La inexpugnable fortaleza que es Carcasona. Foto: Unsplash/Alain Bonnardeaux

El pueblo medieval con más encanto de Francia es una joya con murallas, torres y palacios a solo dos horas de la frontera

Si quieres vivir una experiencia medieval auténtica, no encontrarás lugar mejor que esta ciudad del sur de Francia. Carcasona tiene todo lo que buscas, solo echarás de menos poder avistar un dragón.

Aleks Gallardo | 21 Jun 2024

La ciudad medieval fortificada más grande que se conserva en Europa nos hace pensar, más que ninguna otra, en imágenes de dragones, espadas y duelos al atardecer. Ya le gustaría a Juego de Tronos. Con sus imponentes murallas y torres, no es de extrañar que este lugar haya servido de escenario para numerosas películas históricas y de aventuras. Aquí, Kevin Costner dio vida a Robin de los Bosques, Peter Hyams dirigió los escarceos de D'Artagnan y Jean Reno se dejó llevar en las paranoias temporales de Los Visitantes. Carcasona es un viaje en el tiempo, un portal a una era de caballeros y castillos que sigue cautivando a millones de visitantes cada año.

Al cruzar las puertas de La Cité, te sumerges en un mundo de leyendas y epopeyas. Las calles empedradas y las fortalezas restauradas cuentan historias de cruzadas y conspiraciones medievales. Es fácil imaginar dragones sobrevolando las torres al atardecer o caballeros en armadura preparándose para un duelo. Pero más allá de sus muros históricos, Carcasona ofrece una rica experiencia cultural y gastronómica, con arquitectura histórica, festivales que merece la pena visitar y delicias locales a la altura de sus gárgolas.

Cada año, más de tres millones de personas recorren este laberinto de historia y encanto. Te contamos por qué tanta gente no puede estar equivocada.

La curiosa historia de Carcasona

Carcasona es una ciudad con una rica historia que se remonta a la época romana, cuando fue fundada como un campamento militar estratégico. A lo largo de los siglos, se convirtió en una fortaleza clave durante la Edad Media, especialmente en los siglos XII y XIII. Durante este tiempo, la ciudad fue ampliada y fortificada, convirtiéndose en un bastión esencial durante la Cruzada Albigense, un conflicto religioso que enfrentó a los cátaros, considerados herejes por la Iglesia Católica, y las fuerzas cruzadas enviadas por el Papa.

El apogeo de Carcasona llegó cuando se completaron sus imponentes murallas y torres, que le otorgaron una reputación de inexpugnabilidad. Sin embargo, con el tiempo y los cambios en las rutas comerciales y militares, la ciudad fue perdiendo importancia estratégica. En el siglo XIX, el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc emprendió una restauración masiva que devolvió a La Cité su esplendor medieval, convirtiéndola en el impresionante monumento histórico que hoy atrae a millones de visitantes de todo el mundo.

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Detalle de las fortificaciones de Carcasona. Foto: Unsplash/Íñigo Telleria Pérez

Llega el momento de perderse por las calles de La Cité

Parte de la magia de Carcasona radica en perderse por las estrechas calles empedradas de La Cité. Cada rincón está lleno de historia, con casas medievales, pequeñas tiendas de artesanía y encantadores cafés donde puedes disfrutar de un café o una copa de vino local. No te pierdas la Rue Cros-Mayrevieille, una de las calles más pintorescas de la ciudadela, que nada tiene que envidiarle a las calles de los pueblos más bonitos del mundo.

Carcasona ofrece una deliciosa cocina local que no puedes dejar de probar. El plato más famoso es el cassoulet, un guiso de alubias blancas con carne de pato, salchichas y cerdo. Muchos restaurantes en La Cité y en la ciudad baja, la Bastide Saint-Louis, ofrecen este plato tradicional. Acompáñalo con un vino de la región de Languedoc-Rosellón para una experiencia completa.

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La ciudad ha crecido más allá de sus muros. Foto: Sylvia Szekely

Y si buscamos un momento perfecto para conocer Carcasona, hay que tener en cuenta que es una ciudad viva con una agenda cultural llena de eventos durante todo el año. Uno de los más destacados es el Festival de Carcasona, que se celebra en julio y ofrece una amplia gama de espectáculos de música, teatro y danza en escenarios al aire libre. En diciembre, el mercado de Navidad transforma la ciudad en un lugar aún más encantador, con luces, puestos de artesanía y actividades para toda la familia.

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La Basílica de Saint-Nazaire: Foto: Unsplash/Héctor J. Rivas

Los imperdibles de Carcasona

La Cité de Carcasona. Sin duda, el principal atractivo de Carcasona es su ciudadela medieval, conocida como La Cité. Este impresionante complejo amurallado, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, cuenta con 52 torres y dos líneas concéntricas de murallas que abarcan más de tres kilómetros. Al atravesar la Porte Narbonnaise, los visitantes son recibidos por una vista impresionante de las calles empedradas y las antiguas edificaciones que conforman el corazón de Carcasona.

El Castillo Condal. Dentro de La Cité, no puedes dejar de visitar el Castillo Condal, una fortaleza dentro de la fortaleza. Construido en el siglo XII, este castillo ofrece una visión fascinante de la vida medieval y alberga un museo con una colección de artefactos históricos. Desde sus murallas, se puede disfrutar de unas vistas panorámicas espectaculares de la ciudad y los alrededores.

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Canal du Midi, en Carcasona, que une el Mediterráneo y el Atlántico. Foto: Wikicommons

La Basílica de Saint-Nazaire. Esta basílica, situada también en La Cité, es un magnífico ejemplo de la arquitectura gótica y románica. Destacan sus impresionantes vidrieras, que datan de los siglos XIII y XIV, y su coro gótico, considerado uno de los más bellos del sur de Francia. La mezcla de estilos arquitectónicos y la atmósfera tranquila hacen de esta iglesia un lugar de visita obligada.

El Canal du Midi. Fuera de las murallas de La Cité, el Canal du Midi, también declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, conecta el mar Mediterráneo con el Atlántico y es perfecto para un paseo en barco, en bicicleta o simplemente caminando por sus orillas arboladas.

Visitar la Bastide Saint-Louis. La ciudad baja, conocida como la Bastide Saint-Louis, ofrece una perspectiva diferente de Carcasona. Fundada en el siglo XIII, esta parte de la ciudad tiene una arquitectura más moderna en comparación con La Cité, pero no menos encantadora. Pasea por sus amplias avenidas y plazas, como la Place Carnot, donde se encuentra el mercado local.

TURIUM TIPS

Una visita de lujo: en el corazón de Carcasona se encuentra un hotel de lujo ubicado en un edificio histórico en el que vivirás la experiencia más auténtica y premium. Las cinco estrellas del Hotel du Roi & Spa by Sowell Collection son la garantía.

Mejor época para visitar: aunque siempre es buen momento para visitar durante todo el año, pero la primavera y el otoño son las mejores estaciones para evitar las multitudes y disfrutar de un clima agradable. El verano, aunque más concurrido, ofrece una animada atmósfera festiva, especialmente durante el Festival de Carcasona.

Cómo llegar: El aeropuerto de Carcasona tiene vuelos regulares desde varias ciudades europeas, y la estación de tren conecta la ciudad con Toulouse, Narbona y otras localidades importantes. Si viajas en coche, hay varios aparcamientos disponibles cerca de La Cité.