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El Ayuntamiento de Alpedrete rectifica y mantiene los nombres de Paco Rabal y Asunción Balaguer en una plaza y la Casa de la Cultura

El alcalde de la localidad, del PP, modifica su decisión tras la reprimenda pública de Ayuso, y es apoyado por Vox, su socio, al que también corrigió la dirección nacional

Concentración a favor de la plaza Francisco Rabal y el Centro Cultural Asunción Balaguer en la localidad madrileña de Alpedrete, el 11 de mayo.
Concentración a favor de la plaza Francisco Rabal y el Centro Cultural Asunción Balaguer en la localidad madrileña de Alpedrete, el 11 de mayo.SERGIO PÉREZ (EFE)
Juan José Mateo

El Ayuntamiento de Alpedrete, en la Comunidad de Madrid, ha decidido este lunes rectificar y volver a instaurar los nombres de la plaza Paco Rabal y de la casa de la cultura Asunción Balaguer, tras apostar a finales de abril por cambiar esas denominaciones a plaza de España y ‘La Cantera’. Así lo ha acordado el equipo de Gobierno de la localidad (15.312 habitantes), formado por PP y Vox, tras una reunión de urgencia que se ha mantenido este lunes por la tarde como consecuencia de las reprimendas públicas protagonizadas por la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y las direcciones nacionales del partido conservador y de la formación de extrema derecha.

Según ha explicado el Consistorio en un comunicado, que recoge la agencia Efe, “se había recogido la voluntad de los vecinos, de nombrar con plaza de España a un espacio viario del municipio, así como Las Canteras a algún espacio municipal”. “Es evidente que no hemos sabido explicar la voluntad de este cambio que, en ningún momento, pretendía menoscabar o despreciar el legado cultural de dos personas queridas, no solo por los vecinos de Alpedrete, sino del conjunto del país, y cumplir con otra voluntad existente en el municipio”, ha señalado el Consistorio. Asimismo, desde Alpedrete han reiterado su “respeto y cariño” a Paco Rabal y Asunción Balaguer, por lo que en la próxima Junta de Gobierno se restituirá el nombre de la plaza y el centro cultural.

Hasta ese punto se ha llegado tras una intervención pública sin precedentes de la presidenta regional y líder del PP autonómico, Díaz Ayuso, que ha puesto negro sobre blanco su oposición al cambio de nombres, que se decidió a finales de abril.

“Desde Comunidad de Madrid y PP de Madrid estamos totalmente en contra de la decisión que ha tomado el alcalde popular de Alpedrete de retirar el nombre de Paco Rabal y Asunción Balaguer a una plaza y a la casa de la cultura”, ha argumentado Díaz Ayuso a través de un mensaje en sus redes sociales.

“En estos días le hemos pedido rectificación ante tamaño error”, ha subrayado. “Ni censura, ni borrado, ni sectarismo ideológico. La cultura tiene que ser libre y plural”, ha finalizado Díaz Ayuso su intervención, que le permite perseverar en su estrategia de achicar el campo de acción de Vox, distinguiendo al PP de la extrema derecha en cuestiones concretas mientras asume otras.

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Sin embargo, también la dirección nacional de Santiago Abascal ha decidido enmendar a sus representantes locales, según ha trasladado el partido a través de un comunicado.

“Esta fue una iniciativa del Alcalde de Alpedrete que erróneamente fue apoyada también por el grupo municipal de Vox”, se afirma en el texto. “El pasado 26 de abril se exigió desde Vox nacional rectificar la decisión y comunicárselo al alcalde del PP”, se añade. “El grupo municipal de Vox en Alpedrete, al que se le ha exigido hoy [por este lunes] nuevamente retractarse, se equivocó al apoyar esta iniciativa. Deben reconocer el error y pedir al alcalde que de marcha atrás con la decisión”, se reclama. “Paco Rabal y Asunción Balaguer son dos destacados artistas que sin ninguna duda han contribuido al enriquecimiento cultural del municipio y del panorama cinematográfico español”.

Esto es lo que había ocurrido en Alpedrete hasta la rectificación de este lunes: la Casa de la Cultura pasó de denominarse Asunción Balaguer a La Cantera, y la plaza donde se encuentra, llamada hasta ahora Paco Rabal, fue rebautizada con el nombre de plaza de España. La pareja se instaló en el pueblo a principios de la década de los ochenta en compañía de sus hijos, donde vivieron hasta su fallecimiento en 2001 y 2019, respectivamente.

“Me congratula que, después de dos semanas y pico, finalmente se hayan pronunciado en contra de esta barbaridad”, ha explicado Benito Rabal en un mensaje enviado a este diario. “El jueves pasado, a preguntas del diputado de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, guardaron silencio, peor, salieron por la tangente hablando de racismo”, ha seguido. “Yo estaba allí”, ha recalcado sobre su presencia en la tribuna de invitados.

Durante el fin de semana, los portavoces de la izquierda se hicieron eco del caso y de las movilizaciones de protesta consecuentes, con cientos de personas reuniéndose en Alpedrete para protestar contra la retirada de las placas. Este mismo lunes, Joaquín Segado, el portavoz del PP en la Asamblea Regional de Murcia, de donde era originario el actor, avanzó que su grupo apoyará la declaración institucional impulsada por Podemos en apoyo de Rabal y Balaguer. La soledad del alcalde Rodríguez ya ha sido total cuando al mensaje de Díaz Ayuso se han unido este lunes otros igualmente críticos del portavoz del PP nacional, Borja Sémper, y del presidente de Murcia, Fernando López-Miras.

“Esta decisión es un despropósito”, ha escrito en sus redes sociales el portavoz de los conservadores sobre la retirada de las placas. “Confiamos en una rectificación urgente del ayuntamiento”.

“Gracias por defender siempre la libertad y la cultura”, ha celebrado López Miras sobre la actitud de Díaz Ayuso.

No obstante, las muestras públicas de rechazo de integrantes del PP han llegado mucho después de las de los rostros más reconocibles de la izquierda de la región, que llevan varios días visibilizando la polémica, y que este lunes han celebrado el mensaje de la presidenta regional.

“La movilización masiva de los vecinos y vecinas de Alpedrete obliga a Ayuso a posicionarse contra su alcalde”, ha reaccionado Manuela Bergerot, la líder de Más Madrid. “Ahora tiene que obligarle a dar marcha atrás”.

“Me alegro de que las movilizaciones de estas semanas hayan dado su fruto y hayan hecho que la Señora Ayuso pida rectificar al alcalde del PP de Alpedrete”, ha coincidido Juan Lobato, el líder del PSOE madrileño, desplazado este fin de semana al municipio de Alpedrete.

La intervención de Díaz Ayuso en contra de un alcalde de su propio partido no tiene precedentes. Desde que accedió al poder orgánico, en mayo de 2021, nunca había hecho algo semejante. Investida de un control absoluto de la organización, que ejecuta su número dos, Alfonso Serrano, con mano de hierro en guante de seda, la mayoría de cuitas orgánicas se habían dirimido internamente, sin trascender a la luz pública. Hasta ahora.

La baronesa llegó al poder en el partido tras una dura batalla interna con la dirección de Pablo Casado, que veía con suspicacias que concentrara la presidencia de la región y del partido autonómico. El propio alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, se mostró en contra de esa posibilidad, hasta tener que asumirla como un hecho inevitable cuando Casado dimitió y Alberto Núñez Feijóo accedió a la presidencia del PP nacional. En ese momento, el PP enterró a toda prisa la guerra interna que se había abierto alrededor de la comisión cobrada por el hermano de Díaz Ayuso por facilitar el cumplimiento de un contrato firmado por la empresa Priviet con la Administración que preside su hermana, y se inició un tiempo nuevo marcado por las constantes muestras de apoyo mutuo de la dirección nacional y la regional.

Teresa Rabal y Benito Rabal durante la concentración a favor de la plaza Francisco Rabal y el Centro Cultural Asunción Balaguer, celebrada el sábado 11 de mayo en Alpedrete (Madrid).
Teresa Rabal y Benito Rabal durante la concentración a favor de la plaza Francisco Rabal y el Centro Cultural Asunción Balaguer, celebrada el sábado 11 de mayo en Alpedrete (Madrid).SERGIO PÉREZ (EFE)

Desde entonces, Díaz Ayuso ha ejercido su poder orgánico sin grandes escándalos. El partido asumió que eligiera para una vicesecretaría clave a Ana Millán, una política investigada por prevaricación administrativa. Al tiempo, digirió la influencia que ejerció en la elaboración de las listas electorales para las municipales y las autonómicas de 2023 como un peaje inevitable, incluso cuando llenó la lista de la capital que encabezaba Martínez-Almeida de exconsejeros autonómicos para los que no tenía cabida en la Administración regional. Lo que no había ocurrido hasta ahora era que Díaz Ayuso diera un golpe en la mesa público como este. Y ha sonado alto y claro. En apenas unas horas, el alcalde ha rectificado su decisión.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.
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