El chileno Nicolás Zepeda es condenado a 28 años de cárcel por el asesinato de su exnovia Narumi Kurosaki en Francia

El tribunal de apelación de Vesoul (este de Francia), ha declarado este jueves culpable al chileno Nicolás Zepeda por el asesinato premeditado de su exnovia, la japonesa Narumi Kurosaki, aplicando una condena de 28 años de cárcel en su contra. Se trata del segundo juicio celebrado en contra del sudamericano, quien había buscado la absolución de los cargos que se le imputan por un crimen ocurrido en diciembre de 2016 en la ciudad de Besançon.

El jurado presidido por François Arnaud ha considerado los antecedentes presentados por el fiscal Étienne Manteaux, quien a lo largo del proceso expuso las pruebas que apuntaban en contra del chileno. De acuerdo a su relato, el victimario mató a la joven mediante asfixia o estrangulación, intentando deshacerse del cuerpo en una zona boscosa cercana al río Doubs. La parte querellante había solicitado la cadena perpetua en contra del acusado.

Zepeda ha insistido en su inocencia, a pesar de la cantidad de datos y las declaraciones de testigos que lo vinculan directamente al homicidio. “No soy un asesino, no maté a Narumi (…), no sé de qué otra manera decirlo. Yo no la maté”, ha dicho un poco antes de conocer la resolución del tribunal.

En un primer juicio, finalizado en abril de 2022, el chileno también había sido declarado culpable de asesinato, recibiendo los mismos 28 años de prisión. La defensa apeló y forzó a la realización de una segundo litigio, el que comenzó el pasado 4 de diciembre. Ahora los abogados han dicho a la agencia AFP que recurrirán la condena ante la Corte de Casación de Francia, que examinará nuevamente el proceso.

La compleja investigación, que se ha extendido por siete años, se ha visto obstaculizada por la ausencia del cadáver de la víctima. A ello se suma la postura de Zepeda, quien ha negado constantemente su participación en los hechos, desconociendo el paradero de su expareja.

Nicolás Zepeda conoció a Narumi Kurosaki en Japón, en una romance que se habría extendido hasta mediados de 2016, cuando la joven, de entonces 21 años, emprendió un viaje a Francia para continuar con sus estudios. En Europa, la asiática inició una vida renovada, conociendo a personas y estableciendo una nueva relación de pareja con el francés Arthur del Piccolo.

La fiscalía ha señalado que el chileno viajó a Francia de manera oculta para espiar a su exnovia. Las grabaciones de una cámara de seguridad y los movimientos de una tarjeta de crédito permitieron determinar que Zepeda había cenado con Kurosaki el 4 de diciembre de 2016, un día antes de su desaparición. A este antecedente se sumó el testimonio de Rachel Roberts-Hope, una estudiante británica que vivía en la residencial en donde se hospedaba la japonesa, quien escuchó gritos y un fuerte ruido que emanaba desde una de las habitaciones.

Los psicólogos a cargo del análisis del caso han descrito al chileno como un hombre “violento, celópata y obsesivo”, llegando al punto de solicitar a su entonces novia borrar sus redes sociales y “no salir con nadie”.

Nicolás Zepeda volvió a Chile un poco después de ocurridos los hechos. En 2019, la justicia francesa solicitó a los tribunales chilenos extraditar al acusado para la preparación del juicio en su contra. Dicho pedido fue resuelto y confirmado por la Corte Suprema en mayo de 2020, autorizando el traslado del hombre a Besançon.

El caso de Narumi Kurosaki ha sido seguido en detalle por los medios de comunicación de Francia, Japón y Chile. Durante los últimos días del juicio se dio cuenta del estremecedor discurso de Taeko Kurosaki, la madre de la víctima, quien habló de la desconfianza que le generó el imputado desde un inicio. “Este hombre nunca dirá la verdad, por el resto de su vida. Lo sé”, dijo.