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Recuerdos del primer viaje en el Metro de Medellín
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Foto: Maria Teresa Restrepo. -
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“Un sueño cumplido”, así tituló El Colombiano hace 25 años, el jueves 30 de noviembre de 1995. No era para menos: la ciudad estrenaba el que hoy sigue siendo uno de sus símbolos más importantes (por no decir el más): el Metro de Medellín. Ese día arrancó la operación del Sistema, que hoy transporta un millón quinientos mil pasajeros diarios.
La espera había sido larga. La idea de tener un metro en la Ciudad había dado sus primeros pasos 16 años atrás, con la creación de la Empresa de Transporte Masivo del Valle de Aburrá Limitada - Metro de Medellín Ltda., el 31 de mayo de 1979. Su construcción arrancó en 1985 y por retrasos, la obra tuvo hasta que ser frenada por tres años. Finalmente, los trabajos tomaron 10 años.
Foto: Maria Teresa Restrepo.
Por eso, al momento de viajar en él, los paisas estaban ansiosos. No veían la hora de poner un pie en el tren por primera vez. Así lo recuerda Oscar Orlando Urrego, uno de los lectores de El Colombiano que contó sus recuerdos sobre la inauguración del Metro.
Cuenta Óscar que en ese momento lo habían acabado de operar de la rodilla, pero eso no fue impedimento para ir a “gomosear”. “Todos los días estuve pendiente del avance y de la inauguración. Me enteré de que había viaje de prueba gratis, y dije ‘¿cómo?’. Así que casi en una pierna y con muletas fui y pude montar en metro. Estuve feliz y orgulloso de mi Antioquia y mi Medellín del alma”.
Cuentan las crónicas de la época, publicadas en El Colombiano, que el primer viaje arrancó de la estación Poblado (en ese momento la primera de sur a norte) a eso de las 7:30 de la noche, y fue hasta Niquía. La gente no se bajó entre estaciones, solo cuando el tren llegó a la última estación, para montarse en el que iba de norte a sur.
Ese primer año, el pasaje costó $300 y esa primera noche hubo inmensas filas y hasta reventa de tiquetes.
A diferencia de Óscar, para Maria Teresa Restrepo, el inicio de la operación comercial no era novedad. La empresa Mejía Villegas S.A. (hoy HMV), en la que ella trabajaba, participó en la construcción de la obra y antes de la inauguración llevó a los empleados a hacer el recorrido. “Nosotros estrenamos metro”, cuenta orgullosa.
A otros, el recuerdo del primer viaje en metro les trae sentimientos de nostalgia, pues con él vuelven a la memoria personas amadas que ya no están. Cuenta Diana Francisca Jiménez que para ella es involvidable esa primera vez porque cuando la recuerda, inmediatamente piensa en su hermano mayor, Carlos Jiménez, quien “soñaba con estar en la inaguración”.
Ese año, tres meses antes de que el metro comenzara a rodar, Carlos falleció a causa de una enfermedad grave. “Cuando me subí por primera vez al Metro de Medellín, lloré al mismo tiempo de emoción y de tristeza por el fallecimiento repentino de mi queridísimo hermano mayor (QEPD), y lo hice en homenaje a él”, cuenta Diana.
Como Carlos, la señora Ana Cañas también contaba los días para viajar en el tren. Su nieto, Julio David Cadavid, cuenta que antes de que doña Ana muriera, pudo vivir la inauguración cuando los primeros viajes eran totalmente gratuitos. Ella hizo el recorrido por primera vez en compañía de familiares y amigos, y tal era la emoción que lo repitió varias veces.
“Mi abuela se sentía muy orgullosa del logro alcanzado por la ciudad, hoy entre nuestros recuerdos mas preciados de ella se encuentran los primeros tickets de la salida comercial”, dice Julio.
Estas memorias fueron enviadas a El Colombiano por lectores, a través de redes sociales. 35 participaron en la actividad y recordaron su primer viaje en Metro. Si usted también lo recuerda, cuéntenos en Twitter con la etiqueta #Los25DelMetro, o deje un comentario en el foro de esta nota.
