El PSOE andaluz pacta una decena de despidos y prejubilaciones para ajustar sus cuentas

La salida del PSOE del Gobierno de la Junta de Andalucía hace cuatro años, tras las elecciones de diciembre de 2018, dejó a esta organización no solo en la oposición y sin rumbo claro. También lastró su economía. Dejó de ingresar las cuotas extraordinarias de los militantes que ocupaban altos cargos de la Junta y las subvenciones del grupo parlamentario se han reducido en un 27% desde su último año en el poder: de 4 millones anuales a 2,9 millones en la actualidad.

La consecuencia de esta falta de recursos es que el PSOE que ahora dirige Juan Espadas ha tenido que acometer despidos y prejubilaciones para ajustar sus cuentas y rebajar su masa salarial, según fuentes de la dirección socialista. El PSOE andaluz tiene en nómina a 35 personas y están en marcha hasta 10 salidas para “adaptar la estructura organizativa a los ingresos reales”, señalan estas fuentes. Estos recortes son inéditos en una organización política que permaneció casi 37 años al frente de la Junta de Andalucía, pero que ahora son necesarios después de tocar suelo en las elecciones autonómicas del pasado 19 de junio, cuando perdió tres escaños: de 33 a 30.

Sin embargo, cuando más se resintieron sus cuentas fue tras las elecciones de 2018. El PSOE ganó esa convocatoria, pero perdió la Junta. El grupo descendió en 14 diputados (de 47 a 33) y también su presupuesto anual. Solo en subvenciones parlamentarias el PSOE de Andalucía pasó de recibir 4 millones de euros anuales en el periodo 2015-2018; a 3,2 millones en 2018-2022; y desde la constitución del nuevo Parlamento, en julio pasado, 2,9, según fuentes socialistas.

“Lo que estamos haciendo no es nada raro. Se tenía que haber mucho antes, cuando pasamos de tener 47 diputados a 33, porque hemos sufrido una merma económica impresionante”, aseguran fuentes del PSOE andaluz en tono de reproche a la anterior ejecutiva dirigida por Susana Díaz.

El PSOE de Andalucía no hace públicas sus cuentas, que son aprobadas anualmente por el comité director, el máximo órgano de decisión entre congresos. Y denegó la petición de este periódico para conocerlas en la que deben figurar, además de las subvenciones parlamentarias, los ingresos previstos por cuotas de afiliados (45.374, según el último censo utilizado para las primarias) y las aportaciones extra que afectan a los cargos electos e institucionales (parlamentarios autonómicos, diputados, senadores, alcaldes...).

En su página web, bajo el epígrafe “Transparencia” lo único que consta al respecto es el presupuesto para 2021 del PSOE federal, que incluye a todas sus federaciones.

Los socialistas andaluces enviaron el 28 de julio pasado a sus agrupaciones locales una circular, firmada por el secretario de Administración del PSOE y con un número de cuenta bancaria, pidiéndoles dinero para “reajustar la financiación del partido”. En ese comunicado, del que se supo a través de la cuenta en Twitter del grupo crítico Hacer PSOE, se establecía “un marco de colaboración” entre la estructura regional y las agrupaciones locales para que estas aportaran fondos en función de su liquidez. Así para las que tenían más de 10.000 euros saldo acumulado a diciembre de 2021, “el porcentaje de colaboración” al regional se establecía en el 15%; para las de entre 7.500 y 10.000 euros de liquidez era el 10%; y para entre los 5.000 y los 7.000 euros, el 7,5% del saldo.

Esta petición causó revuelo y bajo el anonimato hubo voces que hablaron de “impuesto revolucionario” o “requisamiento”. Esta fórmula, aseguran desde la dirección regional, se ha utilizado en otras ocasiones de forma “multidireccional” en la que la dirección regional aportaba recursos a las ejecutivas locales. “Lo que estamos haciendo es nuestra obligación y responsabilidad y todas las prejubilaciones y despidos queremos que sean pactados”, afirman desde el PSOE andaluz.

Situación bancaria

Cuando Susana Díaz dejó la secretaría general del PSOE andaluz, en el mes de junio de 2021, tras perder las elecciones primarias por casi 17 puntos ante Juan Espadas, la ejecutiva saliente presentó un informe de la situación bancaria del PSOE andaluz y del grupo parlamentario con fecha del 23 de julio, publicado por Economía Digital. Dejó un saldo favorable de 1,9 millones de euros, de los que 1.020.000 euros figuran en una cuenta a “plazo fijo pignoraticio”. Es una cantidad inmovilizada para hacer frente al pago de la sede del PSOE de Sevilla, según explican las fuentes del PSOE consultadas. La siguiente partida más abultada es la que figura en otra cuenta con las subvenciones del grupo parlamentario (665.666, 54 euros), un dinero que se recibió una semana antes de la presentación del informe de la situación bancaria de la dirección socialista saliente, según destacan estas fuentes.