El primer debate ha sido un desastre para Joe Biden

Joe Biden y Donald Trump han celebrado este jueves su primer debate de cara a las elecciones presidenciales de Estados Unidos que tendrán lugar el próximo mes de noviembre. 

Era una apuesta de alto riesgo para el presidente, que va perdiendo en las encuestas a nivel nacional y en las que se realizan en los estados clave. 

El resultado ha sido horrible. 

Biden ha empezado especialmente flojo 

Desde el principio del debate, el presidente estadounidense se ha mostrado frágil, carraspeaba y tosía con frecuencia. Fuentes de la Casa Blanca han dicho a la NBC y otros medios que Biden estaba resfriado. 

La primera pregunta del moderador de la CNN trataba sobre economía. Biden parecía quedarse sin aliento al dar su respuesta. Luego se ha apresurado a recitar datos mientras arrastraba unas palabras y omitía otras. 

A veces, Biden pronunciaba frases enteras sin sentido. 

En otra pregunta sobre la guerra de Gaza, Biden ha metido la pata al decir: "Somos el mayor productor de apoyo a Israel del mundo". 

Y en otra ocasión ha respondido a una pregunta sobre la deuda nacional: "Finalmente, derrotamos a Medicare", la política de salud pública de la que en realidad el Partido Demócrata se enorgullece. Seguramente quería decir que derrotó al covid. 

"Bueno, tienes razón", respondió Trump. "Sí que golpeó a Medicare. Lo golpeó hasta la muerte". 

Trump ha aprovechado la floja actuación de Biden y se ha mantenido tranquilo y disciplinado mientras lanzaba pullas ocasionales al presidente. 

Después de otra respuesta ininteligible de Biden, el expresidente contestó: "Realmente no sé lo que dijo al final de esa frase, y creo que él tampoco sabe lo que dijo". 

Ese momento del debate ha desbordado las redes sociales. 

Biden recuperó la energía a medida que avanzaba el debate, pero siguió teniendo momentos de confusión

En el transcurso del debate, la voz de Biden se fue volviendo ligeramente menos ronca. Pero la incoherencia de muchas respuestas no le ha dado ni un respiro. 

Antes del debate, muchos altos cargos republicanos dijeron que Biden se medicaría para estar bien esa noche y ofrecer una actuación sólida durante el debate. Se equivocaron, pero han salido beneficiados. 

Trump ha mentido muchas veces, pero la mala actuación de Biden le ha eclipsado

Aunque el expresidente se ha mantenido relativamente ecuánime durante el debate, ha dicho una letanía de mentiras. 

Ha culpado falsamente a Biden de las numerosas acusaciones a las que se enfrenta: dos de ellas fueron presentadas por funcionarios locales de Nueva York y Georgia, mientras que otras dos proceden del Departamento de Justicia, que actúa con independencia del presidente.

Trump afirmó que los precios de los alimentos "se han duplicado, triplicado y cuadruplicado" bajo el mandato de Biden, una burda exageración. El precio de los alimentos ha aumentado un 25% de 2019 a 2023, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

También ha afirmado que Biden utilizó la frase "superdepredadores" para describir a los afroamericanos, aunque no hay constancia de que el presidente hiciera esos comentarios.

Al final apenas ha importado: la pobre actuación de Biden lo ha eclipsado todo.

Hay otro debate el 10 de septiembre: Biden tendrá que pensarse mucho si quiere presentarse

Tanto Biden como Trump han aceptado otro debate el 10 de septiembre.

Si eres votante de Biden, hay varias maneras de ver esto: podría ser una oportunidad para restablecer la mala impresión que dejó anoche, o podría ser una ocasión más para que se muestre la debilidad de Biden. 

El debate del jueves fue el más temprano de unas elecciones presidenciales en Estados Unidos: aunque ambos son los presuntos candidatos de sus respectivos partidos, aún no han sido nominados oficialmente. Hay otros demócratas a los que se considera como posibles alternativas a Biden. 

Pero Biden tendría que abandonar la carrera presidencial, y no está claro que el presidente opte por hacerlo, o si prefiere combatir las críticas dentro de su partido.

También existe la posibilidad de una convención caótica del partido demócrata en agosto si intentan elegir un nuevo candidato, dadas las divisiones ideológicas dentro del partido. 

Tras el debate, el ex asesor principal de Obama en la Casa Blanca, David Axelrod, que supuestamente provocó la ira de Biden en el pasado por plantear cuestiones sobre el prestigio del presidente, fue implacable en su análisis. 

"Creo que hubo una sensación de conmoción al principio del debate", dijo Axelrod en la CNN, al tiempo que intentaba reconocer el mérito de Biden por abordar cuestiones como el aborto, "por cómo sonaba su voz; parecía un poco desorientado al principio del debate. Se hizo más fuerte a medida que avanzaba, pero para entonces, creo que ya había cundido el pánico". 

Axelrod coincidió con otros panelistas de la CNN en que ahora se debatirá si Biden debería apartarse.