Noticias hoy
    En vivo

      El Dibu, Angelito y la carne argentina

      • La hamburguesa es la forma más simple y masiva que ha tomado el consumo de carne vacuna.
      • Encima El Dibu le agregó los huevos, por lo cual las cadenas de la ganadería vacuna y la aviar le tendrían que hacer un monumento.

      El Dibu, Angelito y la carne argentinaLa publicidades que protagonizan Dibu Martínez y Angel Di Maria implican la mejor promoción de la carne argnetina.

      Celebro el Día de la Independencia, con dos expectativas.

      Primero, que el trabajoso Pacto de Mayo firmado entre el Presidente Javier Milei y 18 gobernadores sea el punto de partida de una nueva era, signada por la unión en torno a diez preceptos básicos.

      Segundo: que esta noche ganemos y pasemos a la final. De esto te quiero hablar. Sí, voy a hablar de fútbol. Es como volver a las fuentes, porque en mis inicios no solo fui redactor del Rural, sino que cubrí las pretemporadas que hacían varios equipos en Necochea. Estaba de vacaciones, pero despuntaba el vicio periodístico haciendo notas a las figuras de la época.

      Le hice el primer reportaje al Tolo Gallego, en el verano del 75. Lo había convocado Menotti a la selección, tenía solo 19 años y jugaba en Newell’s. También entrevisté a Fillol, su compañero de equipo. Y a los de River: el Beto Alonso, Passarella, y al héroe del Mundial 78, Mario Kempes. Boca también hacía pretemporada. Conocí al jefe de prensa, Antonio Ubaldo Rattin, quien me arrimó entre otros al Chino Benítez. Oficiaba de fotógrafo mi cuñado Quique, fanático de Boca, con una Kodak Joya…Pasaron 50 años. Vuelvo al fútbol.

      En realidad, la Copa América ya tiene un gran ganador. Es la carne argentina. Dos empresas “la vieron”: Mc Donald’s y Mostaza. La primera, al contratar a Angel Di María para promocionar sus combos. Y Mostaza, con el increíble Dibu Martínez, calificado por un reconocido comentarista español como “el portero más grande de la historia”.

      La cuestión es que entre ambos hicieron una promoción insuperable de la hamburguesa, la forma más simple y masiva que ha tomado el consumo de carne vacuna. La inversión publicitaria ha sido enorme, con piezas de colección, producciones impecables desde el punto de vista de la calidad de la imagen.

      La cantidad de “burgas” que estos ídolos se deglutieron en cámara frente a millones de chicos que nunca los olvidarán. Averigüé y me dijeron que Mostaza –que ya había acertado con la contratación del Dibu en el Mundial de Qatar—está teniendo un éxito fenomenal en ventas y crecimiento de la marca. Ni idea quién es el que ideó todo esto, pero es un genio del marketing.

      De yapa, el Dibu le puso épica al huevo, reforzando el buen momento de un alimento que de pronto pasó de villano a héroe. Sin necesidad de armar campaña alguna, a los hueveros les llovió sopa y los agarró con el cucharón en la mano.

      La cuestión es que ganaderos y avicultores tienen que hacerle un monumento a Mostaza, que no es Merlo. Y un poco también a Mc Donald’s, la líder histórica. La revalorización de la hamburguesa va mucho más allá de estas cadenas. Parece que en las estaciones de servicio (YPF es el fast food más grande del país, y Shell y Axion le siguen los pasos) se están despachando patys como nunca.

      Esto le viene bárbaro al negocio de la carne vacuna. El consumo viene cayendo. Bajamos de los históricos 75 a 80 kg/habitante/año a alrededor de 50. No solo es una cuestión de poder adquisitivo, sino de competencia de otras proteínas. Y también de otros alimentos. El pollo se estabilizó en 40 kg, pero apareció el cerdo (la bondiola que no puede faltar en ningún asado, o a la cacerola para desmechar y hacer sanguchitos). Entre todas ellas, más el pescado, seguimos siendo la sociedad mejor alimentada en términos de proteínas de alta calidad.

      Conviene recordar que el principal mercado para la carne vacuna argentina es el interno. Representa más del 70% de la producción. El 30% restante es lo que se exporta. China es el principal mercado, con más de la mitad en volumen y algo menos en valor. Es porque se llevan fundamentalmente cortes de vacas de descarte, aunque poco a poco buscan más calidad.

      Así que está muy bien esta promoción inesperada de la carne vacuna en la Argentina. Pero digamos todo: difícilmente revirtamos la tendencia. Si queremos que la ganadería vuelva a ser lo que supo ser, la clave está en la exportación. Miremos lo que está pasando con Brasil. Según el informe del colega uruguayo Rafael Tardáguila, en junio embarcaron a China más de 90 mil toneladas. Pero es ahora el destino de menos del 50% de las exportaciones brasileñas. En junio de 2023 los chinos habían comprado 70% de las ventas al exterior.

      A la vez que cae la preponderancia de China, crecen significativamente otros destinos. En junio el segundo principal fue Estados Unidos con 16.739 toneladas a pesar de que ya se completó la cuota para terceros países.

      En el acumulado del primer semestre del 2024, Brasil exportó 1,14 millones de toneladas de carne vacuna, un robusto 29% por encima del mismo lapso de 2023. El valor medio de exportación fue de US$/t 4.467. Aunque es por primera vez inferior a los US$/t 4.500 desde fines de 2020, el valor medio de exportación de la carne vacuna brasileña muestra una gran estabilidad. En los últimos 11 meses las variaciones han sido mínimas, de menos de US$/t 150.

      La proyección para todo el 2024 da más de 10 mil millones de dólares. El triple que la Argentina.

      Así que adelante con el Dibu y con Angelito. Pero el negocio está más allá del horizonte. Para eso, hay que tener con qué. Hemos progresado. Pero si miramos lo que pasó con la agricultura, donde la producción se triplicó en 30 años, queda mucha tarea para el hogar. Pongamos toda la carne en el asador.


      Sobre la firma

      Héctor Huergo
      Héctor Huergo

      Editor jefe de la sección Rural hhuergo@clarin.com

      Bio completa