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¿Qué buscan los disidentes al entregar puentes, vías y colegios?

Se aprovechan de la ausencia del Estado para entregar obras que las comunidades reclaman y así se hacen al control de los territorios.

  • El 1 de julio los disidentes del frente Carlos Patiño del EMC hicieron presencia en la vereda Honduras para entregar un puente vehicular que conectará a 12 veredas del cañón del Micay en Cauca. FOTO cortesía
    El 1 de julio los disidentes del frente Carlos Patiño del EMC hicieron presencia en la vereda Honduras para entregar un puente vehicular que conectará a 12 veredas del cañón del Micay en Cauca. FOTO cortesía
  • ¿Qué buscan los disidentes al entregar puentes, vías y colegios?
08 de julio de 2024
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La aparición de dos cabecillas durante la inauguración de un puente vehicular sobre el río Micay, en el departamento del Cauca, fue un golpe mediático que los disidentes del Estado Mayor Central de las FARC lograron atestar.

La celebración por la apertura de la obra se extendió durante todo el puente festivo pasado. En la vereda Honduras —zona rural de El Tambo— la comunidad organizó un bingo bailable para celebrar y recaudar fondos: rifaron tres motos y dinero en efectivo.

La parranda se extendió por cuatro días y cerró con el concierto de Jorge Díaz, artista del Caquetá cuyas interpretaciones hacen apología a los combates, a los cultivos ilícitos y a la minería ilegal.

Después del baile, el aguardiente y el sonido ensordecedor de los pick up, la comunidad se dio cita sobre el puente para el acto de inauguración que puso a dar explicaciones al ministro de Defensa.

“Esta actividad es inaceptable, reprochable por el Gobierno. Hemos estado en la verificación de esta inauguración que vimos en redes sociales y por información que se ha obtenido de comunidades, (encontramos) que fue adelantada sin la participación de ese grupo delictivo que luego aparece apropiándose de una obra comunitaria”, dijo Iván Velásquez, ministro de Defensa.

Además de los líderes comunitarios y de la guardia campesina, dos disidentes del frente Carlos Patiño aparecieron en la inauguración y hasta cortaron el listón que le dio apertura al puente vehicular que costó 650 millones de pesos y que fue construido en un tiempo de entre cinco y seis meses.

En Honduras viven unas 600 personas y la economía de esa vereda depende de los cultivos de hoja de coca, la minería y otros cuantos tienen tiendas, almacenes o cantinas.

Fuentes de la zona le contaron a EL COLOMBIANO que los dineros para construir el puente vienen de actividades comunitarias y del impuesto irregular que se le impuso a los cultivadores de la hoja de coca.

Aunque el Gobierno desconoció la vinculación de los ilegales a la obra, los propios líderes comunitarios reconocieron un aporte significativo de los armados.

“El grupo que hace presencia actualmente en el territorio sí nos aportó en la construcción del puente. Entre el 10 y el 15%. Este puente va a beneficiar aproximadamente a 30.000 personas en todo el sector del Cañón del Micay”, dijo Eduard Rubiano Álvarez, secretario de la Asociación Campesina del Micay.

Los disidentes del EMC están presentes en 40 de los 41 municipios del Cauca. El Cañón del Micay, particularmente, ha sido el escenario de una guerra por el control de los cultivos de uso ilícito entre las disidencias de las FARC, la Segunda Marquetalia y el ELN.

El puente de Honduras no es la primera y tampoco será la última obra que entreguen —o de la que participen— estos ilegales.

Los disidentes se aprovechan de una ecuación básica: el Estado es incapaz de llegar a los territorios, las comunidades necesitan obras básicas como carreteras, escuelas o puestos de salud y los armados aprovechan para construirlas y, así, se ganan la legitimidad en los territorios.

“En estos caseríos donde el Estado no ha llegado en años con la inversión social que se requiere, lleva a que las comunidades se organicen donde cada uno aporta de acuerdo a lo que se produce para las obras en beneficio de las comunidades” , reconoció el general Federico Mejía, comandante del Comando Específico del Cauca.

Laura Bonilla, subdirectora de la Fundación Pares, le había explicado a esta redacción que una ventaja estratégica de estas disidencias es que operan desde los territorios y en ese punto, a la Fuerza Pública siempre le va a costar estar asentada en todas las comunidades al mismo tiempo.

El frente Carlos Patiño está al margen de las negociaciones de paz con el Gobierno. De hecho, hace parte de la facción disidente sobre la que el presidente Gustavo Petro ha ordenado una “ofensiva total”.

Las otras obras del EMC

Hay otras obras que hasta contaron con el visto bueno del Gobierno Nacional.

En mayo pasado, en la vereda El Triunfo —en límites entre el Meta y Caquetá— las disidencias hicieron entrega del Instituto Agroecológico Sabanas del Yarí (antes “Getil Duarte”). Ese espacio está dotado con un parque infantil, cancha de micro, salones y hasta dormitorios para los niños que viven en las veredas más apartadas de esa zona de los llanos del Yarí.

Esa obra fue una propuesta que le hizo el EMC a la delegación del Gobierno en el IV ciclo de las negociaciones. De hecho, hasta esa escuela fue enviada una delegación del Ministerio de Educación y de la Agencia Nacional de Tierras para tratar de legalizar el terreno.

La pelota en este caso quedó, por la ley 715, en el terreno de los gobernadores. Ambos se niegan a legalizar una escuela que fue financiada con aparentes dineros ilícitos. En el medio están los campesinos que, dicen, no tienen colegio para los 300 niños que viven en la vereda El Triunfo.

El 28 de mayo pasado se conoció la inauguración de un centro de salud en zona rural de Tibú, Norte de Santander. Fue entregado por los disidentes del EMC del Frente 33.

Ese centro médico está equipado con consultorios, salas de espera y hasta un parque infantil. Aseguraron que puede beneficiar a 1.600 personas.

En un momento en el que los disidentes son acusados de ser un grupo narcotraficante y de tener poco o nada de una guerrilla con “lucha revolucionaria”, este tipo de obras, de fondo, son inversiones minúsculas para mantener siempre abierta la posibilidad de reconocimiento político y acceso directo a los beneficios que ofrece una negociación con el Gobierno.

¿Cómo es el puente del Cañón del Micay?

El puente fue construido entre cinco y seis meses. Costó 650 millones de pesos y tiene capacidad para resistir 40 toneladas. La comunidad afirmó que conectará a 12 veredas y que puede llegar a beneficiar hasta a 30.000 personas.

En el lugar, además, se instaló un “peaje comunitario” con el que cobran 2.000 a las motos y 10.000 a los carros por cada día que se use el puente vehicular.

¿En qué van los diálogos con el EMC?

Hasta el momento, el Gobierno sigue en la mesa con de diálogos con frentes de Caquetá, Catatumbo y algunos de Putumayo y Arauca. Las conversaciones del quinto ciclo estaban programadas para realizarse entre el 4 y 10 de julio en Bogotá sin que hasta ahora se tenga pronunciamiento de lo que ha ocurrido allí. El diálogo llega debilitado tras la muerte de seis soldados en Valdivia (Antioquia) después de caer a un campo minado instalado por los disidentes.

Ante los constantes ataques del EMC, senadores como Ariel Ávila, presidente de la Comisión de Derechos Humanos, había advertido que esta disidencia movilizó tropas desde el Cauca y Valle hasta otros departamentos donde sí hay cese al fuego como Tolima y Huila. Por tanto, pidió al Gobierno que se levante de la mesa en pleno con el EMC.

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