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Policía muerto vuelve para terminar su trabajo

TVE apuesta por ‘Estoy vivo’, un ‘thriller’ de tono sobrenatural que estrenará en otoño

Anna Castillo y Javier Gutiérrez en el plató de 'Estoy vivo'.
Anna Castillo y Javier Gutiérrez en el plató de 'Estoy vivo'.

El cielo puede seguir esperando. Ya aguardó en aquella película de 1978 en la que el alma de un jugador de fútbol americano muerto, interpretado por Warren Beatty, iba saltando de cuerpo en cuerpo. Este verano, la que no llega al paraíso es la de Manuel Márquez, el personaje que aborda Javier Gutiérrez y protagoniza Estoy vivo. Esta nueva serie de TVE recupera, en parte, el espíritu del filme: un policía muerto se reencarna, tras cinco años perdido en una especie de limbo, en otro agente con la misión de encontrar a su asesino y recuperar a su familia. La cadena pública espera que esta ficción ayude a revertir el desplome de audiencia que sufrido La 1 en los últimos años: del 14,5% de cuota de pantalla en 2011 al 10,1% de 2016, pasando por el 9,8% de 2015, su mínimo histórico.

“Es uno de los personajes más complejos que he hecho”, cuenta el ganador de un Goya en 2015 por La isla mínima, que actúa junto a otros dos galardonados este mismo año: Anna Castillo (El olivo) y Roberto Álamo (Que Dios nos perdone).

Mezcla de tonos

“La serie hace un triple mortal, porque es como meter en una coctelera varios ingredientes: el drama, el género policiaco, la ciencia ficción y algún tinte de comedia”, asegura Gutiérrez, quien en el primer capítulo ha de lidiar con las emociones de reencontrarse, sin ser reconocido, con su hija, su viuda, su padre y El Carnicero de Medianoche, su asesino.

“Engloba diferentes géneros y tonos. Estamos intentando crear uno que lo unifique todo”, afirma Castillo en el set de rodaje, en la sede de la productora Globomedia, donde ya se han filmado cuatro de los 13 capítulos previstos. El estreno llegará en otoño. La actriz interpreta a Susana, la hija del policía asesinado, que es a su vez compañera de patrulla de Andrés Vargas, el agente en el que se reencarna su padre, al que da cuerpo Álamo.

“Crean un vínculo muy fuerte, porque él la cuida, la protege y se convierte en un compañero muy leal del que ella no se quiere separar, aunque no entiende muy bien por qué”, explica la actriz, a quien le hace mucha ilusión trabajar en el plató donde se rodó una de sus series favoritas: 7 vidas.

Alejo Sauras da vida al Enlace, el personaje más enigmático. “Es un ente encargado de acompañar a las personas que se van de este mundo en su tránsito hacia el otro”, explica el actor, que confiesa que le ha costado mucho dar con la clave de un ser ingenuo que se mueve entre el mundo cotidiano y un limbo blanco de aire futurista. “Lo trato como un niño que ha vivido en un castillo toda su vida y ha leído todos los libros que había y que, de repente, sale y tiene que poner en práctica todo”, sostiene.

El creador de la serie es Daniel Écija, productor de ficciones como Médico de familia, Periodistas, Los Serrano o Águila Roja. “Hace un año, me llamaron de Televisión Española y me dijeron: ‘Queremos que hagas algo diferente”, recuerda. El productor cuenta que pasó tres noches de insomnio, creó una historia y llamó a Javier Gutiérrez. El actor apunta que, pese a ser gallego y haber escuchado muchas historias de meigas, nunca se había parado a reflexionar sobre lo sobrenatural o sobre la reencarnación: “Quizá porque me genera incomodidad y entramos en terrenos que a lo mejor te mueven el piso. Pero, si me muero, sí que me gustaría tener una segunda oportunidad”.

Sin noticias de '14 de abril. La República'

El actor Alejo Sauras, uno de los protagonistas de Estoy vivo, lleva años "indignado" por la cancelación de la segunda parte de la serie 14 de abril. La República, cuya primera temporada se emitió en 2011. Su continuación estaba prevista para enero de 2012, pero nunca llegó a la pantalla. En medio, el cambio de gobierno que llevó al PP al poder. "Alguien decidió que se quedara en un cajón", critica Sauras, que defiende la imparcialidad de la obra. "Me cuesta creer que alguien tuviera una razón política para quitarla. Era una serie histórica que hablaba de lo que ocurrió sin juicio alguno. No debía ofender a nadie", dice, y recuerda a una TVE en "mínimos de audiencia" que la serie tuvo una media del 18% de share. "Abran ustedes el cajón, sáquenla y emítanla".

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