El astillero de Bakú apuesta por una innovación sostenible

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El presidente del Astillero de Bakú, Elshad Nuriyev, subraya la importancia estratégica del astillero dentro del ecosistema industrial de Azerbaiyán y su significativa contribución al desarrollo del país. Un ejemplo notable es el buque Khankendi, construido en el astillero de Bakú, que desempeñó un papel crucial en las operaciones submarinas de la fase 2 del proyecto Shah Deniz, hoy uno de los principales proveedores de gas natural a Europa.

Tras su nombramiento, Nuriyev introdujo tres indicadores clave de rendimiento (KPI) para mejorar las operaciones del astillero. El primer KPI se centra en el avance del proceso de producción a través de la tecnología, en particular con la incorporación de la soldadura por realidad aumentada, para aumentar la eficiencia, la precisión y la seguridad en la formación. El segundo pretende mejorar la cualificación de la mano de obra colaborando con instituciones académicas locales como la universidad ADA y escuelas de formación profesional para mejorar la eficiencia y los niveles de cualificación.

El tercero se basa en la sostenibilidad medioambiental, con iniciativas que incluyen el uso de bicicletas para el transporte interno, la instalación de paneles solares y el mantenimiento de un eficiente sistema de tratamiento de aguas que también beneficia a las fábricas vecinas. También se hace especial hincapié en la investigación y el desarrollo, sobre todo en los ámbitos de las interfaces hombre-nave y la tecnología de sensores inteligentes.

Nuriyev subraya la importancia del trabajo en equipo para alcanzar estos objetivos y alaba los esfuerzos colectivos de los ingenieros, obreros y personal de apoyo del astillero. Afirma que el desarrollo coordinado de las personas, la tecnología y las instalaciones es esencial para alcanzar los objetivos fijados y establecer el Astillero de Bakú como un centro de ingeniería innovadora.