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Xtant, el lugar donde encontrar un sombrero con cientos de horas de trabajo o prendas de lana de ovejas de Mallorca

El encuentro global de artesanos repite en la isla balear con un amplio programa de conferencias, experiencias y un mercado internacional de artesanía patrimonial a los pies de la catedral en Palma

Un puesto en el mercadillo textil Xtant, que se celebra hasta el 20 de junio en Palma (Mallorca).
Un puesto en el mercadillo textil Xtant, que se celebra hasta el 20 de junio en Palma (Mallorca).FRANCISCO UBILLA

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A los pies de la catedral de Palma, en el parque de Ses Voltes, los toldos de vela se suceden uno detrás de otro para dar sombra a los puestos de madera que, camuflados con el color tierra de las murallas, exponen desde ropa, zapatos y sombreros hasta piezas de mantelería, cosmética o tapices. En uno de los extremos de la explanada, colgadas en perchas, están dispuestas una serie de camisas y túnicas de colores claros que, por la abotonadura, hacen rememorar leyendas del lejano oriente. “Busco telas antiguas, sobre todo tela de drap mallorquina. La lavo, recupero y arreglo. Después creo prendas basadas en mis viajes a Japón, es una simbiosis entre ambas culturas”, explica Gabriela Sans, que hace un año y medio creó en su casa de la localidad mallorquina de Deià la firma Gaadart, una marca de ropa artesana con el espíritu de ofrecer una nueva vida a telas de excelente calidad y más de un siglo de antigüedad.

La moda tranquila y reposada, la vuelta a las raíces de los tejidos, a las técnicas artesanas que están en riesgo de desaparición es una de las señas de identidad de Xtant, un encuentro global de artesanía textil patrimonial que por segundo año consecutivo se celebra en Palma. Este año ha reunido a 45 participantes extranjeros y 31 nacionales en el mercado de exposición que se organizará hasta el próximo lunes 20 de junio y que ha venido acompañado de conferencias, talleres de artesanía, experiencias y programas educativos repartidos por distintos lugares de la isla balear.

Marcela Echavarria y Kavita Parmar (a la derecha), fundadoras de Xtant, este viernes en el mercadillo textil celebrado en Palma.
Marcela Echavarria y Kavita Parmar (a la derecha), fundadoras de Xtant, este viernes en el mercadillo textil celebrado en Palma.FRANCISCO UBILLA

Mallorca se ha convertido en la sede permanente de este encuentro global que también pretende tener una edición itinerante que les permita visitar otros lugares y hacer “un acto de activismo”, según explican sus organizadoras, las expertas en textil Kavita Parmar y Marcela Echeverria. Una de las profesionales que repite experiencia es la sombrerera Ana Lamata, que aprendió el oficio de la sombrerera de la reina madre de Inglaterra. Todos sus productos los realiza con técnicas tradicionales, con fibras naturales y tintes que saca de la naturaleza, como el sándalo, el índigo o la cochinilla, y se ha convertido en la única persona en el mundo que sigue tejiendo paja de trigo florentino anudada. “La tradición de tejer la paja a mano está prácticamente extinguida y el trigo florentino no se teje desde mediados del siglo pasado, igual que la paja bakú originaria de Filipinas”, explica mientras muestra un fino sombrero verde oliva. El material que emplea prácticamente ha desaparecido, y ella se encarga de buscarlo por lugares recónditos de todo el mundo, investigando en talleres de sombrereros que cerraron y que lo habían comprado. Cada pieza tiene un trabajo de entre 8 y 800 horas.

Junto a ella, la mallorquina Lorena Blanco expone la cosmética natural que comercializa a través de la firma Viti Vinci, que elabora aceites esenciales, cosméticos y perfumes con plantas autóctonas de la isla mediante el método tradicional del alambique. Ciprés, mirto, pino o hinojo les permiten elaborar desde bálsamos a jabones sólidos o contorno de ojos. “Para nosotros es increíble poder conocer a otra gente de manera artesana y que se reconozca este tipo de trabajo que es difícil”, afirma Blanco. Isabel Morais, de Casa Morais, se dedica a la recuperación de textiles antiguos para el menaje de hogar. Busca en mercadillos y en casas de personas que quieren vender. “Muchos tienen una base de lino española que ya no existe, apenas se produce lino en España y menos de esta calidad. La gente ya no quiere bordar ni hacer labores de mano y todo esto se está perdiendo” señala.

Detalle de uno de los artesanos que participan en el Xtant.
Detalle de uno de los artesanos que participan en el Xtant.FRANCISCO UBILLA

La lana de ovejas autóctonas de Mallorca se convierte en fieltro para zapatos o plantillas en las manos de Gemma Salvador, que realiza el proceso de lavar, cardar y fieltrar la lana que después tiene múltiples usos. “Lo que nos gustaría es que los diseñadores de la isla trabajaran con materias primas de aquí. La lana tiene multitud de propiedades que no son igualables con ninguna fibra sintética”, explica, mientras muestra un cubrebotellas de este material que permite mantener la temperatura de un líquido, tanto si está frío como caliente.

No solo se exponen textiles, también hay otro tipo de artesanía. Rita Soto viene de Chile y se dedica a la joyería contemporánea, que trabaja con la técnica de microcestería con crin de caballo. Un método originario de ese país, cuenta Soto, que también ha tratado de rescatar otro tipo de trabajos tradicionales que están en riesgo de perderse. “Mi padre era joyero y ahí aprendí el trabajo de precisión. Hago mis creaciones con filamentos similares a pelos, muy delgados y hace falta trabajar con buena iluminación y aumento”.

El mercadillo se celebra justo a los pies de la catedral de Palma.
El mercadillo se celebra justo a los pies de la catedral de Palma.FRANCISCO UBILLA

A pesar de la canícula, la explanada está llena de visitantes que se interesan por la muestra y los procesos de los materiales. El lugar evoca esa moda que recupera el tejido, que huye del fast fashion y que busca las prendas y objetos de alta calidad. El epítome de ello es Jaume Llambias, que recupera piezas antiguas mallorquinas para tratarlas y también diseña prendas actuales con tejidos antiguos. “Son prendas cómodas, se tratan los tejidos para darles movimiento. En Mallorca hay mucha tradición de tejidos, son antiquísimos, algunos tienen hasta 100 años”. Junto a él, Moisés Martínez viene de Oaxaca (México), donde tiene un taller en las montañas San Pedro Cajonos. Trabaja con la seda criolla y se encarga de la cría de los gusanos de seda al hilado de la propia seda a mano. “Una de las cualidades de nuestra seda es que respetamos el ciclo de vida del gusano. Realizamos huipiles [blusa o vestido tradicional indígena] que se utilizan en fiestas muy importantes, como eventos religiosos de la comunidad”. Para él, este encuentro de artesanos es algo que le permite mostrar su trabajo a un público más amplio y conocer a otras personas que también se dedican a la artesanía por todo el mundo. “Cada uno se abre haciendo textiles de diferente manera, pero al final el punto de partida para todos es el hilo, que es lo que nos une a todos los que estamos en este lugar”, concluye.

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