Especial Publicidad
Contenido patrocinado por una marca

Salud digna, segura y eficaz: el desafío de la interoperabilidad en Chile

Aunado a un gasto de hasta 25% en trámites burocráticos, la falta de digitalización estratégica en el sector salud de Chile puede disparar de forma importante el número de decesos, así como la precarización de diagnósticos, prevención y atención

Interoperabilidad, un llamado a la colaboración público-privada en el sector salud de Chile.
Interoperabilidad, un llamado a la colaboración público-privada en el sector salud de Chile.Reza Estakhrian (Getty Images)
Ricardo Pineda

Tras los meses más difíciles de la pasada crisis sanitaria mundial, uno de los aspectos adversos más impactantes que dejaron en desventaja a América Latina fue la falta de una atención automatizada y homogeneizada en sus procesos, especialmente en áreas que involucran manejo de información puntual, partiendo de algo tan esencial como lo puede ser un historial médico.

Así como el estado de salud entre un paciente y otro, pese a presentar un cuadro similar puede demandar un grado de atención particular, en una panorámica mucho más amplia la interoperabilidad de los sistemas de salud en América Latina marchan a ritmos notablemente dispares.

El caso de Chile resulta especialmente paradigmático, ya que previo a la pandemia del Covid-19, el país tenía uno de los niveles de digitalización y atención médica personalizados líderes en la región. Y es que pese a que posee una necesidad apremiante frente a una capacidad real para lograr una interoperabilidad pertinente, la realidad de Chile es la de un rezago en cuanto a un entramado informativo eficaz y automatizado se refiere. ¿El objetivo? una atención personalizada, humana y mucho más acertada.

De acuerdo con el gerente de la división de sanidad en Minsait/Indra para Chile, Erick Cortez, compañía global de tecnología y consultoría aplicada, la necesidad de una interoperabilidad de alto grado en el país es una realidad urgente y una responsabilidad compartida: “Hasta el 2018, Chile era uno de los países con mayor nivel de avance en la digitalización de los procesos clínicos, sin embargo debido a la falta de continuidad de iniciativas para seguir avanzando ha quedado detrás de países como Uruguay, Argentina, Colombia y Brasil, que han desarrollado los pilares que sustentan la madurez de la interoperabilidad en salud, como es contar con un marco regulatorio y económico, una agenda digital en salud, infraestructura tecnológica, adopción de estándares, capacidades de formación, etc.”.

La gestión inteligente de una base de datos mucho más amplia de los pacientes chilenos permitiría una mejora sustancial en la calidad de su atención médica.
La gestión inteligente de una base de datos mucho más amplia de los pacientes chilenos permitiría una mejora sustancial en la calidad de su atención médica.Monty Rakusen (Getty Images)

Repensar la salud

Definida por la Organización Mundial de la Salud como la capacidad de diferentes sistemas de tecnología de la información, aplicaciones de software y redes para comunicar e intercambiar datos con exactitud, efectividad y consistencia, actualmente los beneficios y alcances de una interoperabilidad total en Chile son claros y pertinentes:

1. Mejora los tiempos de atención.

2. Aumenta la seguridad de la información del paciente.

3. Reduce los costos.

4. Mejora la calidad de atención:

5. Aumenta el empoderamiento del paciente sobre el estado de su salud.

A casi dos décadas de distancia del historial clínico digital en el mundo, los beneficios de una interoperabilidad médica llaman a repensar la salud en países como Chile, desde aristas que antes eran impensables y que hoy son necesidades apremiantes, derivando en una atención digna y eficaz.

Al respecto de cómo operaría una interoperabilidad completa en Chile, el ingeniero Cortez detalla que existen diferentes niveles de alcance y avance. “Por ejemplo, hay integraciones de referencia y contrarreferencia de una solicitud de interconsulta entre nivel primario y secundario. También existen integraciones entre registros clínicos electrónicos y sistemas de información de recursos empresariales y muchas otras experiencias. Chile tiene la necesidad y capacidad de contar con un modelo de interoperabilidad de tres niveles de información agregada”.

Interoperabilidad, beneficios y transparencia para el paciente, el médico y el gestor.
Interoperabilidad, beneficios y transparencia para el paciente, el médico y el gestor.

El modelo que menciona el profesional consta de un primer nivel, que incluye los centros de salud de alta complejidad o redes de atención primaria. La interoperabilidad en un hospital podría evitar las islas de información internas, especialmente con los sistemas departamentales de alta especialidad como lo pueden ser oncología, bancos de sangre, servicios de laboratorios, entre otros. “Los hospitales cuentan con muchos sistemas de información departamentales adicionales al registro clínico electrónico basados en la especialidad de estos. Una situación similar sucede con las redes de atención primaria; si bien se podría pensar que el centro de menor complejidad y más estandarizados a nivel nacional sería suficiente con un solo registro clínico electrónico, la realidad es que además requieren integración con laboratorios, centros de imagenología y desarrollos especiales de la comuna”, precisa Erick Cortez.

El segundo nivel que menciona el especialista corresponde a la red asistencial. En este, la interoperabilidad es requerida para brindar una atención integral al paciente, en lo que se conoce como “el viaje del paciente”, el que una atención primaria puede dar paso a otras derivaciones y terminar en un hospital de menor complejidad, o bien con atención hospitalaria domiciliaria. “Todo este circuito requiere contar con herramientas de interoperabilidad, siendo los gestores territoriales a mi parecer quienes deberían tomar este rol”, apunta el experto.

Finalmente, el tercer nivel sería el nacional, es decir contar con la información agregada desde los servicios de salud para la creación, ejecución y monitoreo de políticas públicas, accediendo directamente a ella. “Actualmente, existen sistemas de información que, si bien cumplen el propósito de contar el dato en forma digital, la data no se encuentra disponible en otros sistemas tanto para el profesional como para el paciente, es decir no cuentan con capacidad de interoperabilidad”, explica Cortez.

De cara a un futuro en donde la interoperabilidad del sector salud en América Latina requiere una reevaluación urgente y profunda, Chile entra de lleno a un dinamismo en donde el tema se engarza de manera pertinente con otros aspectos que están transformando la forma de percibir, lograr y atender la salud de sus habitantes, tales como

la telemedicina preventiva, la inteligencia artificial, innovación, hospitales digitales de especialidad, así como experiencia del paciente, incubadoras healtech, entre otros.

Sobre la firma

Ricardo Pineda
Es branded content analyst para El PAÍS México. Periodista, locutor y especialista en contenidos y estrategias digitales. Trabajó en Forbes México, El Financiero, Radio UNAM e Infosel Financiero. Ha colaborado también como columnista sobre temas culturales en diversos medios locales. Es egresado de la UNAM y actualmente vive en Ciudad de México.

Más información

Archivado En