Un juzgado condena a Desokupa por vulnerar el derecho a la imagen de un hombre en las redes sociales

Una sentencia acaba de golpear la base sobre la que se asienta el negocio de Desokupa: las redes sociales. La compañía, dedicada a los desalojos extrajudiciales, ha sido condenada a pagar 5.899 euros por vulnerar el derecho a la imagen de una persona a través de Instagram y Facebook para anunciar su propio negocio. El Juzgado de Primera Instancia número 42 de Barcelona sostiene que las redes sociales donde publicitan “los éxitos” de la compañía dirigida por Daniel Esteve “no tienen una mera finalidad divulgativa”. En realidad, contribuyen “a la publicitación de la marca” y, por tanto, “a la captación de potenciales clientes futuros”. La resolución, que todavía no es firme, ordena también retirar de las redes sociales los vídeos en los que aparece el denunciante.

El caso arranca en enero de 2022, cuando Desokupa interviene en una nave ocupada de Cornellà de Llobregat, contratada por el dueño. Una actuación que Esteve anunció a través de sus redes sociales. Conocedor de la situación, el denunciante, Shervin Mansouri Guilani, acudió para apoyar a las personas implicadas en el desalojo forzoso, según ha avanzado Nació Digital. Desokupa grabó su actuación en Cornellà, donde salía Mansouri, sin que él diese su consentimiento ni de manera explícita ni tácita, y difundió el vídeo en Instagram y en Facebook. El tribunal señala que tuvo al menos 75.800 reproducciones en Instagram, 227.000 en Facebook, más de 8.000 me gusta y 2.100 comentarios hasta el 14 de enero de 2022.

En su defensa, Desokupa sostiene que “no monetiza” su actividad en las redes sociales y asegura que se publicita por otros medios. Pero el juez sostiene que “ninguno de ellos” ha sido “aportado al procedimiento, más allá de una página web, de cuya existencia poco conocimiento podría tenerse sin una actividad previa de difusión que la ponga en el mercado”. Tampoco acepta el intento de Esteve de desvincular sus redes sociales de la empresa Desokupa. La resolución judicial repasa todos los argumentos por los que las redes sociales de Esteve son también las de Desokupa: el nick de la cuenta (desokupa), la definición del perfil —”Desokupa de Dani Esteve empresa especializada en la intermediación de pisos ocupados ilegalmente”— y el teléfono de contacto de la empresa. Igualmente, el juzgado repasa cómo informó Esteve de la actuación en Cornellà de Llobregat, con, según su criterio, comentarios publicados “por la propia empresa” en los que “se desprende una actuación en interés” de la misma.

En la misma demanda, el denunciante, defendido por el abogado Bernat Barceló, esgrimía una intromisión en su derecho al honor. Esteve se refirió en sus redes a una actuación contra “un colectivo de perroflautas”, a los que definió como “bichos” y “ratitas” y los acusó de amenazar a los vecinos. “¡Que empiecen los juegos del hambre!”, acababa el escrito que publicó junto al vídeo. En este caso, la sentencia argumenta que el texto no menciona al denunciante, ni se dirige a él de manera unívoca, ni lo etiqueta, por lo que desestima su pretensión.

Sobre la cuantía, el tribunal considera que se ajusta a derecho la cantidad de 5.899 euros que reclama el demandante, que se basa en las tarifas que costaría realizar un vídeo publicitario de ese tipo. También señala que en ningún momento Desokupa ha presentado ninguna “contraprueba o alegación” en relación con la cantidad exigida por el denunciante. El vídeo sigue colgado en las redes sociales, según ha podido comprobar este diario. La sentencia todavía no es firme y la empresa puede recurrir la decisión judicial.

Desokupa ha vuelto de nuevo al foco mediático estos días después de colocar una lona en el centro de Madrid en la que ataca al actual Gobierno. También en las elecciones municipales atizó un conflicto inexistente hasta ese momento con un local okupado en el barrio de la Bonanova, en la zona alta de Barcelona, y convocó varias manifestaciones en la ciudad, con escasa participación. En 2021, Esteve intentó de nuevo a través de una lona tener eco mediático al calor de unas elecciones: en este caso, las que convocó en mayo de ese año la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Entonces, la estrategia publicitaria tuvo poco eco mediático.

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