Vistas espectaculares del Parque Nacional Lençóis Maranhenses. FOTO: Leo Castro/unsplash

Cuando conozcas el Parque Nacional de Lençóis Maranhenses vas a coger un vuelo directo a Brasil

El Parque Nacional de Lençóis Maranhenses es uno de esos lugares mágicos que todo el mundo debería visitar al menos una vez en la vida. Su belleza natural, combinada con la sensación de estar viendo algo único en el mundo, hace que valga la pena cada esfuerzo para llegar hasta allí.

Aleks Gallardo | 25 Jun 2024

Estás planeando tus próximas vacaciones (lejos, muy lejos) y te encuentras con fotos de un paisaje surrealista en el que vastos campos de dunas blancas se mezclan con lagunas de agua turquesa y esmeralda. Parece un sueño, ¿verdad? Pues no lo es. Bienvenido al Parque Nacional de Lençóis Maranhenses, uno de los destinos más fascinantes y únicos del mundo.

Ubicado en el estado de Maranhão, al noreste de Brasil, este parque es el lugar perfecto para aquellos viajeros que buscan una experiencia fuera de lo común, donde la la naturaleza se presenta en su forma más pura y espectacular.

Un desierto que nada tiene de desierto

Lo primero que debes saber sobre Lençóis Maranhenses es que, aunque a primera vista parezca un desierto, no lo es. Este parque nacional se extiende a lo largo de 1550 kilómetros cuadrados y está cubierto por enormes dunas de arena blanca que, durante la temporada de lluvias (de enero a junio), se llenan de agua creando cientos de lagunas cristalinas. Estas lagunas, alimentadas por las lluvias y el agua subterránea, son lo que realmente distingue a Lençóis Maranhenses de cualquier otro lugar del mundo.

Un dato curioso, el nombre "Lençóis Maranhenses" se traduce literalmente como "sábanas de Maranhão", una referencia a las ondulantes dunas de arena que se asemejan a sábanas blancas extendidas al sol.

Un paisaje de ciencia ficción

Caminar por Lençóis Maranhenses es como ser el protagonista de una película de ciencia ficción. Las dunas, que pueden alcanzar hasta 40 metros de altura, cambian constantemente de forma y ubicación debido al viento, creando un paisaje en perpetuo movimiento. Durante la temporada seca (de julio a diciembre), muchas de las lagunas desaparecen, dejando atrás un desierto de arena blanca y brillante. Pero cuando las lluvias regresan, las lagunas vuelven a llenarse, transformando el parque en un oasis multicolor.

Este es uno de los pocos lugares en el mundo donde puedes encontrar desiertos y humedales coexistiendo en armonía, creando un ecosistema único e inigualable.

¿Cómo Llegar?

Para llegar a Lençóis Maranhenses, primero deberás volar a São Luís, la capital del estado de Maranhão. Desde allí, puedes tomar un autobús o un coche hacia Barreirinhas, la ciudad más cercana al parque, ubicada a unos 250 kilómetros de São Luís.

El viaje puede durar entre 4 y 5 horas, pero te aseguro que cada minuto vale la pena. Barreirinhas es la puerta de entrada al parque y ofrece una variedad de opciones de alojamiento, desde hostales económicos hasta hoteles de lujo.

Una vez en Barreirinhas, la aventura comienza. Hay varias formas de explorar el parque, cada una más emocionante que la anterior. Los paseos en 4x4 son una de las opciones más populares y te permiten adentrarte en el corazón de las dunas, donde podrás nadar en las lagunas y disfrutar de vistas panorámicas que te dejarán sin aliento.

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Paisaje del Parque Nacional Lençóis Maranhenses. FOTO: unsplash

Para los más aventureros, el trekking es una excelente opción. Caminando a través de las dunas, sentirás la arena fina bajo tus pies mientras descubres lagunas ocultas que solo se pueden alcanzar a pie. Si tienes suerte, podrías encontrarte con algunos de los habitantes locales, como las tortugas marinas que vienen a desovar en las playas del parque.

Otra actividad imperdible es el paseo en lancha por el río Preguiças, que te llevará a través de manglares y pequeñas comunidades ribereñas hasta la playa de Caburé.

Un lugar de paz y serenidad

Además de las actividades y la aventura, Lençóis Maranhenses es un lugar donde puedes encontrar una paz y serenidad inigualables. Sentarte en la cima de una duna al atardecer, contemplando cómo el sol se hunde en el horizonte y tiñe el cielo de tonos rosados y naranjas, es una experiencia que no tiene precio. En ese momento, el ajetreo del mundo parece lejano y todo lo que importa es la belleza que te rodea.

TURIUM TIPS

Contrata un guía local: No solo te ayudará a navegar el parque de manera segura, sino que también te proporcionará información valiosa sobre la historia y la ecología del lugar.

Visitar Atins y probar sus camarones: Atins es una pequeña aldea costera al borde del parque que se ha convertido en un destino popular para kitesurfistas y viajeros de todo tipo. Aquí, no puedes perderte probar los famosos camarones.

Una tarde de playa: Caburé es una estrecha franja de tierra entre el río Preguiças y el océano Atlántico. Aquí puedes disfrutar de un día de relax en la playa, nadar en el mar o en el río, y degustar mariscos frescos en los restaurantes locales.