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Ojo, este es el nuevo “paquete chileno”: venden billetes falsos en TikTok

Dicen que son réplicas casi exactas de los billetes auténticos, pero usted podría ir a la cárcel si los compra o distribuye.

  • La Fiscalía desmanteló el grupo delincuencial “La Nacional”, dedicado a la falsificación de billetes en Pereira y Medellín. FOTO Cortesía
    La Fiscalía desmanteló el grupo delincuencial “La Nacional”, dedicado a la falsificación de billetes en Pereira y Medellín. FOTO Cortesía
  • 15 años de prisión es la pena a la que puede exponerse por transar moneda falsa. FOTO CORTESÍA
    15 años de prisión es la pena a la que puede exponerse por transar moneda falsa. FOTO CORTESÍA
Ojo, este es el nuevo “paquete chileno”: venden billetes falsos en TikTok
06 de julio de 2024
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La falsificación de moneda que se ha popularizado en países como México y Perú parece estar llegando a Colombia, al menos así lo dejan ver muchas publicaciones en redes sociales como Instagram y TikTok, donde hay cientos de cuentas ofreciendo billetes baratos, fajos de dinero colombiano que deslumbran con facilidad, y según dicen los autores de las publicaciones, es dinero que está al alcance de cualquiera.

“Para personas que compren G5 sábado, domingo o lunes: por $100.000 recibe $1.000.000; por $150.000 recibe $1.500.000; por $200.000 recibe $2.500.000...”, se lee una de las publicaciones.

Si bien EL COLOMBIANO no pudo establecer la veracidad de las entregas de los billetes falsos, y en la mayoría de los casos podría tratarse de engaños para que los incautos paguen a los estafadores sin recibir el supuesto dinero, lo cierto es que los denominados “billetes G5” ya estarían circulando en el país.

Se trata de falsificaciones muy fidedignas, que comparten varias características similares a los billetes originales y que son muy difíciles de identificar.

Entérese: Conozca las razones de la devaluación del peso colombiano en las últimas semanas

Ya no se trata de falsificadores que van metiendo billetes falsos en sus pagos cotidianos, sino de organizaciones que los venden a establecimientos de comercio, en el servicio de transporte público y a la ciudadanía en general en diferentes ciudades del país. Así lo constataron la Fiscalía General de la Nación y la Dijín de la Policía Nacional, al desmantelar al grupo delincuencial “Los Nacionales”, que estaría involucrado en la falsificación de moneda local a gran escala, y los envíos se realizaban a distintas ciudades como encomiendas de libros para intentar evadir los controles de las autoridades.

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Nueve de sus presuntos integrantes fueron capturados en Pereira y Medellín. En los procedimientos fueron incautados $920 millones en billetes falsos de 20.000, 50.000 y 100.000 pesos; además de una máquina selladora, una prensa artesanal, guillotinas, tintas de secado rápido, papel fondeado importado, hilos, hologramas y sellos de seguridad, entre otros elementos utilizados para darle apariencia de autenticidad a la moneda.

Y apenas 20 días antes, las autoridades habían desarticulado al ‘clan familiar’, también señalado de falsificar moneda nacional a gran escala y distribuirla a, por lo menos, 30 ciudades y municipios del país.

“Los elementos de prueba indican que varios integrantes de una misma familia serían los articuladores principales del entramado ilegal. Al parecer, instalaron una imprenta clandestina en un inmueble de Villavicencio (Meta), donde elaboraban por encargo billetes de 5.000. 10.000, 20.000, 50.000 y 100.000 pesos; y coordinaban el envío como encomiendas”, se lee en el comunicado de la Fiscalía. En este caso, capturaron a siete personas en Bogotá y Villavicencio e incautaron $65 millones de pesos reales y $113 millones falsos.

Dice el ente acusador que producto del trabajo investigativo, desde 2022, han sido frustradas 21 entregas de billetes falsos de diferentes denominaciones en el país.

Jaime Rincón, director de gestión operativa y seguridad de Asobancaria, advirtió que la falsificación de moneda en Colombia es un delito de muy vieja data y que, incluso, los falsificadores colombianos son de los mejores del mundo. Por lo que no hay motivos para alarmarse, pues el sistema financiero colombiano ya está bien preparado y protegido para no absorber estas falsificaciones.

Según explicó, los bancos cuentan con personal entrenado, con procesos automatizados que facilitan la identificación de cualquier billete falso, y con equipos más sencillos como lámparas fluorescentes y marcadores que facilitan salir de dudas.

Esto, porque aunque a simple vista los billetes parezcan originales, los falsificadores no han logrado que las réplicas tengan las dimensiones ni el peso exacto de los billetes auténticos, pues no son hechos con los mismos materiales.

“No es posible, como a veces se intenta decir, que los billetes falsos sean recibidos en cajeros electrónicos, y cuando son entregados en sucursales bancarias, los cajeros tienen la obligación de denunciar ante las autoridades”, anotó Rincón.

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Y el educador financiero Jaime Jaramillo aseguró que muchas personas terminan comprando estos billetes sin ánimo de hacer daño, sino motivados por la posibilidad de ganar dinero fácil. Según su lógica, ocurre igual que con los esquemas piramidales, en los que las personas obran más motivadas por las emociones y las esperanzas que por la maldad. Sin embargo, las consecuencias pueden ser muy serias.

Los riesgos

Camila Paez, asociada de Derecho Penal Corporativo y Cumplimiento en Posse Herrera Ruiz, dijo, por su parte, que “el hecho de que estos billetes falsos, supuestamente, sean fácilmente confundibles con los billetes auténticos expedidos por el Banco de la República aumenta significativamente el riesgo de que se inserten en el flujo económico del país”.

De acuerdo con la experta, todo aquel que se vea tentado a transar con moneda falsa, por muy fácil que resulte el negocio, debe tener en cuenta que dicha falsificación es un delito que contempla una pena de prisión en Colombia y, también, constituye delito su comercialización y circulación en el mercado.

De hecho, el artículo 274 del Código Penal Colombiano consagra el delito denominado “Falsificación de moneda nacional o extranjera” y establece una pena de prisión de 8 a 15 años a quien falsifique monedas y divisas en Colombia. Y el artículo 275 consagra el delito de “Tráfico de moneda falsificada”, el cual contempla una pena de prisión de 4 a 12 años a quien introduzca al país o saque de él, adquiera, comercialice, reciba o haga circular moneda nacional o extranjera falsa. Esta pena se duplica si la cuantía supera los 100 salarios mínimos mensuales, es decir, $130 millones.

“Ambos delitos pueden ser cometidos por cualquier persona, siempre y cuando la falsificación o el tráfico de la moneda falsa se realice con dolo, es decir, con el conocimiento sobre la falsedad de la moneda y voluntad de realizar el acto tipificado en el delito. Si los billetes G5 resultan ser tan similares a los originales que una persona común y corriente no podría distinguirlos, esto aumenta el riesgo de que varias personas utilicen esta moneda sin tener conocimiento sobre su falsedad”, explicó Paez, por lo que recomendó tener especial cuidado frente a conductas extremadamente dudosas, como comprar dinero en efectivo por canales digitales sospechosos, pagar un precio significativamente inferior al valor monetario que suman los billetes, o no tomar ningún tipo de medida de verificación de la autenticidad de los billetes cuando se reciben grandes sumas de dinero en efectivo.

Y agregó que el Banco de la República ofrece recursos claros y accesibles para aprender a distinguir los billetes originales del resto, que pueden consultarse en su página web. “Es importante recordar que en el derecho penal no se puede alegar la propia ignorancia si se tienen a disposición los medios para salir de ella”.

El Banco de la República, además, ha explicado desde 2021 que los billetes en Colombia cumplen con altos estándares de calidad y seguridad, razón por la cual los falsificadores no han logrado reproducir los elementos de seguridad.

Y que su Departamento Técnico Industrial identificó que los falsificadores retiran elementos de seguridad auténticos de billetes originales y los pegan en billetes falsos, lo cual confirma que el elemento mismo no ha sido reproducido.

15 años de prisión es la pena a la que puede exponerse por transar moneda falsa. FOTO CORTESÍA
15 años de prisión es la pena a la que puede exponerse por transar moneda falsa. FOTO CORTESÍA

E insistió en que la seguridad de los billetes se soporta en varios elementos de fácil verificación que permiten confirmar su autenticidad, entre los cuales están: la cinta de seguridad, la marca de agua, las imágenes coincidentes y la imagen con cambio de color y efecto de movimiento.

La lucha contra el efectivo

Precisamente, con la idea de evitar tanta ilegalidad que puede surgir alrededor del uso del efectivo, puesto que es muy complejo garantizar su trazabilidad, el Banco de la República, la Superintendencia Financiera y la banca vienen haciendo esfuerzos porque a la gente le resulte más cómodo pagar con dinero digital, sin necesidad de usar efectivo.

El Reporte de inclusión financiera, que realizan el Banco de las Oportunidades y la Superfinanciera, da cuenta de que el número de adultos con acceso a productos financieros ha aumentado de 14 millones en 2006 a 36 millones en 2023, alcanzando niveles de acceso prácticamente universales. Actualmente, 19 de cada 20 adultos en Colombia tienen al menos un producto o servicio financiero, principalmente productos de depósito.

Sin embargo, el efectivo sigue siendo muy utilizado. Como puede verse en el gráfico, la más reciente encuesta sobre el uso de instrumentos de pago, realizada y publicada por el Banco de la República, encontró que el efectivo es el instrumento más utilizado por los colombianos (78,4%), seguido por las transferencias electrónicas (12,6%), tarjeta débito (7,9%) y la tarjeta de crédito (1,2%). Los resultados para las grandes capitales revelan diferencias importantes. Bogotá aparece como la ciudad en donde se percibe un menor uso del efectivo y una mayor utilización de transferencias electrónicas, mientras que, en ciudades como Cali, Medellín, y especialmente Barranquilla, el uso del efectivo es considerablemente mayor.

Entre las principales razones que justifican preferencia por el efectivo, los encuestados mencionan la facilidad y rapidez para pagar; la posibilidad de reutilizarlo de manera inmediata; y la costumbre de usarlo para realizar compras de bajo monto o en la calle.

De ahí que, como dijo Rincón, de Asobancaria, los bancos y neobancos estén tan concentrados en llegar a los pequeños negocios con sus soluciones digitales: “Ya vemos que hasta las carretillas donde se venden aguacates reciben transferencias por QR, el avance en la lucha contra el efectivo es muy sólido”.

El Banco de la República, por su parte, decidió hace un par de años “impulsar un nuevo Sistema de Pagos Inmediatos que cubrirá una multiplicidad de casos de uso y garantizará amplio acceso e interoperabilidad en los pagos electrónicos”, que ojalá sea una solución para que los falsificadores se queden sin trabajo.

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