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Leonardo Lomelí, rector de la UNAM: “Para mantener los programas sociales es necesaria una reforma fiscal en México”

El economista e historiador analiza los retos del país que enfrentará el próximo Gobierno y vislumbra un futuro económico que pasa por la transformación digital y las reformas profundas

Leonardo Lomelí en rectoría de la UNAM, en Ciudad de México.
Leonardo Lomelí en rectoría de la UNAM, en Ciudad de México.Aggi Garduño
Almudena Barragán

Leonardo Lomelí (Ciudad de México, 54 años) es economista e historiador y desde hace seis meses, el rector de la universidad pública más grande de América Latina, la Universidad Nacional Autónoma de México, la UNAM. No es fácil llegar hasta el rector y elige sus entrevistas con prudencia. Sus opiniones, muchas veces, pesan más que las de un secretario de Educación, por eso contesta con cautela y medita sus respuestas. Por eso también, es ineludible preguntarle por su relación con el Gobierno y con López Obrador, quien llegó a afirmar que la UNAM se había “derechizado” en los últimos años. Lomelí siempre ha respondido que la tensión con el presidente ha sido más mediática que práctica y espera limar asperezas con el próximo Ejecutivo, llegue quien llegue a la presidencia.

El rector tiene una memoria prodigiosa y acude a la historia cada vez que tiene oportunidad. La entrevista con él sucede un día después del último debate de candidatos a la presidencia, celebrado en el Centro Cultural Tlatelolco, recinto administrado por la UNAM y muy cerca de donde tuvo lugar la matanza del 2 de octubre de 1968 contra cientos de estudiantes. Lomelí analiza los retos del país de cara al próximo sexenio y vislumbra un futuro económico que pasa por la transformación digital y las reformas económicas profundas, incluida la reforma fiscal que ningún Gobierno se ha atrevido a llevar a cabo.

Pregunta. ¿Cómo ha visto las campañas electorales?

Respuesta. En esta campaña he notado más descalificaciones que en veces anteriores. Espero que una vez que pase la emergencia electoral, se serenen los ánimos y podamos pasar a un nuevo periodo de buscar coincidencias de cara a lo que va a ser el nuevo Gobierno.

P. ¿Cómo espera que sea la relación entre ese nuevo Gobierno con la UNAM?

R. Espero que sea buena. Creo que en el caso de las tres candidaturas a la presidencia hay una valoración positiva de la importancia de la educación. Es importante apoyar la Educación para aprovechar el momento de relocalización de las economías. Ese momento podría dar una nueva oportunidad de insertar a México en la globalización. Para ello se requiere de mano de obra calificada que el sistema universitario puede proveer con el suficiente apoyo.

P. Según lo que dicen las encuestas, es muy probable que este país tenga a la primera presidenta de la historia, ¿qué le pediría como rector de la universidad más importante del país?

R. México tiene muchas necesidades en materia de educación, en materia de empleo, de crecimiento... En mi calidad de rector, me toca abogar por la educación, por la ciencia y por la cultura. Creo que son áreas muy importantes en las que nuestro país podría hacer un esfuerzo significativo para tener no solamente mejores resultados económicos. La educación superior debe de ser un factor de movilidad social para cerrar la brecha de género y de otras formas de segregación o discriminación en un país que es multicultural. También creo que la Educación superior es fundamental para consolidar las instituciones democráticas.

P. En una entrevista con este diario, usted hablaba de la relación un tanto tirante con el Gobierno de López Obrador, ¿ha tenido oportunidad de hablar con el presidente?

R. No, no he tenido la oportunidad de hablar con él. He tenido la oportunidad de hablar con muchos secretarios y secretarias de Estado, con el jefe de Gobierno de la Ciudad de México... Yo diría que la relación con el Gobierno es buena aún cuando a veces se ven nuestros, digamos, desencuentros mediáticos.

P. ¿Qué opina de las afirmaciones del presidente que dec��an que la UNAM se estaba derechizando?

R. No las comparto y es algo que por supuesto se puede platicar; yo estaría en la mejor disposición de hacerlo con él. Por supuesto, en una universidad como esta, caben todas las opiniones. Así ha sido siempre y así tiene que ser. Pero creo que más allá de eso, hay una actitud de respeto de nosotros hacia el Ejecutivo y viceversa. El subsidio que recibimos, que representa casi el 90% de nuestros ingresos, procede del Gobierno federal.

P. ¿Cree posible que haya una relación un poco más fluida con el próximo Gobierno?

R. Yo creo que sí. Dos de las candidatas son egresadas de nuestra universidad y el candidato también ha mostrado mucho respeto por la Educación. Algo que quiero destacar es la relación de colaboración que siempre se ha dado entre la UNAM y el sistema educativo nacional, en particular la Secretaría de Educación Pública (SEP). Hemos participado en muchas de las iniciativas de la SEP, incluso en los distintos trabajos que se han hecho para crear varios de los organismos y los mecanismos de evaluación que se derivan de la Ley General de la Educación Superior que aprobó este Gobierno.

P. ¿Cuáles son los temas más urgentes que hay que atender en el país?

R. Tenemos un problema de desigualdad que sin duda en algo pueden contribuir los programas sociales, pero con el largo plazo tienen que ver con la forma misma en la que se ha desarrollado y se seguirá desarrollando el país. Si no cerramos la brecha entre los Estados más rezagados esto seguirá estancándose. Sigue siendo muy notable el contraste entre los Estados de la frontera, la Ciudad de México, el occidente del Bajío y el sur- sureste, por ejemplo. Esto requiere de un esfuerzo que implica invertir en infraestructura pero también invertir en Educación.

P. ¿Qué opina de la inseguridad en el país?

R. Es uno de los grandes problemas de México. Yo coincido en que hay que atacar las causas: la pobreza, la desigualdad, pero también requerimos de una mejor coordinación de los distintos niveles del Gobierno. Y también creo que en esto las instituciones educativas podemos tener una participación importante.

P. Aprovechando su larga trayectoria como economista, ¿qué es lo que hay que mejorar en materia económica?

R. Creo que en el largo plazo, para poder mantener los programas sociales, es necesaria una reforma fiscal. Al final, en una sociedad moderna el mejor vehículo de redistribución del ingreso es, precisamente, a través de un sistema fiscal que sea progresivo, es decir, que cobre más a los que más tienen y que lo devuelva a la población a través de servicios públicos de calidad: salud, educación, pensiones...

P. Toca usted un tema un tanto polémico. Tanto, que ningún Gobierno se ha atrevido a hacer una reforma fiscal, ¿por qué?

R. Porque hay una historia muy larga de oposición, entre otros, del sector privado desde los años sesenta del siglo XX, cuando estábamos en el llamado “Milagro Mexicano” y crecíamos a tasas del 6% y teníamos una inflación del 3%. Eran los años del partido hegemónico, del presidencialismo mexicano y ni por esas hubo forma de hacerlo. Después, con Echeverría, el solo anuncio de una reforma fiscal provocó una gran reacción. Ha sido un tema complicado, espinoso. Y después, en los años noventa, durante el cambio estructural, al revés, se dijo que no necesitábamos la reforma fiscal, pero bueno, creo que la evidencia es apabullante.

P. ¿Qué opina de la reforma de las pensiones que propone el presidente López Obrador?

R. Es importante buscar la manera de elevar la pensión mínima de los trabajadores, en eso estoy de acuerdo con el actual Gobierno. Sin embargo, no se está garantizado el pago de estas pensiones si no se hace un esfuerzo adicional en materia fiscal.

P. Se ha echado en falta que la UNAM haya organizado algún encuentro con los candidatos como han hecho otras universidades. Leí en la prensa que usted dijo que era mejor no celebrarlo por un tema de seguridad. ¿Me puede explicar esto?

R. Yo dije que todos eran bienvenidos, pero que difícilmente podemos proveer de la seguridad necesaria para un candidato presidencial en un campus abierto como este en el que hemos tenido en el pasado algunas experiencias de grupos de provocadores que han agredido a algunos candidatos. Por ejemplo, en 2000 a Quirino Rincón Gallardo, cuando vino a la Facultad de Letras, a Ernesto Zedillo, o a Luis Echeverría que tuvo que salir corriendo de la Facultad de Medicina y le dieron una pedrada...

P. ¿Qué le preocupa a los estudiantes de la UNAM?

R. Les preocupa su seguridad y les preocupa su futuro, que tiene que ver con las oportunidades de empleo y de desarrollo personal.

P. Veo que también les preocupa el contexto internacional y la guerra en Gaza. ¿Cuál es la postura de la UNAM sobre este tema?

R. Lo que está ocurriendo en Gaza es una catástrofe humanitaria que preocupa mucho. Y por supuesto que yo creo que coincidimos en que sería, no sólo deseable, sino urgente que terminara ya esta escalada de violencia. Hay quienes proponen suspender relaciones con las universidades de Israel. Yo creo que si hay un sector que puede influir en tratar de detener esta escalada desde dentro de Israel, es el sector más pensante que está en las universidades. Podrá haber también posiciones contrarias, así son las universidades. Creo que como instituciones académicas no podemos romper con las universidades de Israel, a menos que claramente asuman una postura abiertamente favorable a lo que está ocurriendo.

La ONU en estas situaciones está muy rebasada precisamente por la posibilidad que tienen algunos países de vetar los acuerdos que la Asamblea General adopta de manera abrumadora, como la resolución en donde se amplía el estatus de Palestina, que es el paso inmediato a declarar formalmente el reconocimiento como Estado, que en el largo plazo, creo que es la solución.

P. ¿Usted respaldaría la creación de un Estado palestino?

R. Sí, yo creo que es la salida desde el principio. La creación de dos Estados con el compromiso de respetar la integridad territorial y la seguridad de ambos. Sin eso, creo que no va a haber paz en el Medio Oriente.

P. Sé que es un apasionado de la historia, ¿cómo definiría el momento que está viviendo México?

R. Estamos en un momento en el que podríamos lograr una consolidación de nuestras instituciones democráticas si logramos los acuerdos necesarios para fortalecer el sistema que ya tenemos. Al mismo tiempo, debemos aprovechar la coyuntura económica que se nos presenta para tratar de impulsar el desarrollo del país, ya no apostándole a los bajos salarios, sino a invertir en capital humano y para esto, sin duda, las universidades debemos ser convocadas y aportar nuestro mejor esfuerzo. Estamos en un momento en el que podemos definir si México va a lograr finalmente el desarrollo en el siglo XXI. Si no lo aprovechamos, corremos el riesgo de quedarnos en una trayectoria de bajo crecimiento como la que hemos tenido en los últimos 30 años.

P. En esta reflexión que hace usted, ¿qué peso tienen las instituciones democráticas y los organismos independientes como el Instituto Nacional Electoral o el Instituto Nacional de Acceso a la Información?

R. Es muy importante preservar los organismos independientes y garantizar un adecuado equilibrio entre los poderes. En el largo plazo es lo que permite garantizar una gobernabilidad y resolver los conflictos dentro de un marco institucional.

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Sobre la firma

Almudena Barragán
Periodista de EL PAÍS en México. Escribe sobre temas sociales con perspectiva de género: desigualdad, violencia y feminismo. Ha trabajado en la sección Verne México y en diversos medios españoles y mexicanos, entre los que destacan El Economista.es y El Financiero Bloomberg. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.
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