Precio y opinión del Ford Explorer

Ford ha establecido una estrecha amistad con el Grupo Volkswagen, una unión comercial que permite a los americanos disfrutar de la plataforma MEB de los alemanes y gracias a ella existe el nuevo Ford Explorer. Un SUV eléctrico de 4,47 metros, es decir, a medio camino entre los dos coches de VW con los que comparte plataforma: es más grande que un Volkswagen ID.3 (4,26 m) y más pequeño que un ID.4 (4,58 m), pero los tres coches tienen la misma distancia entre ejes. Algo similar a la longitud ocurre con el maletero, ya que el del Explorer se sitúa en un punto intermedio entre ID.3 e ID.4.

Hasta que Ford lance toda la gama, las dos primeras versiones disponibles tendrán la batería más grande, de 77 kWh, combinada con tracción trasera y un motor de 286 CV o con tracción total y dos motores para dar 340 CV. Más adelante llegará una versión de acceso con 170 CV y una batería de 52 kWh.

Obviamente, seguro que el nombre te resulta familiar. Durante las últimas dos décadas el Ford Explorer se ha establecido como el SUV más grande de los de Michigan en Europa. Con cuatro generaciones a sus espaldas, la quinta, ya 100% eléctrica, se ha presentado totalmente cambiada, tanto en tamaño como en tipo de motor. Transformado en un "crossover" 100% eléctrico entre sus hermanos y rivales encontramos a otros modelos muy populares de la categoría como son: Volkswagen ID.4, Volvo XC40 Recharge eléctrico, Skoda Enyaq iV o KIA e-Niro, todos ellos modelos generalistas.

Como todo buen eléctrico, la oferta mecánica del Ford Explorer gira en torno a diferentes combinaciones. El eje principal es una batería de iones de litio con una capacidad de 77 kWh. Esta se puede acompañar de un único motor trasero o un esquema de motor dual y tracción total. Las potencias oscilan entre los 170 y los 340 caballos. A la hora de recargar, Ford incluye alimentadores de alta potencia: hasta 135 kW en corriente continua y hasta 11 kW en corriente alterna. 

Conducción

Que el Ford Explorer comparta plataforma con los ID.3 e ID.4 de Volkswagen podría ser bueno o malo, según se mire, pues podría compartir defectos y virtudes. Tras conducirlo, a mi juicio, Ford ha hecho un trabajo excelente con el Explorer para hacer un coche que se siente mejor en todos los sentidos, salvo en el tacto del freno, que es igual de impreciso que el de la gran mayoría de coches eléctricos del mercado.

El Ford Explorer de quinta generación es un coche que transmite muy buena sensación al volante. Es muy confortable, no le falta agilidad, es eficiente en consumo y va sobrado de prestaciones, al menos en sus versiones más potentes. La impresión al conducirlo es la de que hay un salto en calidad apreciable frente al ID.4. Parece un coche mejor fabricado, quizás en parte gracias a que Ford ha cuidado más la calidad interior, y eso hace que la experiencia de uso general mejore.

Lo mejor del Explorer es lo bien aislado que está de ruido y vibraciones. Si la carretera está en mal estado, dentro del coche se siente poco, y si está bien mantenida, el Explorer avanza como la seda. Está bien parido porque no hay crujidos, grillos, chirridos o ruiditos molestos durante la marcha, signo de que alguien ha hecho bien su trabajo al reforzar todo aquello sensible de hacer que aparezcan.

La suspensión es buena en un sentido amplio: sujeta bien al coche, le da una estabilidad elevada y evita que se incline en las curvas, lo que da mucha confianza para ir ligero, si se quiere. Pero además lo hace sin brusquedades, con muy buena capacidad de absorber baches pequeños y grandes, gestos bruscos del conductor o, incluso, diabluras. La única limitación la pondrán unos neumáticos diseñados para consumir poco, pero no para agarrar mucho. Pero no es algo llamativo, salvo que te guste ir muy ligero con frecuencia. El Explorer es, ante todo, un coche seguro, que da plena confianza.

El punto débil es el habitual en los eléctricos (salvo en los de Porsche): el freno. Hay que acostumbrarse a pisar el pedal con decisión para sentir que hacen efecto los frenos. De lo contrario parece un freno vago, cansado, como que no hiciese bien su trabajo, y esto es común a los modelos de Volkswagen. Si pisas fuerte claro que frena mucho, pero en el día a día resulta un poco molesto tener que estar calculando para no frenar de menos cuando quieres detener el coche, ya sea con suavidad o con cierta rapidez.

Autonomía

El Explorer anuncia una autonomía máxima de 602 kilómetros en ciclo WLTP con un consumo medio en torno a los 13,9 kWh/100 km en la versión Rango Extendido RWD 77 kWh. Para la variante AWD de 340 CV, la autonomía homologada es de 566 km y el consumo medio, de 15,7 kWh.

Prestaciones

Aún no tenemos datos de sus prestaciones pero, tanto con uno o dos motores eléctricos, esperamos que el Ford Explorer responderá perfectamente a cualquier necesidad del conductor. Es la ventaja que tienen los eléctricos frente a los vehículos convencionales. La entrega de par es inmediata, aunque cuanto más agresivos seamos con el acelerador menos durará la autonomía de la batería.

Ayudas a la conducción

Al igual que el Ford Mustang Mach-e, actualmente el buque insignia de la familia eléctrica en Europa, el nuevo Explorer incorpora todas las tecnologías necesarias para hacer de él un coche con nivel 2 de conducción autónoma. La dotación estándar incluye un nutrido paquete de asistentes, pudiendo llegar a ofrecer elementos de seguridad como: radar frontal, indicador del ángulo muerto, aviso y asistente de mantenimiento de carril, cámaras perimetrales, control de crucero adaptativo y mucho más.

El segmento de los eléctricos empieza a llenarse de modelos y versiones. Cada vez resulta más difícil la elección. Ford se la ha jugado cambiado de forma tan radical el aspecto y la filosofía del Explorer, pero hay que reconocer que la transformación le ha sentado muy bien. Su diseño le hará destacar de la competencia, al igual que nos ha gustado lo que vemos de su interior. Los puntos menos favorables los recibe por un maletero algo justo, por las pocas opciones de personalización que habrá disponibles y por un precio de venta no muy asequible.