Como cada última semana de octubre, llega el cambio de hora y, con él, el debate sobre su utilidad y sus efectos sobre la salud. Un estudio en Andalucía revela el aumento de ingresos por eventos cardiovasculares en los días previos y posteriores al cambio.
Muchos días laborables nos quedamos hasta las mil viendo una serie, charlando con amigos o practicando alguna afición. Y acabamos intentando recuperar las horas robadas al sueño durante el fin de semana. Ese desfase horario social no le sale gratis a nuestro organismo.
Diferentes estudios demuestran que tener un cronotipo nocturno, cenar tarde y utilizar pantallas antes de dormir engorda y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades metabólicas.
Profesor Titular de Universidad en la Universidad de Córdoba. Investigador Responsable GC-31 del Insitituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), Universidad de Córdoba