Mariona Caldentey, en su despedida con el Barcelona: “Lo he ganado todo aquí, ahora quiero hacerlo en otro sitio”

En la sala de prensa de la Ciudad Deportiva del Barcelona se agolparon amigas, familiares, compañeras, staff y directiva para despedir a Mariona Caldentey tras diez temporadas en el club azulgrana. Una delantera polivalente, y polifacética. Clave para todos sus entrenadores, no tan mediática o una estrella a pesar de su talento con el balón, visión para el pase y capacidad goleadora. “No sé si podré leer”, empezó la balear de 28 años su discurso, con la voz entrecortada, tras ver un vídeo de repaso de su trayectoria deportiva. Y continuó con un resumen desde que aterrizó en Can Barça con 18 años, agradeciendo el apoyo. Pero se rompió cuando recordó a su padre, que falleció en 2018: “Papá, no sabría cómo explicarte que he ganado tres Champions con tu querido Barça”. Al terminar, Jonatan Giráldez, su entrenador que también se marchará fuera al terminar la temporada, le ofreció un pañuelo. La futbolista rio. Mariona nunca pierde la sonrisa.

Los tempos de la decisión —muy “meditada” y “llorada”—, no los quiso especificar: “Lo que pasa puertas para dentro queda así. Marchar con el póquer hace que me vaya más tranquila. Pero el timing en privado”. Y los motivos de su marcha —a priori pondrá rumbo a Inglaterra, al Arsenal—, “para crecer” como futbolista y persona, hacer más grande su “zona de confort” y buscar “nuevos retos”. “Hace diez años cuando llegué, no éramos profesionales. Y ahora creo que hemos hecho un camino en el que ha participado mucha gente. Ahora tenía la sensación de que necesitaba nuevos retos y motivaciones. Si me voy del Barça es para dejar la liga española. […] Lo que hemos conseguido es inigualable e histórico. Lo he ganado todo aquí, ahora quiero ganar en otro sitio”, contestó Mariona.

Pero, riendo entre la emoción y lágrimas, aseguró que no se marchará al Washington Spirit, futuro equipo de Giráldez: “No me voy al Washington con él”. Y tampoco por no creer en el equipo. “La apuesta del club es firme y real, no me voy por dudar del Barça. Ni mis compañeras ni yo teníamos dudas”, sentenció la balear. Aunque el nivel y falta de competitividad en España es evidente para ella. “Es evidente que el Barcelona tiene un dominio en la Liga F brutal. Ganamos contundentemente los partidos. Hay otras ligas que ves donde tienes ganas de jugar. Y la carrera de una futbolista es corta y pasa muy rápido. Creo que he sido sincera conmigo misma, es lo que mi carrera necesitaba”, confesó Mariona. Y también quiso recalcar aquellas mejoras necesarias para la competición estatal: “Debería haber menos equipos, porque el número de partidos que tenemos no es sano para las jugadoras, y a partir de ahí mejorar las estructuras de los campos y la visibilidad para seguir nuestros partidos. Ojalá la Liga F no solo tenga el nombre de profesional, y que lo sea”.

Se marcha feliz, y orgullosa, pero también respetada. Lo ha logrado todo estas diez temporadas. Y este año no ha podido ser más redondo, con la consecución de los cuatros títulos. “Si tengo quedarme con un momento, sería la Champions”. Se marcha por la puerta grande, con un club que le ha “cambiado la vida”. Al terminar, sus compañeras la abrazaron. Para ellas también tuvo palabras por los éxitos cosechados: “Todas sabemos que no ha sido fácil. No es solo ganar, sino cómo hemos ganado”. Algunas de ellas, entre lágrimas. “Esta semana ha sido en la que realmente he sentido tristeza. He llorado mucho estos días estando sola en la habitación con la selección. Pero me siento muy querida por todos”, destacó la delantera. Es el inicio de la despedida: dos partidos de liga por delante. El último este domingo, en el Johan, donde será su adiós frente a la afición.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.