La justicia rusa ordena la detención de Yulia Naválnaya, la viuda del opositor Alexéi Navalni

Un tribunal de Moscú ha puesto en busca y captura a la opositora rusa Yulia Naválnaya bajo la acusación de participar en una “comunidad extremista”. La justicia del distrito Basmanni de la capital rusa ha dictado en ausencia prisión preventiva contra la viuda del disidente Alexéi Navalni, muerto en extrañas circunstancias a los 46 años en una prisión del Círculo Polar Ártico en febrero. “Uy, ¿no se sigue el procedimiento habitual: declaración de agente extranjero, apertura de una causa penal y luego el arresto?”, ha respondido con ironía Naválnaya desde el exilio a través de X, la antigua Twitter.

“El periodo de prisión preventiva cuenta desde el momento de la extradición —de Naválnaya— a la Federación de Rusia o desde el momento de su detención en el territorio de la Federación de Rusia”, ha anunciado el tribunal a través de un comunicado. Sin embargo, es poco probable que la opositora regrese a medio plazo a su país: la disidente y sus hijos fueron las grandes ausencias en el multitudinario adiós al opositor en el cementerio moscovita de Borísov el pasado 1 de marzo.

La justicia rusa no ha ofrecido ningún detalle sobre la acusación que pesa contra la opositora. “Yulia Naválnaya ha sido incluida en la lista de personas declaradas en rebeldía. No encontrará motivos específicos ni enlaces a los materiales en la web del tribunal; simplemente no existen”, ha recalcado por su parte el máximo responsable del departamento legal de la organización que fundó Navalni, Viacheslav Gimadi, en las redes sociales. “Ya lo pensarán”, le ha respondido la propia disidente.

Naválnaya tomó el testigo de su marido al frente de su Fundación contra la corrupción tras su muerte. Las autoridades rusas habían proscrito a esta ONG como “organización extremista” en 2021, pocos meses después de la detención de Navalni a su regreso a Moscú en enero de ese mismo año. El disidente, pese a los ruegos de su entorno, decidió volver a su país tras superar en una clínica alemana su envenenamiento por Novichok durante un viaje por el interior de Rusia.

La viuda de Navalni ha sido elegida además presidenta de la Fundación de Derechos Humanos, una plataforma disidente que anteriormente encabezó el líder del Foro Rusia Libre, Garry Kasparov. “Vladímir Putin es un asesino y un criminal de guerra. Su lugar está en prisión, y no en La Haya, en una acogedora celda con televisor, sino en Rusia, en la misma colonia y en la misma celda de dos por tres metros en la que mató a Alexéi”, ha agregado Naválnaya en su tuit.

La opositora se enfrenta a una pena de cárcel de hasta seis años de prisión. Otros miembros de la Fundación contra la corrupción han ingresado en prisión desde su prohibición. Entre otros casos, la jefa de la plataforma en Ufá, Lilia Chanysheva, fue condenada a nueve años de cárcel. Asimismo, varios periodistas rusos que han sido testigos de los juicios contra Navalni han sido posteriormente apresados y acusados de formar parte de la red del opositor. Por ejemplo, Serguéi Karelin y Konstantín Gábov, de la agencia estadounidense Associated Press (AP) y de la británica Reuters, respectivamente, a los que el Kremlin también señala como “extremistas”.

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