_
_
_
_
PISTA LIBRE
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

De la Fuente en la hora del desánimo

Aunque provocó sorpresa en algunos sectores, la decisión de nombrar al riojano se corresponde con una regla no escrita, pero bastante extendida en España, donde el éxito de las selecciones juveniles concede a sus técnicos una posición de privilegio en la línea sucesoria

Luis de la Fuente, seleccionador español, durante la rueda de prensa previa al Escocia-España.
Luis de la Fuente, seleccionador español, durante la rueda de prensa previa al Escocia-España.LEE SMITH (Action Images via Reuters)
Santiago Segurola

Solo los que no juegan salen indemnes de las decepciones del Mundial. Es una ley tan vieja como el fútbol. Qatar se cobró varias víctimas en la selección. Luis Enrique abandonó el cargo y le sucedió Luis de la Fuente, seleccionador sub 21 en los últimos años. Aunque provocó sorpresa en algunos sectores de la prensa, la decisión se corresponde con una regla no escrita, pero bastante extendida en España, donde el éxito de las selecciones juveniles concede a sus técnicos una posición de privilegio en la línea sucesoria, como ocurrió con Iñaki Sáez, que ocupó el puesto que dejó Camacho en 2002, y Luis Suárez en 1988, tras el ciclo de Miguel Muñoz.

De la Fuente fue un cotizado extremo juvenil, reubicado por Javier Clemente en el lateral izquierdo del Athletic que ganó las Ligas 1982-83 y 83-84, antes de saltar al Sevilla, donde prosiguió una sólida trayectoria profesional. Su acceso a la selección se ha producido por vía interna. Su prestigio se relaciona con los éxitos que obtuvo con las selecciones sub 19 y sub 21.  Hombre de la casa, se llama a esa figura en el fútbol. No pertenece, por tanto, a la categoría de entrenador famoso, antigua estrella internacional o nuevo técnico de moda.

De la Fuente ha dispuesto de una ventaja -segundo en la escala de entrenadores de la federación- y se enfrenta a algunos inconvenientes, uno de ellos relacionado con la percepción mediática. Sin pasado como técnico en Primera División, su margen de error será más estrecho que el asociado a los seleccionadores de amplio palmarés en los clubes. Le toca ganar pronto y mucho. De lo contrario recibirá una temible etiqueta: técnico de transición.

Su futuro dependerá de cuatro partidos, dos en la clasificación de la Eurocopa 2024 -Noruega y Escocia- y los dos de la fase final de la Liga de las Naciones, que se disputarán en junio. En semifinales se enfrentará con Italia. De ahí a la final o al partido por el tercer y cuarto puesto. A Luis de la Fuente se le medirá en este cortísimo periodo, un combate contra el reloj que ya ha comenzado y que continuará este martes en Escocia.

La selección atraviesa tiempos de inquietud desde el Mundial 2014. Los tres últimos Mundiales se han saldado con enormes decepciones. Del periodo más brillante en la historia del fútbol español -periodo 2008-12, victorias en dos Eurocopas y un Mundial- se ha pasado a un largo ciclo de frustraciones, cuyo efecto es visible en una selección que ya no asusta en el panorama internacional.

Cada trastazo en los Mundiales ha empequeñecido el cartel de la selección. Fuera, se la respeta, pero no se la teme. Dentro, se observa una pérdida de autoestima, de confianza, de empaque, de todos esos intangibles que sirven para medir la verdadera estatura de un equipo. En muchos aspectos, esta selección remite a la que salió malparada de la Eurocopa 2004 y pasó un infierno para alcanzar el Mundial 2006.

Como ahora, se decía que al fútbol español le sobraban jugadores correctos y le faltaban los diferenciales. A Luis Aragonés le tocó gestionar aquel complejo periodo. Contra todo pronóstico, la selección contenía una de las colecciones más inolvidables de jugadores que ha visto el fútbol. Luis tenía nombre, pasado, carisma y agarraderas mediáticas. Le permitió ganar el tiempo que quizá a otros no se les hubiera reservado. Construyó el más distinguido de los equipos después de atravesar momentos muy delicados.

Al nuevo seleccionador le espera un trabajo abrumador. En cuatro partidos tendrá que remediar el abatimiento que envuelve al equipo y llamar al optimismo. No hay mejor plaza que el venerable Hampden Park para avanzar en la aventura.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_