Luis Enrique Parés: “No sé si tiene sentido admirar sucesos históricos”

Cineasta, teórico y divulgador de cine, el director artístico de la Cineteca de Madrid, Luis Enrique Parés (Madrid, 1982), encabeza también DocumentaMadrid, festival de documentales que celebra su 21ª edición hasta el 2 de junio.

La presente edición del festival DocumentaMadrid gira en torno a la cuestión de qué es el cine. ¿Tiene una respuesta en pocas palabras? El cine es una comunidad de afines que se mueven y piensan juntos a partir de las películas. Por eso son tan importantes los festivales.

¿Con qué tres adjetivos definiría el documental perfecto? Comprometido, subjetivo y ambicioso. Casualmente DocumentaMadrid también está construido sobre esos tres pilares.

¿Qué libro le convirtió en escritor? Leer Por quién doblan las campanas con 14 años me convenció de que lo que quería ser el resto de mi vida era lector.

¿Y qué película le convirtió en cineasta? La obra que José María Berzosa hizo en el exilio me enseñó muchas cosas, no sólo cinematográficas.

¿Qué aprende un cineasta leyendo? ¿Y un escritor viendo cine? Son dos actividades que representan lo mismo: ampliar nuestra mirada haciéndonos más humildes.

¿Cuál ha sido el último libro que le ha gustado? El hombre arrodillado, de Agustín Gómez Arcos, el único escritor capaz de mezclar a Pasolini con Valle-Inclán.

¿El que tiene abierto ahora mismo en la mesilla de noche? García Lorca y el flamenco, de Félix Grande, que nos enseña cómo lo infinitamente complejo se puede contar con palabras infinitamente simples.

¿Uno que no pudo terminar? Muchos, pero siempre por mi culpa.

¿Qué título sobre cine recomendaría? El mejor libro sobre cine no menciona la palabra cine. Es el Atlas Mnemosyne de Aby Warburg.

¿Qué película ha visto más veces? Les demoiselles de Rochefort, de Jacques Demy, que siempre devuelve la confianza en la vida.

¿Una que le recuerde a su infancia? Las películas de Arnold Schwarzenegger que veía con mi primo Alberto.

¿Cuáles son sus tres cineastas de referencia? Javier Rebollo, Virginia García del Pino y Borja Cobeaga, porque son tres amigos a los que consulto las dudas de mi vida cotidiana

¿La última serie que vio del tirón? Rito y geografía del cante, un monumento cultural del tamaño de una catedral.

Si tuviese que usar una canción o una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería? No es una canción, es un milagro: Que me van aniquilando, de Enrique Morente.

¿En qué museo se quedaría a vivir? En el Museo del Prado, porque muestra lo mejor de la cultura a la que quiero pertenecer.

¿Qué suceso histórico admira más? No sé si tiene sentido admirar sucesos históricos, pero la Revolución francesa cambió el sentido del mundo.

¿Qué encargo no aceptaría jamás? Cualquiera que me alejase de mis hijos.

¿Qué está socialmente sobrevalorado? Sentar cátedra en Twitter.

De no haberse dedicado al cine le habría gustado ser... Folklorista en Castilla, con Joaquín Díaz.

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