A 90 años de la quema masiva de iglesias en la II República: la locura que Azaña se negó a parar
El 11 de mayo de 1931 se desató en la capital un torrente de violencia anticlerical que derivó en la quema de conventos
El gobierno, contra las cuerdas, se vio obligado a sacar al ejército a la calle a pesar de que, en principio, tildó los sucesos como una mera chiquillada
El 11 de mayo de 1931 amaneció agrio en la capital tras una negra jornada de disturbios. Quema de iglesias y conventos, ni más ni menos; un torrente de violencia contraria al clero en los albores de la Segunda República . Todos palpaban la ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete