El sector de captura de CO₂ exige un plan: “Somos el único gran país europeo que no lo tiene”

España está en riesgo de quedar rezagada en la captura, transporte, almacenamiento y uso de decenas de millones de toneladas de dióxido de carbono de difícil abatimiento que emite anualmente su industria. Así lo considera, al menos, la Plataforma Tecnológica Española del CO₂ (Pteco2, la voz de las empresas del sector), que ha alertado este jueves de que es “la única gran economía europea que aún no ha iniciado un plan”.

“Es una cuestión de estrategia país, nacional, porque se requiere el uso de infraestructuras estratégicas. El liderazgo del Gobierno es fundamental”, ha reclamado el presidente de la plataforma, Pedro Mora, en un encuentro con medios de comunicación. Francia, ha enfatizado, acaba de desvelar su hoja de ruta nacional en las últimas semanas. Alemania aprobó la suya en abril. Y los nórdicos, referencia en el Viejo Continente, tienen planes en marcha desde hace años. “Somos los únicos que no hemos planteado cómo lo vamos a hacer”.

La propuesta de la plataforma, que reúne en su seno a decenas de empresas del sector, desde las energéticas Repsol, Naturgy o Enagás a la cementera Cemex o la química Dow, pasa por interceptar el CO₂ no abatible —es decir, aquel que se emite en sectores de difícil electrificación o tránsito al hidrógeno verde, en gran medida porque es inherente al propio proceso industrial— para posteriormente transportarlo y bien almacenarlo en depósitos geológicos o utilizarlo en otros sectores que utilizan el dióxido de carbono como materia prima. En este último caso, la producción de metanol y otros combustibles sintéticos, ocupan un lugar destacado: “Queremos que sea una fuente del carbono que también necesitaremos en el futuro”, subraya la asociación sectorial.

Solo en la industria

“En ningún momento pensamos en utilizar estas tecnologías, que ya tienen 40 años de recorrido, para prolongar el uso de combustibles fósiles, sino para almacenar el CO₂ que en muchos procesos industriales sencillamente no se puede evitar emitir”, ha aclarado Mora. Se trata, dice, de capturar el dióxido de carbono que sale día tras día de las chimeneas industriales, antes de que salga a la atmósfera para después transportarlo y bien utilizarlo en otros procesos industriales bien almacenarlo a largo plazo.

Aunque la captura de este gas de efecto invernadero llegó al debate público como una potencial alternativa para mitigar las emisiones de las centrales de carbón —lo que llevó a muchas organizaciones ambientalistas a poner el grito en el cielo—, “esa es una cuestión superada desde hace más de 10 años: hablamos, al igual que la Comisión Europea, de capturar el CO₂ de difícil abatimiento, que en gran medida también se emitiría incluso si la industria pasase de utilizar gas natural a emplear hidrógeno verde [como combustible]”, añade el máximo representante de Pteco2.

España tiene, según esta plataforma, “tanto una geología perfectamente capaz de almacenar este CO₂ en estado líquido, sobre todo antiguos yacimientos de gas o en acuíferos salinos profundos, como industrias que lo quieren utilizar: cementeras, químicas, siderúrgicas...”. Pero camina con mucho retraso: “Para desarrollar estos proyectos hacen falta años, pero vamos tarde. Solo llegaremos si nos movilizamos ya”, ha alertado Mora, que reclama que la captura de dióxido de carbono esté “bien detallada” en los futuros Planes Nacionales Integrados de Energía y Clima (PNIEC, la hoja de ruta del Gobierno en materia energética).

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