Las electrolineras van al ralentí

Aumentar el número de puntos de recarga es un requisito imprescindible para avanzar en la electrificación del parque móvil. Y aunque el panorama ha mejorado, el despliegue de esta infraestructura avanza a trompicones. Los datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive) revelan que, de enero a marzo de este año, se han puesto en marcha 1.850 postes de recarga de acceso público en España. Esto supone que ya existen 32.200 de estos dispositivos distribuidos por todo el país. Además, tres de cada diez son de alta potencia (por encima de los 22 kW), lo que permite completar una carga rápida y ultrarrápida de la batería en pocos minutos.

La actual red de electrolineras garantiza que se pueda circular sin problemas por las carreteras españolas, pero es insuficiente. “Nos hemos quedado muy lejos de esos 45.000 puestos marcados para lograr los objetivos del PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) en 2030″, advierte el director general de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), José López-Tafall. En su opinión, sin un millón de turismos vendidos al año, “será difícil” elevar la cuota de electrificación.

La actual red de puntos de recarga garantiza que se circule por España sin problemas

Una de las principales trabas que explican la situación actual es la dificultad que implica tramitar el montaje de estos cargadores, que ronda el año y medio. “Tampoco ayuda que se tarde hasta 46 meses en instalar un punto ultrarrápido cuando debería estar listo en una semana”, lamenta el presidente de la Asociación Nacional de Vendedores y Reparadores de Vehícu­los (Ganvam), Raúl Palacios.

Aunque el actual sistema eléctrico español puede asumir un parque de 6,5 millones de coches eléctricos sin necesidad de aumentar su capacidad, “la red de distribución sí precisa de inversiones” para garantizar una cobertura mínima de postes de recarga a lo largo de las principales vías de circulación –tal y como exige el nuevo reglamento europeo–, confirma la responsable de movilidad sostenible del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), Isabel del Olmo.

Así, a finales de 2025, en las autovías deberá funcionar cada 60 kilómetros un equipo de recarga para vehículos eléctricos con una potencia de 400 kW que incluya, al menos, un poste rápido de 150 kW. El reto es grande y el tiempo apremia para no quedarse atrás.