Un año de la 'espantada' más famosa de la historia reciente de León

El abogado Fermín Guerrero. Ical

Antonio Vega

Cuando parecía que el juicio con jurado por el asesinato de Isabel Carrasco entraba en una fase de interés baja con diversas declaraciones de testigos saltó la sorpresa y polémica al no presentarse al juicio el abogado de la policía local Raquel Gago, el murciano Fermín Guerrero. Y todo en el día en que iban a declarar los testigos propuestos por su parte.

Casi dos horas después de la hora en que debería haber comenzado el juicio el magistrado, Carlos Álvarez, ordenaba la suspensión de la jornada al no haberse presentado el abogado, en medio del estupor generalizado y cierto temor a que le hubiera ocurrido algo. Inmediatamente se iniciaron gestiones para dar con su paradero, lo que se produjo varias horas después y tras haberse movilizado la Policía en su búsqueda por su lugar de residencia temporal y centros sanitarios.

La 'espantada' de Fermín Guerrero dio lugar a la investigación de detalles habituales como saber que su última conexión de Whatsapp había sido hacia las 19 h. del día anterior tras numerosos intentos vacíos de llamarle a su teléfono sin conexión. Cabe recordar que en estos juicios la suspensión de cuatro jornada implica la anulación completa, algo que se volvía en esos momentos impensable en el juicio más mediático de la historia de León.

Pasada la una de la tarde la Subdelegación del Gobierno confirmaban a los medios haber localizado con vida “y en buen estado” al letrado defensor de Raquel Gago. Las primeras informaciones apuntaban a que había sido hallado en el barrio de La Chantria de la capital leonesa junto a su coche. Inmediatamente el abogado fue llevado a dependencias de la Policía Nacional para prestar declaración donde expresó que “su ausencia había sido voluntaria” y “no ha declarado nada de lo que había sucedido”.

A quien sí tuvo que aclarar lo que pasó fue al magistrado que llevaba el juicio, que se retomó al día siguiente, y se las pidió por escrito. El abogado defensor podría haberse enfrentado a la inhabilitación si su acción se debía a una estrategia procesal, además de ser acusado de un delito de obstrucción a la Justicia. En una escueta explicación pública al día siguiente Guerrero disculpas “por las molestias involuntarias y ajenas a mi voluntad y que no tienen nada que ver con una estrategia ni nada relacionado con el juicio” y apuntó que “lo único importante realmente que hay es la salud y no hay nada más importante”.

No presentarse en el juicio le costó al abogado Fermín Guerrero 1.000 euros

“Me parece bien que queráis saberlo pero estoy en mi derecho de dar explicaciones de lo que yo quiera. Yo soy el letrado de Raquel Gago y tengo que dar explicaciones en lo profesional, en lo personal creo que ninguna”, dijo a los periodistas que se interesaron por los motivos de su 'desaparición' durante 20 horas.

El fiscal del caso, Emilio Fernández, fue uno de los más duros ante la ausencia del abogado al entender que dejó de asistir de forma voluntaria y provocar la suspensión del juicio oral, llegando a presentar una querella por un presunto delito de obstrucción a la justicia.

Pero la resolución del juez ante la 'espantada' de Guerrero fue una multa de apenas 1.000 euros (50 días por 20 euros diarios) como sanción disciplinaria en pieza separada del caso.

Lo cierto es que a fecha presente la ausencia del abogado Fermín Guerrero pasará a la historia de León como uno de los momentos más estrambóticos vividos en la justicia leonesa, hasta el punto de que los cofrades de Genarín recordaron lo sucedido en el conocido 'Entierro' en Semana Santa. Fuera estrategia procesal, enfermedad o jarana el misterio de la desaparición de Fermín Guerrero sigue un año después, para alegría de los conspiranoicos.

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