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Es solo ‘rock and roll’: las obsesiones musicales de Hedi Slimane

El diseñador francés, que reivindica un legado cultural que encuentra eco hasta en TikTok, habló de ello a propósito de su colección femenina para el otoño/invierno de Celine

Hedi Slimane Rock
Modelo con uno de los 'looks' de la colección otoño-invierno.Hedi Slimane

En diciembre de 2022, Hedi Slimane volvía a Los Ángeles. “Aún me siento de allí. Es una parte significativa de mí, creativa y emocionalmente”, dijo. El sueño californiano del creador que acuñó la silueta masculina en Dior Homme tal y como hoy la (re)conocemos, imbatible aún tras dos décadas largas de dominación, se vio interrumpido repentinamente en 2016 por un problema de tinnitus (ese molesto pitido en el oído) que lo condujo al borde de la depresión. Piruetas del destino, entonces también concluyó su contrato como director artístico de Saint Laurent. Así que, tras casi una década de gozoso exilio voluntario, puso rumbo a París. “Encontré cierta paz al regresar a Francia. Pero sigo teniendo nostalgia de aquel periodo fascinante”, admitió. “California siempre será mi hogar y el sitio de mi recreo”.

Para entender el significado de su retorno al lugar donde una vez encontró la libertad —a punto de renovar con Dior, en 2007 rompió la baraja, compró una casa en las colinas de Hollywood, dejó la moda y se consagró de nuevo a la fotografía, su primera pulsión creativa—, Slimane (París, 55 años) despachó largo y tendido con la periodista y escritora estadounidense Lizzy Goodman, él, que apenas concede entrevistas. La charla con la autora de Meet Me in the Bathroom, historia oral del último episodio de romanticismo rockero en el Nueva York de los primeros años de la década de 2000, debía explicar la muy referencial localización en el histórico teatro Wiltern angelino del desfile de la colección femenina otoño/invierno 2023-2024 de Celine, la marca en la que el diseñador continúa predicando su particular evangelio de la juventud desde hace un lustro. Pero ha resultado bastante más enjundiosa, a leer como testimonio no solo artístico, sino también existencial, de un creador de moda que encontró en la música su expresión y hasta su razón de ser.


Modelos en el backstage.
Modelos en el backstage.Hedi Slimane

“Vestir a bandas y músicos para sus conciertos ha sido parte fundamental de mi proceso de diseño desde el principio. Como fotógrafo, en especial de la escena rock, le añadía background, contexto, a ese trabajo”, revela nada más empezar la conversación con Goodman. Slimane se presenta como un viajero del dharma musical, explorador de realidades alternativas en búsqueda de su identidad. Siguiendo el ritmo del zeitgest de París a Berlín, pasando por Nueva York y Londres, encontró su propia voz entre los artistas emergentes —y sus comunidades de fans— que con “ingenuidad optimista”, dice, definieron el estado del planeta juvenil tras el 11-S. “¿Has visto a esos chicos estilosos en medio de la revuelta?”, se preguntaban los británicos The Libertines en Time for Heroes, himno generacional. “Para mí, siempre se ha tratado de la música, y la moda sirve a la música, la potencia. Supongo que los músicos que conocí al inicio de mi carrera, como los de ahora, lo entendían así. Seguramente se reconocían en mis diseños. Y para mí ha sido emocionante ver que el destino final de mis prendas eran los escenarios y participar de las actuaciones”, continúa.

Cuando Pierre Bergé dio con él, en 1996, y lo colocó en situación de privilegio como director creativo de la colección masculina Rive Gauche, de Yves Saint Laurent, con solo 27 años, Slimane ya le tenía cortado el patrón al hombre que deseaba vestir. Inspirado/obsesionado por las escurridas hechuras mod, el Elvis ceñido en cuero del comeback de 1968 (gentileza del diseñador de vestuario Bill Belew), las creaciones de Ossie Clark para Mick Jagger y la androginia glam de David Bowie, estilizó volúmenes y redujo proporciones para establecer un rejuvenecedor diálogo entre la ropa y la anatomía masculina como nunca antes se había escuchado. Las lazadas al cuello, los escotes, la ausencia de mangas, las pinzas provocativas son desde entonces canon. También la silueta slim fit. Cuenta a Goodman que sus prendas estaban dedicadas a los grupos del momento. Él pensaba qué vestirían durante los conciertos y las colecciones salían solas, de manera orgánica. Diseñó y lanzó los vaqueros pitillo en cuanto llegó a Dior y, de alguna forma, su silueta fue adoptada por esta generación.

El teatro Wiltern, donde se celebró el desfile, es toda una institución de Los Ángeles.
El teatro Wiltern, donde se celebró el desfile, es toda una institución de Los Ángeles.Hedi Slimane
Uno de los miembros de la banda de rock The Strokes, durante su actuación en la fiesta tras el desfile de Celine en Los Ángeles.
Uno de los miembros de la banda de rock The Strokes, durante su actuación en la fiesta tras el desfile de Celine en Los Ángeles.Hedi Slimane
Después del desfile, salió a escena un enérgico Iggy Pop.
Después del desfile, salió a escena un enérgico Iggy Pop.Hedi Slimane

En términos de estilo, he aquí uno de los creadores más honestos consigo mismo de los que haya noticia en las últimas dos décadas. En YSL Rive Gauche, en Dior Homme, en Saint Laurent o en Celine, Hedi Slimane siempre es Hedi Slimane. Hay quien dice que arrasa allí por donde pasa, pero la hierba siempre crece y reverdece donde ha dejado su marca (en Saint Laurent cuadruplicó los beneficios en apenas cuatro años y, ahora mismo, Celine ya dobla los suyos, hasta los 2.000 millones de euros que se estima ingresará este año). A quienes le acusan de repetir fórmula, desvirtuada por otros hasta la náusea, tiene algo que decirles: “El sentido de repetición y consistencia, de autocitarte, es condición clave en la cristalización del estilo y su prolongación en el tiempo. Quieres repetirte constantemente para perfeccionar una sintaxis propia, de la que te adueñas con perseverancia y dedicación”. Y vuelve a la música en plan metafórico: “Que se te reconozca en cuanto suena la primera nota. Esto no va de ser modernos a toda costa, de competir en popularidad. Es un compromiso, tu historia íntima, tu verdad. Considérate afortunado de conseguir tu propio estilo, uno solo por el que vas a ser recordado, que se convertirá en tu caricatura, en tu sonido. Cuanto mayor sea la caricatura, más potente será el estilo. Supongo que yo soy sinónimo de punk rock e indie en la moda, además de ser conocido por la androginia de mis modelos. Precisamente aquello en lo que he militado y me he empeñado durante más de 20 años. Es una caricatura que hago mía feliz”, explica en la conversación con Lizzy Goodman.

El Wiltern fue templo del vodevil, palacio del cine y, a partir de los años noventa, sala de conciertos.
El Wiltern fue templo del vodevil, palacio del cine y, a partir de los años noventa, sala de conciertos.Hedi Slimane
Postfiesta del desfile de Celine en el Wiltern de Los Ángeles - ©Hedi Slimane    ----PIEFOTO----    Una de las modelos que participaron en el 'show', durante la fiesta privada posterior, toda actitud 'indie sleaze'.
Postfiesta del desfile de Celine en el Wiltern de Los Ángeles - ©Hedi Slimane ----PIEFOTO---- Una de las modelos que participaron en el 'show', durante la fiesta privada posterior, toda actitud 'indie sleaze'.Hedi Slimane
Postfiesta del desfile de Celine en el Wiltern de Los Ángeles - ©Hedi Slimane    ----PIEFOTO----    Slimane invitó a muchos jóvenes músicos de la escena indie californiana.
Postfiesta del desfile de Celine en el Wiltern de Los Ángeles - ©Hedi Slimane ----PIEFOTO---- Slimane invitó a muchos jóvenes músicos de la escena indie californiana.Hedi Slimane

El tiempo le ha dado la razón. En TikTok, la etiqueta indie sleaze, que refiere la imagen cándidamente desastrada de aquel romanticismo rockero que compartió la juventud entre 2001 y 2012, campa abrazada por la actual muchachada centenial. “Como pasó tras el 11-S, posiblemente exista una necesidad de escapar del mundo actual, la tiranía de las redes sociales y la distopía digital”, reflexiona el diseñador. “El sonido es nuevo, la actitud es nueva, pero puedes reconocer los códigos y la actitud. Hay una transmisión ahí, un sentido de comunidad intergeneracional, y eso es excitante. Volver la vista 20 años atrás y aceptar aquello es lo que te define”.

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