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La Sedena alista la “preoperación” del Tren Maya: a diésel, con dos horarios y a 1.166 pesos el viaje

El proyecto estrella del presidente López Obrador empieza el 15 de diciembre con un recorrido de Campeche a Cancún

El Tren Maya durante un recorrido de prueba, en Mérida, Estado de Yucatán, el pasado 1 de septiembre.
El Tren Maya durante un recorrido de prueba, en Mérida, Estado de Yucatán, el pasado 1 de septiembre.Presidencia
Beatriz Guillén

El general Óscar David Lozano, el encargado del Tren Maya, ha confirmado este lunes que todo sigue como estaba previsto y el proyecto estrella del presidente Andrés Manuel López Obrador inicia el 15 de diciembre. Al menos, una parte de él. “Será una operación, una preoperación, como en inglés le llaman, soft opening”, ha dicho el militar. Lozano ha ajustado algunos detalles: el tren irá a diésel y no será híbrido hasta febrero de 2024; tiene dos horarios para su recorrido de Campeche a Cancún, y vuelta, a las siete de la mañana y a las 11 horas, y los boletos están a la venta por 1.166 pesos en clase turista y 1.862 en clase premier. Lo que se aleja del ticket a 60 pesos para los nacionales como anunció al principio el presidente.

Faltan 11 días para que López Obrador pueda dar por inaugurada su obra clave, y los avances siguen contrarreloj. El recorrido que se va a abrir el 15 de diciembre incluye una parte del tramo 2 y el tramo 3 y 4 completos. En total son 473 kilómetros, por tres Estados, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, de un proyecto que incluye más de 1.500 kilómetros. Se abren 14 estaciones de 34, pero incluso en ese estreno parcial no está todo listo.

Guadalupe Phillips, director de ICA, que construye parte de la infraestructura, ha señalado que las estaciones de Valladolid, Nuevo Xcan y Leona Vicario, del tramo 4, todavía no están concluidas, y que en las de Chichén Itza y Cancún, ya se terminó la obra y se comenzó la etapa de los acabados y el techo. Este lunes no se han dado detalles del avance del resto de estaciones. “Estará en condiciones funcionales y operativas para el inicio de operaciones”, ha insistido el general Lozano, “es un proyecto que es completamente real”. Aunque el funcionario ha reconocido que “se trata precisamente de ajustar en el transcurso”.

Por ejemplo, el director del Instituto Nacional Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto, ha apuntado que el museo de Chichén Itzá, donde está previsto que se expongan colecciones que hasta ahora no habían estado reunidas, lleva un avance del 80%. El Centro de Atención a Visitantes está todavía al 50%.

A pesar de eso, los billetes para el primer viaje a las 7 de la mañana el 16 de diciembre, el día que abre al público, se agotaron en cuestión de minutos el pasado viernes, cuando se pusieron a la venta. “¡Gracias por ser parte de la historia! Primer viaje del Tren Maya agotado. Te invitamos a subirte al Tren Maya en los siguientes viajes”, informó la empresa en su cuenta de X.

Los tramos que se van a inaugurar la próxima semana han sido, desde el inicio, los más sencillos de preparar y construir. A diferencia del tramo 5, que atraviesa el complejo suelo donde están formados los cenotes y que ha cambiado tres veces su trazado, o del 7 que corta la reserva de Calakmul. Está previsto por el presidente que la inauguración del tramo 5, 6 y 7, sea a finales de febrero de 2024. El tramo 1, que une Palenque con el Estado de Campeche, y lo que queda del 2, tendrían que estrenarse el 30 de diciembre.

El impacto ambiental de la construcción del tren ha supuesto desde el principio un lastre al proyecto. La deforestación de miles de hectáreas de selva, la destrucción de manglares, la cimentación del tren en terrenos delicadísimos como los cenotes y cuevas subterráneas, o la construcción de grandes infraestructuras en terreno protegido ha creado un gran frente ambiental contra el proyecto. Que, sin embargo, también ha encontrado muchos defensores, por el rédito económico que podría llegar a una de las regiones más pobres de México.

El presidente está pisando el acelerador para terminar parte de sus proyectos antes de que acabe el año. El 1 de diciembre fue la inauguración del aeropuerto de Tulum, también a cabo de la Secretaría de Defensa. Está ubicado en el municipio de Felipe Carrillo Puerto y ha supuesto una inversión de 3.200 millones de pesos. El nuevo aeropuerto espera recibir al año a 5,5 millones de pasajeros y realizará hasta 32.000 vuelos anuales, de los que el 75% serán extranjeros, según estimaciones de la Sedena. Es una pieza clave también para la conexión con el Tren Maya y el paquete que el Gobierno de México pretende mostrar a los turistas.

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Sobre la firma

Beatriz Guillén
Reportera de EL PAÍS en México. Cubre temas sociales, con especial atención en derechos humanos, justicia, migración y violencia contra las mujeres. Graduada en Periodismo por la Universidad de Valencia y Máster de Periodismo en EL PAÍS.

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