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Vivas ve en la negativa del PSOE a llegar a un acuerdo en Ceuta una “táctica” para “demostrar que el PP solo puede pactar con Vox”

El presidente de la ciudad autónoma asegura que Feijóo “apoya” su cordón sanitario seguido con el partido ultra y se toma el no socialista como “un veto a Ceuta”

PSOE Ceuta
Juan Jesús Vivas, presidente de la ciudad Autónoma de Ceuta, en una entrevista el pasado 7 de mayo en la ciudad autónoma.Joaquin Sanchez
Cádiz / Madrid -

El presidente de Ceuta, el popular Juan Jesús Vivas, ha acusado al PSOE de moverse “por intereses partidistas”, después de que el partido de izquierdas lanzase este jueves un comunicado en el que rechazaba cualquier pacto con el PP en la ciudad autónoma. Vivas, que gobierna la ciudad en minoría después de ser la fuerza más votada tras las elecciones del 28-M, ha asegurado que inició conversaciones con los socialistas para llegar a un acuerdo que otorgara estabilidad a su mandato. Pero fue el PSOE quien, según asegura el presidente ceutí, primero le pidió entrar “en coalición” y luego rompió esa posibilidad con el comunicado en el que los socialistas han asegurado que “en la actualidad no hay ni puede haber un pacto de Gobierno” con el PP de Feijóo. “Este veto no es a mí, es a Ceuta, con los riesgos que concurren a los intereses generales de España. No entiendo el cambio de postura, salvo por intereses partidistas”, ha afirmado en una conversación telefónica con EL PAÍS este viernes. Poco antes había asegurado en una entrevista en Antena 3 que, con este movimiento, los socialistas “intentan demostrar que el PP solo puede pactar con Vox”. Con todo, él se reafirma: “Mantengo mi compromiso de no pactar con Vox”.

El 28-M los populares fueron la fuerza más votada en la ciudad autónoma, con nueve diputados, pero sin alcanzar los 13 escaños que exige la mayoría absoluta. En segunda posición quedó el PSOE, con seis, seguido de Vox, con cinco. Ante este escenario, el presidente de Ceuta ha asegurado que inició conversaciones con los socialistas al ser el segundo partido con más apoyos, y tras descartar desde el principio cualquier tipo de acuerdo con el partido de Santiago Abascal, partido con el que nunca ha ocultado su falta de entendimiento por sus planteamientos ultras con respecto a la población musulmana o la migración. Sin embargo, Ceuta, como ciudad autónoma rige sus elecciones por la legislación para los ayuntamientos, lo que en la práctica supone que sin mayoría absoluta se convierte en alcalde-presidente la fuerza más votada, aunque gobernando en minoría. Eso fue lo que le ocurrió a Vivas en 2019 (con la abstención del PSOE) y este pasado 17 de junio (de nuevo con la abstención socialista y, esta vez, de los de Vox).

Con un escenario para el PP ceutí calcado del de 2019, Vivas podría haber repetido su forma de operar para los próximos cuatro años, en los que negoció apoyos en las otras fuerzas, salvo Vox, para sacar adelante su gestión. “La diferencia es que buscaba un gran acuerdo de gobernabilidad para evitar ese partido a partido en cada Asamblea, ya que se pierden muchas fuerzas en eso”, apunta una fuente de su entorno. Según Vivas, durante las conversaciones con los socialistas, estos le exigieron entrar a formar parte del Gobierno de la ciudad como condición indispensable para otorgarle cualquier tipo de apoyo, y ambas partes quedaron a expensas de que cualquier pacto fuera ratificado por los órganos de dirección regionales y estatales. “En esos trabajos que veníamos desarrollando para concretar el contenido del acuerdo, en cuanto a ejes prioritarios y objetivos, de una manera sorprendente, absolutamente injustificada, y sobre todo, de manera nada argumentada, ayer [este jueves] recibimos el mensaje por parte del PSOE de que el PP estaba vetado para alcanzar cualquier tipo de acuerdo”, ha asegurado. ”Me he sentido decepcionado porque siempre hemos actuado con lealtad al Gobierno”, ha añadido el presidente.

En el comunicado emitido este jueves, el PSOE se apresuraba en desmentir que hubiera ningún acuerdo con el PP. “Los socialistas ceutíes hemos demostrado sobradamente nuestra apuesta por el diálogo y nuestro compromiso con la estabilidad de Ceuta, pero ahora no es momento de pactos”, se decía. Sin embargo, en declaraciones a la televisión local en días anteriores, el líder socialista en Ceuta, Juan Gutiérrez, había manifestado la posibilidad de un acuerdo de coalición. Medios locales como El Faro de Ceuta llegaron a hablar incluso de competencias concretas para los socialistas. “[Las negociaciones] no estaban tan avanzadas como se ha dicho, aunque sí se había hablado. Lo último que se acordó era un ‘vayámonos de vacaciones”, apuntan fuentes cercanas al PSOE ceutí, que aseguran que en Ferraz sí sabían de esas conversaciones y que la consigna era la misma, la de reactivar la negociación en septiembre, cuando se retoma la actividad de la Asamblea.

Madrid queda muy lejos de Ceuta, tanto para el PSOE como para el PP, y ninguna de las organizaciones locales de ambos partidos veían como algo descabellado lo que Vivas había denominado como “el gran pacto”. El presidente de Ceuta ha asegurado que en la dirección nacional del PP no estaban al tanto del detalle de las negociaciones, ya que pretendía informar sobre ellas cuando estuviesen más maduras. “Quedamos en que lo someteríamos a consulta con los órganos de dirección. Pero ni ha sido posible por el veto”, explica Vivas. Al otro lado, el PSOE no veía con malos ojos entrar en el gobierno de la ciudad, después de haber pasado cuatro años desde que hicieron a Vivas presidente con su abstención y llegaron a diversos acuerdos parlamentarios, como los Presupuestos de 2023. “Lo único claro es que el apoyo no podía volver a ser gratis como en la anterior legislatura, más aun cuando Vivas está en minoría muy escasa”, reconocen las mismas fuentes cercanas a los socialistas ceutíes.

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Vivas, de 70 años y funcionario jubilado, gobierna en Ceuta desde 2001 y es uno de los líderes autonómicos con más años continuados al frente de una administración autónoma. En esos 22 años dice haber entendido que hay cuestiones de Estado en la ciudad, como la convivencia entre culturas o la frontera con Marruecos, para los que prefiere el entendimiento con el resto de fuerzas de la Asamblea. Ese planteamiento se reforzó aún más en mayo de 2021, cuando entraron en la ciudad más de 11.000 inmigrantes sin documentación sin que las autoridades marroquíes opusieran resistencias. Ese suceso le recordó algo que ya había experimentado anteriormente, que Vox distaba mucho de ser un socio fiable. Una prueba de ello es que la Asamblea de la ciudad autónoma nombró persona non grata a Abascal en julio de 2021 gracias a la abstención de los nueve diputados del PP, tras los disturbios provocados durante la visita del líder de Vox en mayo a raíz de la crisis fronteriza con Marruecos.

“Con Vox lo que hay son profundas diferencias en cuanto la visión que tenemos acerca de Ceuta y de cómo se defienden los pilares de nuestra ciudad”, ha asegurado el presidente, que los enumera en “la Constitución, la igualdad y españolidad de todos los ciudadanos de Ceuta”. Y para Vivas el partido ultra “condiciona la colaboración a quien esté en el Gobierno, no reconoce la convivencia y, por tanto, no participa” de esos principios. Aunque la suma con los ultras le garantizaría la mayoría absoluta en la Asamblea de Ceuta, que está en 13 escaños, Vivas mantiene de momento su palabra de no llegar a ningún pacto con la ultraderecha, al contrario que el resto de líderes territoriales de su partido que han cerrado pactos de investidura o de gobierno con Vox. También por el alejamiento hasta en lo personal con un partido que convirtió la asamblea en un espectáculo constante y que dirigió a Vivas todo tipo de insultos, como “mafioso o criminal”, como recuerdan desde su equipo. “Ahora han cambiado de portavoz y el tono ha cambiado. Por lo menos nos dan los ‘buenos días’ cuando nos cruzamos, porque antes, ni eso”, apunta la misma fuente, evidentemente molesta.

La dirección nacional del PP ha mostrado su apoyo a Vivas, y ha recordado que ellos apoyaron al PSOE tanto en Barcelona “para que no gobernaran los independentistas” como en Vitoria “para que no gobernase Bildu”. También el líder de la formación, Alberto Núñez Feijóo, ha mostrado su apoyo al presidente Ceutí, afirmando a la vez que la actitud de los socialistas es perseverar en el bloqueo. “Pedro Sánchez bloquea un acuerdo por la estabilidad en Ceuta. El PP es un partido de Estado. Nuestro deber es fortalecer la cohesión social y proteger a los ciudadanos, frente a ese interés por mantenerse en el poder”, ha escrito en un tuit Feijóo este viernes. Vivas agradece el capote de su líder nacional y asegura que también abarca “el apoyo de la línea seguida con Vox”. Ahora, con los ultras descartados por él y el PSOE autoexcluido de la ecuación para ese “gran pacto” que buscaba, solo le queda explorar la vía de alcanzar un acuerdo con los partidos locales MDyC y Ceuta ya! Pero eso, en principio, será en septiembre.


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