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Comunidad en Puerto López se declaró en desobediencia ante grupos armados que les habían prohibido abrir sus negocios
La comunidad decidió reabrir los negocios este miércoles. Este jueves irían grupos de derechos humanos a apoyarlos.
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El viernes pasado la comunidad salió a marchar contra el bloqueo impuesto por los actores armados. FOTO CORTESÍA
03 de julio de 2024
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Los habitantes del corregimiento Puerto López, en jurisdicción del municipio de El Bagre, subregión del Bajo Cauca, continúan entre la espada y la pared. Ante la situación de desabastecimiento al que los llevó el bloqueo por los grupos armados que se disputan su territorio, este martes las comunidades definieron asumir el riesgo y abrir sus negocios desde hoy; solo que el efecto ha sido mínimo y el hambre sigue acechando.
Esta zona fue dominada históricamente por el Eln y las Farc, pero con los acuerdos del 2016 que llevaron a la desmovilización de la guerrilla más antigua del país y con el inicio de los diálogos de la Paz total en la que está inmerso el Eln, al Clan del Golfo le quedó un espacio que decidió copar, pues este no solo es un corredor para transitar con armas y coca entre el centro y el norte del país sino un área rica en oro.
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En tiempos más recientes, el Eln y las disidencias del Estado Mayor Central (EMC) se unieron para frenar este avance y ahí es donde radica el origen de la situación actual que ha sido calificada por organizaciones sociales como una emergencia humanitaria.
Resulta que avanzado el mes de junio el EMC citó a la comunidad y en especial a los líderes a una reunión en un sitio específico. Solo que no acudieron porque el frente Uldar Cardona del Ejército Gaitanista de Colombia -como también se autodenomina el Clan del Golfo- se dio cuenta y los amenazó con convertirlos en objetivo militar si les obedecían a las disidencias.
La contraorden del EMC, entonces, fue prohibir la apertura de los establecimientos comerciales en Puerto López y la circulación de mototaxistas hacia la zona minera de Guamacó hasta tanto no se produjera el encuentro con ellos. En síntesis, decretó el confinamiento de los habitantes, todo aunque se trata de un corregimiento que queda a solo 45 minutos de distancia desde el casco urbano de El Bagre.
El 25 de junio hizo presencia el gobernador Andrés Julián Rendón acompañado de otros funcionarios que repartieron alrededor de 300 mercados y, para finalizar, anunció que la situación estaba controlada por la Fuerza Pública. No obstante, tras la salida de la comitiva, nada cambió.
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Por ello, el viernes pasado, la gente del corregimiento marchó exigiendo medidas efectivas y garantías para su vida, pero hasta este martes la situación de confinamiento continuaba.
De acuerdo con un comunicado que emitió este martes el Instituto Popular de Capacitación (IPC), desde el pasado 24 de junio hay 7.000 familias y 19 comunidades en confinamiento.
“Hacemos un llamado al Gobierno Nacional, al Ministerio del Interior, Ministerio de Defensa, a la Defensoría del Pueblo, al sistema internacional de las Naciones Unidas, a la Gobernación de Antioquia y a la Alcaldía de El Bagre para que actúen de manera urgente ante la grave situación de vulneración de derechos humanos y crisis humanitaria que enfrenta nuevamente la población de Puerto López”, dice el texto emitido por el IPC.
También instó a los grupos comprometidos con los diálogos de la Paz Total -Eln y EMC- a que dejen a un lado del conflicto a la población civil y a la institucionalidad a que les mande un mensaje al respecto a esas organizaciones.
El consejero de paz de El Bagre, Mauricio Muñoz, indicó que este martes los líderes de Puerto López se reunieron y determinaron la reapertura del comercio, en una especie de acto de desobediencia civil ante el mandato de los armados, pero el resultado ha sido nimio debido a que la gente no ha tenido con qué comprar, pues viven al día a día, con actividades que no han podido ejercer como la minería, la pesca y el mototaxismo.
Un grupo local de defensores de derechos humanos planea hacer presencia este jueves en Puerto López para apoyar la determinación de los líderes.
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