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La eficacia máxima del “marciano” Arda Güler

El jugador turco del Real Madrid es el único en, al menos, dos décadas de Liga que marca en sus primeros y únicos seis tiros a puerta

Arda Güler celebra su segundo gol al Villarreal.
Arda Güler celebra su segundo gol al Villarreal.Pablo Morano (REUTERS)
Lorenzo Calonge

La primera imagen de Arda Güler en un partido con el Madrid fue robándole una falta tras mucha insistencia a Dani Ceballos contra la Arandina. El perfil del lanzamiento era perfecto para un diestro, como el sevillano, pero el turco (zurdo) no estaba dispuesto a dejar pasar ni una después de seis meses en la enfermería. Agarró fuerte el balón y el andaluz terminó cediendo ante el empeño del joven, que la mandó al palo. El adolescente (19 años) con cara de niño despistado, a la cola del furgón de Carlo Ancelotti desde que en enero se recuperara de las lesiones, no ha ocultado sobre el campo sus ansias juveniles por mostrarse y, en cuanto le han dado un poco de pista, no ha parado de atinar.

Ha metido seis goles en Liga en sus únicos seis remates a portería en el campeonato. Desde que Opta tiene registros del torneo (2003-04), ningún jugador había alcanzado este nivel de eficacia en España. Lo ha conseguido en unos encuentros sin apenas exigencias para los blancos, con el título ya empaquetado, pero su puntería ha resultado sorprendente. Ha marcado un tanto cada 62 minutos en Liga, el mejor promedio este curso en Europa entre aquellos que suman, al menos, dos dianas.

Ausente por completo en la Champions entre problemas físicos y falta de oportunidades, lo que más ha llamado la atención de este fino zurdo es su gran productividad pese a lo poco que ha aparecido: apenas 373 minutos en el campeonato, el jugador de campo del Madrid que menos ha participado. Le han bastado unas migas para dejar rastro. Además de los goles al Celta, Real Sociedad, Granada, Alavés y Villarreal (doblete), salió al final contra el Girona y forzó un penalti, y le sacaron en el último suspiro en el Sadar y la estampó en el larguero desde 50 metros.

En el Bernabéu pagaron el pasado verano 20 millones al Fenerbahçe (hay otros 10 contemplados en variables), tras ganarle el pulso al Barcelona, y lo primero que dijo el muchacho imberbe fue que él no se marchaba cedido a ningún sitio. Se hartó de repetirlo en su presentación.

Es un “extraterrestre por su calidad”, llegó a proclamar Ancelotti aquellos días. Aunque el físico frenó en seco al marciano. Tres lesiones consecutivas en ambas piernas lo dejaron fuera hasta enero. El club, que ya había detectado que su crecimiento muscular era todavía incompleto, le puso un “intenso plan de trabajo, con mañanas y tardes de gimnasio, y se le vigiló especialmente la alimentación”, detallan desde Valdebebas.

Su carrocería sanó a principios de 2024, pero entonces comenzó la mili a pie de obra con Carletto. Durante meses, el turco fue casi el último de la fila. Si necesitaba otras vías de ataque, recurría a Brahim, Joselu, Fran García en el lateral izquierdo o agitaba la medular. Güler solo ha tenido foco cuando los blancos han tenido asegurada la Liga, aunque le ha bastado poco para dar que hablar. “No ha llegado ni al 20% de lo que se prevé: física y emocionalmente. El talento lo trajo de cuna”, puntualizan desde la Ciudad Deportiva.

“Se queda, no hay duda”

Ancelotti, preguntado a menudo por su nula participación de enero a abril, no ha dejado de apelar a la paciencia de todos mientras el joven tampoco ha sido capaz de ocultar en ocasiones la frustración por su invisibilidad. Contra el Almería en casa, con el Madrid por detrás, el italiano agotó todos los cambios sin contar con él, que terminó tirando el peto al suelo.

El entrenador también le ha dedicado en los últimos tiempos un par de respuestas afiladas. “En los próximos encuentros tendrá los minutos que quiere”, soltó tras el clásico. “El Madrid me pide ganar los partidos, no dar minutos a los más jóvenes”, respondió la noche del alirón. En todo caso, su continuidad, según las palabras recientes de Carletto, está asegurada. “Se queda, no hay duda”, apuntó en Anoeta después de meses en los que las dudas en el exterior habían cogido vuelo. “Un joven como él necesita jugar. Esto choca un poco con la exigencia del equipo”, había advertido el técnico a principios de marzo.

Abierta la botella, su facilidad para producir sitúa a Güler cerca de la portería en la pizarra de Ancelotti. El turco es el último conejo que se ha sacado de la chistera el Madrid. “Lo hemos tratado como si fuera nuestro hijo pequeño”, resumió este domingo Joselu sobre el invierno de maduración del joven.

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