La casa, con su arquitectura de los años setenta, está rodeada por el bosque de la Columbia Británica de Canadá, a media hora manejando de Vancouver. Allí, el propietario, un empresario emprendedor, quería crear un lugar original para recibir huéspedes, así como un espacio de trabajo que se sienta “fuera de casa”.
La idea era transformar un tráiler de camper vintage de 1953 en una habitación de invitados, y anexarlo a un estudio con todas las comodidades, y con una estética que guarde relación con la casa y con el entorno boscoso.
El despacho de arquitectura e interiorismo Little Giant, liderado por Mark Burkart, recibió el especial encargo. El resultado es un “campamento moderno” creado en el patio trasero de la gran casa. “Un santuario tranquilo y lúdico”, lo describe por el despacho, con una justa mezcla entre facilidades contemporáneas y detalles muy auténticos.
Espacios singulares
Al aprovechar el paisaje frondoso y la vista que llega al mar, y por tomar inspiración de la propia casa principal –que tiene mucho interés arquitectónico–, el nuevo espacio se ideó para “albergar la creatividad, la contemplación e invitar a un trabajo enfocado”. “Es un lugar para pensar, sentarse junto al fuego y soñar en grande”, aseguró el despacho Little Giant.
El estudio es usado como oficina por el propietario. Se compone de un escritorio largo y un librero que se abre a una pequeña sala para dos, frente a una chimenea. Se vistió con un aire retro, gracias a las sillas lounge de los setenta, con la calidez del fuego y la colección de objetos recogidos alrededor del mundo por el cliente, de tal manera que esta oficina le provee un lugar donde exponer sus piezas favoritas y trabajar rodeado por ellas.
Sobre el deck de madera se creó una pendiente, de tal manera que a solo unos escalones hacia arriba se ubicó la casa de invitados, creado en el trailer Spartan Spartanette de 1953, un modelo de icónico de lujo que fue comprado por el propietario de la casa en Carolina del Sur y movilizado hasta el bosque canadiense para volverse parte central del proyecto de expansión. Fue transformado casi completamente por dentro, pero mantiene sus paredes y techos apanelados originales. En cuando a acabados, el interior se renovó con pisos en espiga; detalles de carpintería a medida en color rosa polvoriento; y tableros en mármol rosa.
El camper se adecuó a su función de casa de invitados con una cama tamaño queen, y un baño rediseñado con baldosas y luminarias que le dan un toque actual y “boutique”, además de la pequeña cocina. El deck de cedro se aprovechó para crear un espacio de descanso y conversación, con una chimenea de acero corten y sillas y luminarias de diseño.
Experiencia al aire libre
Un detalle particular, que intensifica la sensación de estar en un espacio único dentro de la naturaleza, es que la ducha se ubicó afuera del camper y sobre el deck, junto al baño interior. La ducha está revestida en mármol oscuro y se abre a los árboles.
Un techo inclinado y volado protege la extensión de la lluvia, que es frecuente en el área. Asimismo, la dirección y el ángulo de la pendiente, se pensaron para mimetizarse más fácilmente con la topografía del terreno.
Se usaron materiales naturales, como el cedro rústico que predomina, “y da textura, calidez y conexión con el entorno”, aseguró el despacho de diseño. Por otro lado, el acero prove una sensación de pátina del tiempo y refleja los colores del bosque. En ese sentido, los interiores rosa son el contraste sorpresa, que hacen aún más divertida la experiencia.
“La expresión arquitectónica general quiso hilar las experiencias del estudio, el deck y el camper de invitados en el paisaje”, finalizó el despacho Little Giant. Sin perder de vista, además, la presencia de la casa principal, que puede adivinarse desde esta creativa expansión que la completa.