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‘Rebelde’, el puente que unió a México y los Balcanes

La telenovela y el grupo musical que surgió de ella atrajeron hacia el país latinoamericano la mirada de miles de jóvenes de Croacia, Eslovenia, Rumanía o Serbia y, de paso, inspiraron a una generación a aprender español

Dulce María, Alfonso Herrera, Anahí, Maite Perroni, Christopher von Uckermann y Christian Chávez, durante una conferencia de prensa en Ciudad de México, el 12 de marzo de 2007.
De izquierda a derecha: Dulce María, Alfonso Herrera, Anahí, Maite Perroni, Christopher von Uckermann y Christian Chávez, durante una conferencia de prensa en Ciudad de México, el 12 de marzo de 2007.Marco Ugarte (ASSOCIATED PRESS)

El 23 de agosto de 2008, medio centenar de niños y jóvenes se tomaron la Plaza Prešeren, uno de los espacios públicos más importantes de Liubliana, la capital de Eslovenia. Todos vestían camisetas rojas, y muchos de ellos levantaban pancartas con fotografías y frases en español. El motivo de esta protesta: oponerse a la separación del grupo musical mexicano RBD. Una periodista de la cadena local 24UR pregunta a los manifestantes si aún les queda esperanza de que el conjunto cancele su separación, a lo que una fan contesta: “Claro, nos gustan mucho y nunca dejaremos de quererlos”.

Desafortunadamente para los jóvenes que participaron en la protesta, medio año más tarde Anahí, Dulce María, Maite Perroni, Christián Chávez, Christopher von Uckerman y Alfonso Herrera tomarían caminos diferentes. Este proyecto, que comenzó en 2004 como una telenovela (adaptación de la serie argentina Rebelde Way) y que más tarde se convertiría en un conjunto musical, generó olas de seguidores en diferentes partes del mundo. Su éxito alcanzó regiones insospechadas como la Península balcánica, donde jóvenes de países como Croacia, Rumanía, Serbia y la ya mencionada Eslovenia se empeñaron en acercarse a la cultura mexicana y aprender el idioma español.

La reunión del grupo con cinco de sus integrantes (Alfonso Herrera decidió no participar) y la gira del regreso, el Soy Rebelde Tour, han hecho que cientos de miles de personas alrededor del mundo desempolven sus sacos rojos y sus corbatas a rayas, y que rememoren la letra de algunas de las canciones que fueron esenciales durante su niñez y adolescencia. Milana Ždero, una serbia de 28 años, ha sido una de ellas. Originaria de la ciudad de Novi Sad, al norte del país balcánico, Ždero llegó a México a principios de 2023 para cursar un semestre de estudios latinoamericanos en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Entre la variedad de países que le ofrecieron para realizar su intercambio estaban también destinos como España y Chile, pero ella lo tenía muy claro: desde que tenía tan solo 11 años y se sentaba frente al televisor a ver Rebelde, ella ya soñaba con conocer México. Sin embargo, este programa reconvertido en grupo musical, no fue su primer acercamiento a la cultura del país latinoamericano. A finales del siglo XX y a principios del XXI, las telenovelas mexicanas se emitían con regularidad en la parrilla televisiva serbia.

Ždero se inició en la lengua española gracias a estas producciones, que empezó a consumir desde los cuatro años. Las tramas de carácter sentimental y llenas de intrigas la atraparon desde antes de que aprendiera a leer los subtítulos con los que se emitían estos programas. En un principio no entendía prácticamente nada, pero poco a poco fue memorizando palabras y expresiones. “Yo mejoré ampliamente mi español gracias a Rebelde. Fue algo inconsciente; simplemente me gustaban mucho el grupo y la telenovela. Hablaba mucho de eso con mi hermana y mis amigas, que también aprendieron un poco del idioma. Incluso, cuando no queríamos que nuestros padres o los demás niños supieran lo que estábamos diciendo, nos comunicábamos en español“, explica.

La fecha 7 de septiembre de 2008 quedó para siempre grabada en la memoria de Ždero. Ese fue el día que RBD se presentó por primera vez en Serbia. El grupo logró agotar cada una de las más de 18.000 entradas que salieron a la venta para el concierto en la Arena de Belgrado (ahora conocida como la Štark Arena), uno de los principales escenarios del país. De esa presentación, la primera de dos que el conjunto realizó en ese país, Ždero rememora: “Yo tenía 13 años y, cuando dijeron que iban a venir a Serbia, no podía creerlo. Luego, cuando los vi en el escenario, por un momento pensé que eran unos actores que fingían ser los integrantes del grupo. Desde entonces yo ya sabía que Serbia es un país pequeño, y no podía creer que viniera gente desde tan lejos a dar un concierto. Siempre quise que nos visitaran y, cuando pasó, no lo podía creer”.

“RBD cambió mi vida”

Salim Dobrnjić vive en la ciudad de Liubliana, capital de Eslovenia. Tiene 31 años, trabaja en una tienda de ropa y es probablemente uno de los mayores seguidores de Rebelde en el mundo. Conoció al grupo y el programa hace 16 años, mientras hojeaba una revista de su madre. Recuerda que le llamó la atención el nombre de la telenovela y que a partir de eso decidió buscar más información en internet. “Navegando en Google me encontré con la primera canción de RBD que escuché. Lo recuerdo muy bien, fue Solo quédate en silencio. Al terminar de escucharla quedé enamorado. Era un pop muy diferente a lo que solía escucharse en Eslovenia. Estaba hipnotizado, fue como viajar a otro universo”, cuenta Dobrnjić en un perfecto español durante una entrevista con EL PAÍS.

Rebelde fue un parteaguas en la vida de Dobrnjić. Asegura que antes de ver la telenovela y escuchar las canciones del grupo, se sentía solo y perdido: “Viendo Rebelde encontré un poco de mí mismo; encontré mi voz gracias a ellos. Hice amigos que también disfrutaban mucho de ver la novela, y esas han sido amistades que perduran hasta la fecha”, cuenta. Al igual que en Serbia, las telenovelas mexicanas se emitían regularmente en la televisión eslovena. Dobrnjić recuerda con especial afecto títulos como Teresa, La mujer de Judas y Rubí (la versión de 2004 estelarizada por Bárbara Mori), aunque apuntala que ninguna tuvo tanto éxito como Rebelde. El esloveno explica que el gran impacto que tuvo esta producción en países de la región se debe a que fue el primer programa de su tipo dirigido a una audiencia meramente juvenil que se emitía en los Balcanes. “En Eslovenia siempre nos ha atraído la actitud latina. Nosotros somos más fríos y distantes. Con Rebelde era muy fácil sentirse identificado con alguno de los personajes. Todos los jóvenes quedamos cautivados desde un principio”, cuenta Dobrnjić. A principios de la década pasada, la mayoría de las televisoras balcánicas dejaron de emitir telenovelas mexicanas. El privilegiado espacio en la programación que ocupaban estas producciones pasó a ser ocupado por las telenovelas turcas. Aunque algunos canales como Planet TV, en Eslovenia, no han dejado de emitir las repeticiones de Rebelde.

Los años pasan y RBD no ha perdido terreno en los balcanes. Cada año se organizan fiestas temáticas de la telenovela en diferentes países de la Península. En estas, cientos de personas se reúnen para cantar al unísono temas como Ser o Parecer, Celestial y Aún hay algo. Además, abunda en redes sociales la actividad en torno al conjunto y la telenovela. Dobrnjić es uno de los administradores de RBD-Balkan Fans en Facebook, uno de los tantos grupos en los que miles de fanáticos de la región aprovechan para compartir noticias sobre los integrantes de la banda, recuerdos de la novela, o bien para publicar fotografías de vistosas colecciones alusivas al conjunto/telenovela. Dobrnjić nunca ha podido viajar a México. Sin embargo, eso no le ha impedido coleccionar todo tipo de productos relacionados con Rebelde. Un amigo mexicano se ha encargado de enviarle discos, revistas y hasta tintes para pelo “rojo rebelde” con la imagen de Dulce María en el empaque.

Eslovenia, al igual que Serbia, fue uno de los países que recibió a RBD en 2008. El grupo ofreció cuatro fechas en la capital del país. Todos los conciertos fueron un lleno total. Durante el último recital, el 16 de diciembre, cientos de fanáticos se organizaron para levantar al mismo tiempo cartulinas con la palabra “Gracias”. Para este entonces la separación del grupo era inminente y, en una entrevista en el programa mexicano La Oreja, Anahí aseguró sentirse conmovida al ver cómo tantas personas que “no hablan nuestro idioma” hayan tenido un gesto como ese. A pesar de lo dicho por la cantante, el aprendizaje del idioma español fue una constante entre los fanáticos balcánicos de RBD.

RBD durante un concierto en Liubiliana (Eslovenia), el 4 de septiembre de 2008.
RBD durante un concierto en Liubliana (Eslovenia), el 4 de septiembre de 2008.Petra Nuzdorfer

Eva Raspudić tiene 24 años y vive en la ciudad de Split, en el sur de Croacia. Tiene una maestría en Estudios Hispánicos y una licenciatura en Lengua y Literatura Francesa. Actualmente se dedica a dar clases de español en una escuela secundaria. Ella asegura que es quien es “gracias a Rebelde”. Con apenas 10 años, corría de la escuela a su casa para poder ver la telenovela. Incluso, se juntaba con dos de sus amigas para organizar conciertos caseros en los que personificaban a las cantantes de RBD y cantaban sus canciones. Ella siempre interpretaba a Anahí. “Por supuesto que no pronunciábamos bien las letras, pero fuimos mejorando. Desde niña yo comencé a aprender español. Recuerdo que traducía las canciones de RBD y las analizaba. Más tarde, en la escuela secundaria, me matriculé en español, y luego cursé la carrera de Estudios Hispánicos. Es la historia de mi vida y del impacto que Rebelde tuvo en mí”, rememora la joven croata.

Más allá del idioma, Rebelde generó un fuerte interés por México entre los jóvenes de diferentes países balcánicos. En el caso de Raspudić, la telenovela fue su primer aula de cultura mexicana: “Gracias a ellos me interesé por cómo se vive allá, por su comida, por su forma de ser, aprendí incluso expresiones típicas. Hoy en día aprovecho cada que puedo para transferir mis conocimientos sobre México a mis alumnos, y puedo decir que todo esto empezó con Rebelde”, cuenta. Raspudić no ha tenido la oportunidad de viajar a México, aunque asegura que es “el país número uno” en su lista de deseos. Tampoco ha tenido la oportunidad de ver a RBD en concierto, y aunque para la actual gira del grupo no le fue posible viajar para asistir a alguna de las presentaciones, no descarta hacerlo para próximos recitales.

“Cumplir el sueño de mi niña interior”

En 2023, RBD anunció con bombo y platillo su primera gira en casi 15 años: Soy Rebelde Tour. Cientos de miles de fanáticos alrededor del mundo celebraron esta noticia, aunque, para infortunio de muchos, el grupo solo visitaría Brasil, Colombia, Estados Unidos y México. Esto poco importó para algunos aficionados que decidieron hacer sus maletas y emprender un viaje a alguna de las ciudades con conciertos agendados. Diana Nour es una de ellas. Tiene 33 años y es originaria de la ciudad de Roman, en la parte central de Rumanía. Actualmente vive en Kävlinge, en el sur de Suecia, donde trabaja como inspectora de alimentos. El pasado 27 de noviembre aterrizó en Ciudad de México acompañada de su esposo Hasan y su cuñado Husein.

Rumanía fue uno de los países en los que RBD alcanzó mayor éxito. El grupo visitó Bucarest, su capital, en junio de 2007 y en septiembre de 2008. Fue el segundo destino europeo en el que la banda ofreció alguna presentación, tan solo después de hacerlo en España. Incluso, el video de Bésame sin miedo, una de las canciones más populares del conjunto, fue grabado en Rumanía. Cuando vivía en Roman, Nour no tenía un reproductor de discos compactos. Sin embargo, nunca lo echó en falta, ya que diferentes emisoras radiofónicas se encargaban de reproducir día y noche los exitos del conjunto mexicano.

Sálvame de RBD suena en la radio durante una cena en la alcaldía Coyoacán a la que Nour fue invitada el pasado 1 de diciembre. Entre sonrisas, tararea discretamente el éxito de 2004 mientras el resto de los presentes conversan sin prestar mayor a la música. “En Suecia nadie los conoce, jamás sonaría una canción suya en la radio. Es muy bonito que en México todavía se escuche. Me recuerda mucho a mi adolescencia en Rumanía”, explica. Cuando alguien le pregunta si en verdad es tan fanática de RBD como para haber cruzado el océano Atlántico para verlos, ella responde con firmeza: “Ahorré toda mi vida para esto”. Más tarde se sincera y acepta que por supuesto le gusta mucho RBD, y que su reunión fue una excelente excusa para cumplir un objetivo que se había planteado desde hace años: conocer México.

Nour, fanática de Rebelde desde los 16 años, asegura que México es mucho más de lo que esperaba. Se dice encantada por la cantidad de colores que se ve cotidianamente en el país latinoamericano, algo que no es tan habitual en Suecia o en Rumanía. “Lo que sabía era gracias a lo que me habían contado algunos amigos y, por supuesto, a lo que había visto en Rebelde. Siento que la telenovela, si bien fue una de las producciones que despertó mi interés por México, no reflejaba la vida tradicional del país. Si caminas por las calles, ves cosas muy distintas a las que salían en la telenovela, y eso me ha sorprendido para bien”, explica Nour.

El domingo 3 de diciembre, Nour fue una de las 60.000 personas que presenciaron el cuarto de siete conciertos que la banda programó en Ciudad de México. La joven rumana ha expresado que el concierto superó todas sus expectativas: “Creo que los medios internacionales no le hacen justicia a RBD. Quedé impresionada con todos los miembros de la banda. Antes pensaba que Anahí era la que mejor cantaba, pero ahora me he dado cuenta de que todos tienen una voz increíble. Además, cada uno tiene su propio estilo y es fiel a sus creencias. Todos parecen ser seres humanos maravillosos. No tengo duda de que, si alguna vez RBD se vuelve a reunir con sus seis integrantes originales, yo estaré allí”, remata Nour, quien ha asegurado que poder asistir a este concierto ha sido “cumplir el sueño de su niña interior”.

La gira Soy Rebelde Tour concluirá el próximo 21 de diciembre en el Estadio Azteca de Ciudad de México. Aún no hay certeza de qué seguirá para la banda una vez que termine el año. En varios de los conciertos, Anahí ha expresado que esta gira es el adiós que RBD “nunca había podido tener”. Sin embargo, el éxito de los presentaciones (con casi todas las localidades agotadas) hace pensar que estos no serán los últimos conciertos de la banda. Eva Raspudić, Milana Ždero y Salim Dobrnjić aseguran que sería para ellos un sueño que el conjunto agende alguna presentación en los Balcanes próximamente. Al hablar al respecto, cada uno recita la misma frase de la canción No pares de RBD: “No pares nunca de soñar”.

RBD durante un concierto en el Foro Sol de Ciudad de México, el pasado 30 de noviembre.
RBD durante un concierto en el Foro Sol de Ciudad de México, el pasado 30 de noviembre. Eduardo Verdugo (AP)

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