_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El aburrimiento narcótico

Vivo el tedio como algo pesaroso que gotea su brea abúlica hecha de falta de entusiasmo e insatisfacción

Una joven descansa en un sillón.
Una joven descansa en un sillón.Johner Images (Getty Images)
Leila Guerriero

Leo esto de J. G. Ballard: “Si yo (…) tuviera que hacer una predicción sobre el futuro, podría resumir mi temor en una sola palabra: aburrimiento. He aquí mi gran temor, que todo haya ocurrido; ninguna cosa que sea excitante, novedosa o interesante va a suceder de nuevo; el futuro será un enorme y resignado suburbio del alma, nada nuevo va a surgir, ninguna evasión tendrá lugar otra vez. Esto es lo que puede pasar y es mi gran temor”. El filósofo coreano Byung-Chul Han hace, en La sociedad del cansancio, una defensa del aburrimiento: “Walter Benjamin llama al aburrimiento profundo el pájaro de sueño que incuba el huevo de la experiencia. Según él, (…) el aburrimiento profundo corresponde al punto álgido de la relajación espiritual. La pura agitación no genera nada nuevo. Reproduce y acelera lo ya existente”. Admiro a Byung-Chul Han, pero en esto soy del team Ballard. Vivo el aburrimiento como algo pesaroso que gotea su brea abúlica hecha de falta de entusiasmo e insatisfacción. No me produce lucidez sino inquietud, consciencia de estar desperdiciándome. Me aflige, me corroe. Hay una frase genial en un libro del escritor argentino Sergio Bizzio. No está referida al aburrimiento, pero lo describe: “Es como si supiera lo que va a ocurrir mañana y no me interesara”. Hay artículos en la web que aseguran que “aburrirse y no hacer nada es bueno para el cerebro”. Que lo opuesto a la hiperactividad productiva narcotizante en la que vivimos sea el aburrimiento me parece triste. El flâneurismo vital es otra cosa. Tener la capacidad de ensoñarse mirando por la ventana, de leer poemas en cualquier momento del día, de arreglar las plantas, no consiste en no hacer nada, sino en hacer no haciendo. Uno está ahí pero está en otra parte. Es una migración a un mundo interior donde suceden infinidad de cosas. Son momentos que nada tienen que ver con la opacidad cansina del aburrimiento y sí con una actividad de riesgo: vivir más vivos.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Leila Guerriero
Periodista argentina, su trabajo se publica en diversos medios de América Latina y Europa. Es autora de los libros: 'Los suicidas del fin del mundo', 'Frutos extraños', 'Una historia sencilla', 'Opus Gelber', 'Teoría de la gravedad' y 'La otra guerra', entre otros. Colabora en la Cadena SER. En EL PAÍS escribe columnas, crónicas y perfiles.
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_