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El inolvidable recuerdo que Uruguay le trae a Colombia y que la Selección quiere repetir en la semifinal de Copa América
08 de julio de 2024
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El 28 de junio de 2014 marcó un hito histórico para el fútbol colombiano. En el estadio Maracaná de Río de Janeiro, Colombia se enfrentaba a Uruguay en los octavos de final de la Copa Mundial de la FIFA, con el desafío de alcanzar por primera vez en su historia los cuartos de final. Enfrente, los charrúas, un equipo con tradición y determinación, pero esa noche, la estrella brilló para los colombianos de manera especial.
El protagonista indiscutible fue James Rodríguez, el joven talento colombiano que ese día no solo aseguró la victoria para su equipo, sino que también dejó una marca imborrable en la historia del fútbol mundial. Con dos goles espectaculares, uno de ellos un verdadero golazo que sería galardonado con el Premio Puskas al mejor gol del año, James no solo se perfiló como el goleador del torneo, sino como un ícono del deporte colombiano.
Previo al partido, Colombia vivía un ambiente de efervescencia y esperanza, similar al que se respira hoy en día en la Copa América. Abel Aguilar, quien formó parte de ese equipo memorable, recordó cómo la comunión entre los aficionados, la prensa y el grupo de jugadores era palpable, llenando de alegría y optimismo a todos los colombianos. Era un momento único, con la camiseta inflada de orgullo patrio, reflejando una unión nacional en torno al equipo.
El exjugador destacó que el partido contra Uruguay fue casi perfecto. Colombia desplegó un juego magistral, controlando el ritmo del partido y capitalizando las oportunidades que se presentaron. Esa victoria no solo significó el paso a los cuartos de final, sino que también se convirtió en el triunfo más importante de la Selección Colombia en un Mundial hasta la fecha. Un logro que había sido anhelado durante décadas y que finalmente se materializaba gracias al talento y la determinación del equipo.
Desde aquel día en Brasil, Colombia ha continuado su camino en la escena internacional, participando en más ediciones de la Copa del Mundo y en torneos regionales como la Copa América. En la historia de este torneo continental, Colombia ha alcanzado la final en dos ocasiones: en 1975 frente a Perú y la histórica victoria en 2001 ante México. Ahora, se encuentra nuevamente en una posición privilegiada, enfrentando a Uruguay en las semifinales de la Copa América, con la oportunidad de repetir la hazaña alcanzada en el Mundial de 2014.
El rival en esta ocasión es el mismo que presenció el ascenso triunfal de Colombia en el escenario mundial hace una década. Las circunstancias son similares: un equipo colombiano liderado por una estrella emergente, rodeado de una afición entregada y un ambiente de celebración y esperanza en el país. La posibilidad de escribir otra página dorada en la historia del fútbol colombiano está ahí, a la espera de ser conquistada una vez más.
El 28 de junio de 2014 quedó grabado como un día inolvidable para el fútbol colombiano. Ahora, en 2024, Colombia se encuentra ante otra oportunidad única de avanzar en la Copa América, inspirados por los logros del pasado y con la determinación de hacer historia una vez más frente a Uruguay.
