Las huellas de la reforma laboral: 6 gráficos que demuestran que ya se notan sus efectos en el empleo y 3 que lo desmienten

Ilustración sobre productividad y gestión del tiempo

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Apenas han pasado dos meses desde que la reforma laboral entró en vigor y en el Gobierno ya se están prodigando sus efectos en el mercado laboral. ¿Es posible ver las huellas de una regulación recién nacida?

El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, se refirió el miércoles a los últimos datos de paro y afiliación de febrero como algo "sin precedentes, que demuestra que la reforma laboral está empezando a dar sus frutos". 

Tanto los datos, como los expertos consultados por Business Insider España coinciden en que los primeros resultados de 2022 son coherentes con los objetivos perseguidos por la reforma (popularizar los contratos indefinidos y poner coto a la temporalidad), pero no tan evidentes como para sentar cátedra. 

En otras palabras: hay una primera estela que dibuja un cambio de tendencia, pero demasiados nubarrones como para determinar a ciencia cierta su origen.

"El Gobierno tiene razón en que la reforma está haciendo sus efectos pero le está metiendo propaganda, con trampas", resume Gonzalo Bernardos, profesor Titular de Economía en la Universidad de Barcelona. 

Entre otras cosas, porque 2022, además del año post-reforma de 2012, es el año de la consolidación de la economía pospandemia, y sería oportunista atribuir un punto de inflexión a una regulación que acaba de aprobarse y olvidarse de los efectos de la recuperación económica en el mercado de trabajo. Especialmente después de haber vivido la mayor crisis desde la Guerra civil.

Hay 6 gráficos que demuestran la nueva reforma ya surte efecto, y otros 3 que lo ponen en perspectiva y arrojan luz sobre otras posibles causas:

1. La contratación indefinida se dispara

Fue la gran noticia de esta semana. España no sólo crea más empleo que nunca, sino que éste es de mejor calidad. La firma de contratos indefinidos se disparó en febrero un 139,2% respecto al mismo mes de 2021.

"Se han registrado 316.841 contratos indefinidos en febrero. Es la cifra más alta de la historia del mercado de trabajo español. Son datos espectaculares", celebró Pérez Rey.

Los datos no sólo son históricos, sino que superan de largo la media de contratos fijos firmados en los últimos años. El siguiente mes de febrero en superar este dato fue en 2020, justo antes de que estallara la pandemia, y se firmaron 178.193 contratos fijos, un 44% menos que ahora.

"Sí se detecta algo, vemos una proporción de contratos indefinidos muy alta, pero todavía es pronto", reconoce Raymond Torres, director de Coyuntura Económica de Funcas.

Mientras tanto, los contratos temporales no han tomado ni de lejos esa tendencia, aunque empiezan a recuperarse.

Y aunque la temporalidad continúa siendo el pan de cada día en los contratos, el 22% de los firmados en febrero fueron indefinidos. Este porcentaje representa más del doble de lo que normalmente suponen los fijos en España. 

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En 2011, el porcentaje de indefinidos apenas suponía el 8% de los contratos firmados, frente a un 92% de los temporales.

2. El empleo fijo crece el doble que el temporal

"Está habiendo un cambio importante de los contratos indefinidos", avanzó el miércoles el secretario de Estado de Seguridad Social, Israel Arroyo, señalando a un dato muy curioso: el empleo indefinido crece el doble de rápido que el temporal.

El número de afiliados indefinidos a la Seguridad Social se disparó en febrero al 5,7% interanual, mientras que los temporales crecieron un 2,8%, la mitad. Hasta ahora (en el último año), se creaba empleo temporal a mayor velocidad, pero la tendencia ha cambiado desde que comenzó el año.

Sin embargo, según explica Francisco Vidal, economista jefe de Intermoney, en 2021 el Gobierno ya lanzó una campaña antifraude para luchar contra falsos temporales: "Eso también condiciona de dónde venimos y permite embellecer los datos".

La réplica: Eso pasa siempre que se consolida una recuperación 

La tendencia es llamativa, pero si alejamos la foto, nos encontramos con que ese mismo cambio de tendencia ocurre cada vez que la economía termina una fase de recuperación. 

Ha pasado ahora, pero ocurrió también entre 2013 y 2018, y también antes de 2008.

"En las etapas en que hay un mercado de trabajo que incorpora a mucha gente, como en plena recuperación, aumenta el número de empleados temporales. Pero cuando el periodo de inicio de la recuperación se consolida, empiezas a contratar a más indefinidos", explica Bernardos.

La economía española pegó un rebote en 2021 después de hundirse un 10,8% en el año de la pandemia. El salto pospandemia ha sido menos fuerte de lo esperado, y de hecho todavía el PIB no ha recuperado todo lo perdido por el COVID. Pero el empleo ha evolucionado de forma distinta. 

¿Por qué España crea más empleo que nunca si la economía se está enfriando?

En España hay más personas trabajando que antes de la pandemia, y en 2021 se creó más empleo que nunca. Este cisma entre economía y empleo explicaría que, mientras el PIB está todavía en fase de recuperación, el empleo ya esté en un ciclo de consolidación. 

"Achacar un cambio de tendencia sólo a una variable es un error. No hay un único detonante y es mucho decir que en tan poco tiempo haya habido resultado tan importante. Otra cosa que quieras hacer tuyo ciertos efectos que ya estaban", zanja Vidal.

3. Los contratos 'exprés' de un día caen en picado en 2022

Los contratos exprés, de un día de duración, cayeron en picado en enero de 2022, justo después de que entrara en vigor la reforma laboral con la nueva penalización. 

Desde que entró en vigor la nueva reforma laboral, el pasado 31 de diciembre, cada vez que una empresa da de baja un contrato que ha durado menos de 30 días, tiene que pagar una penalización de 26 euros por empleado dado de baja.

Es una de las fórmulas ideadas para ponerle coto a la elevada temporalidad que sufre el mercado laboral español. Y, según el Gobierno, ya está surtiendo efecto.

"La proporción de contratos de un día sobre el total de firmados en enero está en el 38,4% de media entre 2017 y 2020. En enero de 2022 es del 29,5%", señaló el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.

La réplica: La comparativa no incluye datos de 2021

Pero cuando el Gobierno presumió de estos datos, olvidó incluir la foto de 2021. Desde el Ministerio explican que el dato de enero no fue representativo porque estuvo afectado por Filomena y la pandemia. 

El problema es que, entonces, la comparación de 2022 no se hace en igualdad. La comparación que hace el Ministerio es con años prepandemia, cuando la actividad se desarrollaba sin restricciones y con la economía funcionando en plena normalidad. Podría ser que una parte de la reducción de contratos de un día se deba también a los efectos de la pandemia y no totalmente a la penalización.

Observando la duración media de los contratos en meses de enero, de hecho, no se aprecia un gran cambio respecto a años anteriores. 

En enero de 2022 los contratos duran 52,2 días de media, más que en el año de la pandemia, pero empeora respecto a 2021, y todavía sigue por debajo de los 57 días de media que duraban los contratos en 2018.

3. 'Boom' de fijos-discontinuos: se disparan un 350% en febrero

Uno de los datos más llamativos es el de la modalidad de fijos-discontinuos, el contrato estrella de la reforma laboral.

Los fijos-discontinuos son la modalidad de contratación que el Gobierno quiere fomentar para aquellas actividades más estacionales, como el turismo, donde las empresas recurrían a los contratos temporales.

2022 ha arrancado con 74.014 empleados que han firmado contratos de fijo-discontinuo, una modalidad hasta ahora residual. 

El despegue ha sido inédito: entre enero y febrero de 2019, antes de la pandemia, se firmaron poco más de 28.000 contratos de este tipo. Ahora, 46.000 más, una subida del 62%.

Sólo en el mes de febrero, el rebote es del 348,5% en relación a un año antes. Una señal, en palabras de Pérez Rey, de que "hay capacidad de mantener el carácter cíclico del mercado laboral sin renunciar a la estabilidad en el empleo". 

Además, apunta Torres: "dentro de los indefinidos crece mucho el fijo discontinuo sin que esto perjudique el fijo normal. Esto es coherente con el objetivo de la reforma laboral".

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4. Desplome de 121.000 contratos por obra o servicio

El contrato por obra o servicio es el gran mal del mercado laboral, al menos a ojos del Gobierno. No porque sea una modalidad perjudicial per se, sino por el uso que tendían a darle las empresas.

Muchas empresas abusaban de este tipo de contrato, lo que se traducía en mayor temporalidad. Era el contrato temporal más común y podía firmarse para cualquier sector. La nueva reforma suprime este tipo de contrato, y da a las empresas seis meses (hasta julio) para adaptarse a los cambios.

Hasta entonces (entre el 31 de diciembre y el 30 de junio) las empresas pueden seguir firmando este tipo de contratos, pero sólo durarán 6 meses.

En enero de 2022 ya empezaron a firmarse menos contratos por obra o servicio que en el mismo mes de 2021: 481.797 contratos, 27.000 menos que un año antes. En febrero, esta tendencia ha continuado, con 94.311 contratos por obra o servicio menos que en febrero de 2021.

Eso hace un total de 870.000 contratos por obra o servicio: 121.311 menos desde que comenzó 2022, desde que entró en vigor la reforma laboral.

5. A pesar de poner trabas a temporalidad, la afiliación bate récords

La nueva reforma laboral no sólo acaba con los contratos por obra o servicio, también pone trabas a la contratación temporal. El objetivo es que las empresas que podrían contratar indefinidos sigan tirando de temporales.

Una señal curiosa que apunta en la buena dirección es que, a pesar de que se está poniendo limitaciones a la contratación temporal, la afiliación sigue creciendo (aunque más lenta), y de hecho bate récords.

"Se está logrando aumentar la proporción de indefinidos y a la vez mantener impulso de creación de empleo, esto es otro indicador que habrá que seguir, pero ahora mismo es coherente", añade Torres.

En febrero se crearon 67.111 nuevos empleos (37.726 en términos desestacionalizados), según los últimos datos de afiliación. Con esta cifra, el número de afiliados a la Seguridad Social se sitúa en 19,93 millones de personas, marcando un nuevo máximo histórico.

La réplica: El maquillaje en turismo y construcción

Para Bernardos, los datos tienen buena pinta, pero en verano llegará la prueba de fuego: A mí la impresión que me da es que efecto reforma laboral sí, pero con maquillaje".

¿Por qué? Hay dos elementos que pueden estar maquillando los datos de indefinidos. El primero, que hay indefinidos que en la práctica funcionan como temporales (los fijos discontinuos y los indefinidos especiales del sector de la construcción). 

"En construcción ya no hay temporales, pero no porque no haya temporalidad, sino porque ahora le llaman contrato indefinido de construcción", añade Bernardos.

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El segundo factor es el turismo y la hostelería, los sectores económicos que más temporalidad concentran por excelencia, y que todavía están lejos de recuperar sus niveles de empleo del batacazo de la pandemia.

La hostelería, uno de los sectores más castigados por la pandemia y las restricciones de horarios y aforos es precisamente el que más lejos está de recuperar los niveles de empleo de 2019. 

Antes de la pandemia había 1,26 millones de afiliados a la Seguridad Social en el sector de la hostelería. Ahora hay 1,19 millones, una diferencia de 62.422 personas.

Esto influye en que la proporción de indefinidos suba. No sólo aumentan los empleados indefinidos per se, sino que si su proporción crece es también porque la proporción de temporales sigue muy lejos de recuperar niveles precrisis.

"El turismo no está contratando, lo que hace que el número de temporales que suele contratar sea más bajo de lo habitual", resume Bernardos.

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