo se la evaluado el nivel de consumo de las bebidas azucaradas por las poblaciones estudiadas".
Estos factores podr�an tener una influencia en el resultado a tener en cuenta en la interpretaci�n de los mismos. "Otro aspecto que podr�a influir el resultado y, no se ha tenido en cuenta, son las diferencias en el grado de desarrollo hormonal de los dos grupos de ni�as y los ni�os. Algunas ni�as pueden ya haber pasado la menarquia, lo que puede tener una influencia en la ingesta y metabolismo de los alimentos. Tal como reconocen los autores, se requieren de m�s investigaciones para conocer la efectividad de la medida, si bien es imprescindible seguir insistiendo en la reducci�n de la ingesta de az�car en toda la poblaci�n y muy fundamentalmente en la poblaci�n infantil y los adolescentes", concluye Del Castillo.
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