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Allen Ray McGrew, de 41 años, murió tras encender un fuego artificial y ponérselo en la cabeza como festejo por el 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos.
Los hechos ocurrieron en Carolina del Sur, sobre las 10:20 p.m., cuando McGrew disfrutaba con su familia y vecinos de la celebración patriótica, pero de un momento a otro empezó a realizar maromas que pusieron en peligro su vida, pues estaba bajo los efectos del alcohol.
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En un intento de querer “lucirse”, Allen Ray se colocó un petardo encendido en la cabeza, aunque su familia le decían que no lo hiciera, pero el fuego artificial explotó y provocó que el hombre se desplomara.
“Estaba sosteniendo el fuego artificial sobre su sombrero de copa. Pensé que solo estaba alardeando antes de colocarlo en el suelo. No me di cuenta de que ya lo había encendido”, dijo a The Post and Courier, Paige McGrew.
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Las autoridades se trasladaron al lugar de los hechos y encontraron al hombre tendido en la carretera con heridas graves en su cuerpo que generaron su muerte a las 11:10 p.m.
“A Allen le encantaba esta festividad. Era un patriota, estaba orgulloso de su hijo y estaba emocionado por tener una nueva nuera. Anoche estaba viviendo su mejor momento”, agregó su esposa al medio de comunicación.
La policía de Summerville investiga la muerte y enviaron un mensaje de precaución sobre el uso de estos artefactos que deben ser manipulados por profesionales, ya que pueden provocar muertes de este tipo.
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