_
_
_
_
renovación del poder judicial
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Acuerdo de pastores, los lobos muertos

La espiral de confrontación, el asedio al poder, la estratega destructora ‘ad personam’… quizá continúen, pero desde el pacto de este martes sobre el Poder Judicial carecerán de credibilidad moral y legitimidad

Bolaños, Jourová y González Pons, durante una reunión.
Bolaños, Jourová y González Pons, durante una reunión.Comisión Europea (Comisión Europea)
Xavier Vidal-Folch

Ni el más optimista (y somos algunos) lo imaginó. La espiral de confrontación, el asedio al poder, la estratega destructora ad personam… quizá continúen. Pero desde el pacto de este martes sobre el Poder Judicial carecerán de credibilidad moral, de cualquier atisbo de legitimidad y de encaje en lo que marca tendencia. Es lo que tiene no ya una reunión juerguera de pastores, sino su acuerdo de futuro y de trabajo: la víctima no es la oveja desprotegida, como en el refrán, sino la loba y los lobos amenazantes, huelgan apellidos.

Quien pacta, gana, aunque no consiga todo lo deseado. Quien se excluye, pierde, porque se enfrenta a la esencia triple del estilo democrático (dialogar/negociar/acordar) y se desarraiga de la inmensa mayoría, contraria a guerrear sin dividendos. Gana Pedro Sánchez, por vía del arquitecto jurídico Félix Bolaños. Porque desmiente que solo crezca en el litigio y la ruina ajena; porque encauza un problema enquistado durante cinco años; y porque lo resuelve como dijo, inmediatamente completar los nombramientos quienes reemplazarán a los miembros marchitos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ); posteriormente acordar las reformas legislativas.

Gana también Feijóo, por vía de González-Pons, pues alimenta la ilusión que muchos sospechábamos había abandonado para siempre: la querencia por cierta moderación, o al menos ponderación. Pues simboliza —¡al fin!— que manda sobre la ultra de la moto-sierra madrileña. Pues disimula el radical revés para su propuesta corporativista de que los jueces y solo ellos eligiesen a sus cargos: La reforma de la provisión de cargos no se acuerda, se pospone en el calendario hasta que el nuevo CGPJ estudie, compare con los vecinos europeos, compre una fórmula y la venda al Parlamento. Por mayoría cualificada de tres quintos, ese incentivo para el consenso. Nadie sabe cuál será la alquimia definitiva.

Lo feo del acuerdo es lateral a su virtud esencial, pero infame: el anuncio de promocionar al Tribunal Constitucional al gran enredón del Consejo, José María Macías, ese abogado de Cuatrecasas (despacho especializado en el lindar de optimizaciones fiscales discutibles), ese aventajado de Federico Trillo en amenazas implícitas, venganzas frías, protección de colocables y favorcitos a devolver con intereses.

Claro que eso palidece ante la enorme ganancia de la sociedad, justiciables, togados, víctimas. La ganancia de la democracia española. Que en caso de eternizarse el bloqueo (aunque fuese por parte de la oposición) iba a sufrir un varapalo en el próximo Informe sobre el Estado de derecho de la Comisión Europea, auspiciado por otra gran enredona en el Parlamento de Estrasburgo. La propuesta firmada ayer brilla por evitar ese problema y sus efectos reputacionales y económicos. Y por las mejoras en incompatibilidades, cuarentenas, requisitos, y procedimientos que parecen, en rápida lectura diagonal, más que respetables.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_