Hay alianzas que resultan inevitables, parejas que, aunque a priori pudiesen sonar un poco, solo un poco extrañas, ahora no se entienden por separado. Llámalo dos caras de la misma moneda, llámalo simbiosis absoluta, pero la de Raf Simons y CALVIN KLEIN 205W39NYC es una de esas: desde que el belga llegase a una de las firmas estadounidenses por excelencia, la marca se ha revalorizado hasta tal punto que ya ostenta el estatus de creadora ineludible de tendencias. ¿La última prueba? Que es, de momento, la única capaz de hacernos olvidar el verano que todavía no ha comenzado y dar el salto a la próxima temporada, algo que ha conseguido gracias a la colección pre fall 2018.
Willy Vanderperre es uno de los fotógrafos predilectos Simons y después de la sonada campaña protagonizada por las hermanas Kardashian-Jenner, ha inmortalizado una colección que (oh, sí) en tiempos de redes sociales e Instagram todavía no ha sido vista por el público. Ni un atisbo aunque, para qué mentir, los códigos visuales que ha ido construyendo Raf para configurar su “Nueva América” (denominado así desde la marca) vuelven a hacer acto de presencia sin que por ello tengan que resultar repetitivos. De hecho, como sucedió con el desfile de otoño-invierno 2018/2019, vuelve a demostrarse su versatilidad gracias a nuevas declinaciones que no hacen sino constituir otras tendencias que llevaremos muy, pero que muy pronto.
Los estampados arty más literales
La colaboración de CALVIN KLEIN 205W39NYC con la Fundación Andy Warhol para las Artes Visuales continúa y, por tanto, los prints que recrean las icónicas imágenes florales del artista pop pueden apreciarse tanto en botas como en bolsos, que también recogen (cómo no) banderas estadounidenses que ondean en las calles. ¿El leitmotiv que consigue unir cromáticamente realidades tan aparentemente dispares? El blanco y el negro, que renuncia a su protagonismo cuando es el tartán de faldas y abrigos el que entra en acción.
El espíritu cowboy
Hablar de las creaciones de Raf Simons para la firma es hacerlo necesariamente de la revisión del estilo western. Recreándose al tiempo que reinventando el cliché de la estética del Lejano Oeste, plasmado en mil y una ocasiones en el cine producido en Hollywood (y muchas veces inmortalizado en el desierto de Almería), las botas cowboy vuelven a tener una presencia importante en esta colección, que, esta vez, adolece de las ya icónicas camisas.
El lencero más tradicional
Quizás sea una de las grandes novedades que introduce la colección pre fall en el imaginario de Raf y Calvin, pero una que no resulta en absoluto extraña (y no solo porque ya se apuntó algo en el desfile de hace unos meses): los detalles de encaje de slip dresses y t ops alineados con la nocturnidad hablan de una exposición de la intimidad que puede ser entendida como una metáfora. ¿O acaso hay algo más personal que soñar cómo debería ser un país?
Las alusiones a lo deportivo
Cuando el athleisure parecía estar cayendo en el olvido ante el avance marcial del nuevo clasicismo, llegan Simons y CALVIN KLEIN y se rinden a él de la forma más evidente y nueva posible: recuperando los l eggings con fuseau y las líneas laterales verticales para calcetines altos que rematan conjuntos que revisitan el concepto de los trajes de chaqueta tradicionales para el día a día.
El punto
Si se vio el último desfile, es probable que se recuerden esos jerséis mullidos en los que aparecían dibujos de los Looney Tunes, guiños a la cultura popular intrínsecos al lenguaje de Simons. Pero la presencia del punto grueso en mantas y jerséis se entiende incluso mejor cuando, además, se recuerdan esos pasamontañas que conectaban con otra referencia cinematográfica (Safe, 1995) y con la asociación con la marca estadounidense de patrimonio Pendleton Woolen Mills, que debutó con una serie de mantas de sillas de montar.
Por qué la América de Calvin Klein (definitivamente) no es la América de Trump
El (norteamericano) desfile de Calvin Klein 205W39NYC en 5 claves