Cae una red dedicada a la venta y distribución de ‘gas de la risa’ en la Costa del Sol

Una operación conjunta de la Policía Nacional y la Policía Local de Málaga ha servido para desmantelar una red dedicada a la venta y distribución de óxido nitroso —conocido como gas de la risa— en locales de ocio de la Costa del Sol. A la banda, que también operaba con otras sustancias estupefacientes, se le han intervenido 47 bombonas de óxido nitroso, tres kilos de marihuana, uno de hachís y 600 dosis de psicotrópicos, además de dinero en metálico. Durante la operación, denominada Smile, han sido detenidas 10 personas, a las que se les imputan los delitos de grupo criminal y contra la salud pública.

El llamado gas de la risa es una sustancia con propiedades anestésicas, analgésicas y disociativas. No tiene color ni olor, pero sí un ligero sabor dulce. Fácil de encontrar a un precio asequible —entre tres y cinco euros cada dosis— se ha vuelto popular entre los jóvenes y se ha convertido “en una droga de moda en Europa”, según un informe publicado por el Ministerio de Sanidad el pasado mes de mayo. Sus efectos son tan rápidos como efímeros, pero su consumo puede traer graves consecuencias sobre la salud, más aún si se combina con alcohol. En dosis excesivas puede desencadenar un infarto de miocardio. También puede generar alteraciones de la percepción y del sistema nervioso, como ya avisó la Policía Nacional hace dos veranos después de dos accidentes ocurridos en Marbella ligados al óxido nitroso. En el primero, una menor se lanzó al vacío desde un puente. Y en el segundo, un joven británico se arrojó desde el balcón de una tercera planta. Ambos habían consumido esta sustancia poco antes y sufrieron graves lesiones a consecuencia de su caída.

El gas de la risa se comercializa en internet a través de bombonas o cápsulas. Su uso es habitual en alimentación —generalmente como conservante— pero su venta para consumo humano está considerada como un delito contra la salud pública. Quienes lo toman lo suelen hacer en globos cargados previamente en bombonas. Y fue precisamente la aprehensión de numerosas botellas de gas en la ciudad de Málaga en los últimos meses por parte del Grupo de Investigación y Protección de la Policía Local la que levantó las sospechas policiales de que podría haber un grupo organizado dedicado a su distribución.

La investigación arrancó de manera conjunta con la Policía Nacional. Los agentes pronto pudieron averiguar que había un grupo que operaba con esta y otras sustancias cuyos miembros estaban asentados en distintos barrios de la zona norte de la capital malagueña. Poco a poco fueron identificando hasta 10 personas que distribuían óxido nitroso en locales de ocio de la Costa del Sol. Además, comprobaron que también se dedicaban a traer hachís y marihuana desde Marruecos para vender ambas sustancias estupefacientes posteriormente por menudo tanto en la ciudad de Málaga como en Cártama, localidad de su área metropolitana. También realizaban el camino contrario: exportaban a suelo marroquí pastillas psicotrópicas que conseguían a través de personas que por cuyo diagnóstico las tenían recetadas. En ambos trayectos, vía Melilla, utilizaban mulas humanas.

Tras apuntalar la operación, los agentes de ambos cuerpos policiales consiguieron detener a la decena de personas que habían identificado y realizaron seis registros, cinco domicilios relacionados con los investigados y un local. En ellos intervinieron 47 bombonas de óxido nitroso, tres kilogramos de marihuana y uno de hachís, además 600 dosis de psicotrópicos, cuatro vehículos, 9.000 euros y 7.000 dirhams. También tres catanas y un cuchillo de grandes dimensiones, entre otros efectos. A los arrestados se les imputan delitos contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal.

Esta no es la primera operación policial importante realizada en Málaga contra el gas de la risa. Hace algo más de dos años, entre enero y febrero de 2021, la Policía Nacional intervino 1.200 bombonas en dos operaciones realizadas en Marbella y detuvo a ocho personas. En la primera, la agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional de Fuengirola intervenían hasta 800 bombonas en una nave industrial de un polígono marbellí y detenía a cuatro personas por un delito contra la salud pública, además de pertenencia a organización criminal. Eran miembros de una red que distribuían las botellas en fiestas privadas de la Costa del Sol. En la segunda, otros cuatro varones resultaron arrestados por agentes de la comisaría de Torremolinos por dedicarse a la importación y distribución de este nocivo gas en discotecas y fiestas.