La Crusoe Villa de Soneva Secret, en las Maldivas. Foto: Soneva Secret

Qué puedes esperar hoy de un hotel de lujo: diseño, excelencia, sostenibilidad y un experiencia única

Nada tiene que ver un hotel de lujo a día de hoy con lo que ofrecía este tipo de alojamientos hace 50 años. Así hemos evolucionado en el universo de lo exclusivo.

Aleks Gallardo | 23 May 2024

El lujo ya no es lo que era. ¿Ahora es mejor? Por supuesto que sí. Si antes el sector de lo exclusivo estaba intrínsecamente ligado a la opulencia material, a los símbolos ostentosos de riqueza y a experiencias reservadas para una élite, ahora esto ha cambiado a algo más amable. Los hoteles de lujo ya no se definen por su decoración fastuosa y un servicio que roza la reverencia, el viajero también ha evolucionado.

Con el avance hacia el siglo XXI, hemos sido testigos de un cambio de paradigma en la percepción y demanda del lujo. La globalización, el auge de la conciencia ecológica, los avances tecnológicos y una nueva generación de viajeros con valores y expectativas distintas han sido motores de este cambio.

El lujo ya no se define únicamente por la extravagancia material, sino por la calidad, la exclusividad de las experiencias, la personalización del servicio y, cada vez más, por la sostenibilidad y la ética. Los consumidores de lujo de hoy valoran las historias únicas, la autenticidad y las prácticas responsables tanto como el confort y la estética. En este contexto, el sector hotelero de lujo ha tenido que adaptarse rápidamente, redefiniendo lo que significa ofrecer una experiencia verdaderamente lujosa.

En lo personalizado está la clave

Para empezar, digamos adiós a la formalidad de los saludos robóticos y las sonrisas ensayadas. La nueva generación de viajeros de lujo busca una conexión genuina, un recibimiento que les haga sentir más especiales que la llegada de la realeza a un baile de gala. Queremos que nos conozcan por nuestro nombre, que anticipen nuestros deseos antes incluso de que se manifiesten en nuestras mentes.

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Riad Yasmine, en Marrakech. Foto: cortesía de Riad Yasmine

El servicio, ese sutil arte de hacer sentir al huésped como la única persona en el mundo, debe ser impecable, sí, pero también cálido y personalizado. ¿Acaso no es más delicioso cuando el barista recuerda cómo te gusta el café por la mañana o cuando el concierge te recomienda esa pequeña galería de arte que parece diseñada específicamente para tu gusto?

Experiencias únicas y auténticas

La tendencia es clara: los viajeros de lujo buscan inmersión y autenticidad. Quieren experimentar el destino desde una perspectiva local, pero con el confort y la exquisitez que solo un hotel de lujo puede ofrecer.

Esto significa que los hoteles deben integrar la cultura local en su oferta, ya sea a través de la gastronomía, el diseño interior inspirado en el entorno, o actividades exclusivas que permitan a los huéspedes conectar con la esencia del lugar.

El diseño como aliado

Los hoteles de lujo ya no son lugares donde el exceso y el glamour mal entendido juega con camas cómodas y las toallas más suaves, que también. Hoy son galerías de arte, son declaraciones de estilo, son experiencias sensoriales completas.

Queremos sumergirnos en habitaciones que cuenten historias, decoradas no solo con piezas exclusivas, sino con personalidad y carácter. Las tendencias nos llevan a huir de la pomposidad y abrazar los tonos neutros y los espacios relajados.

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( Foto: Roberto Nickson/Unsplash)

Tecnología a tu servicio

Pero no cualquier tecnología, sino aquella tan integrada y sutil que casi roza la magia. Desde sistemas de domótica que se ajustan a nuestro ritmo circadiano hasta aplicaciones que nos permiten personalizar nuestra estancia desde el momento de la reserva. ¿Quién necesita interruptores cuando puedes decirle a tu habitación que encienda las luces, cierre las cortinas o ponga tu playlist favorito con solo pronunciarlo?

Sostenibilidad y responsabilidad social

La sostenibilidad ya no es una opción, sino una necesidad. Los viajeros de hoy están cada vez más comprometidos con el medio ambiente y esperan lo mismo de su alojamiento. Un hotel de lujo debe demostrar su compromiso con prácticas ecológicas y sostenibles, desde la gestión de residuos y el uso de energías renovables hasta la oferta de experiencias eco-amigables.

Además, la responsabilidad social corporativa juega un papel crucial, con viajeros interesados en cómo los hoteles apoyan a las comunidades locales.

Todo por el bienestar

El concepto de lujo se ha expandido para incluir el bienestar físico, mental y espiritual de los huéspedes. Los viajeros de hoy buscan hoteles que ofrezcan más que un simple spa; desean programas integrales de bienestar que incluyan nutrición personalizada, fitness, meditación y terapias de relajación.

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Una de las habitaciones de la isla. Foto: Soneva Secret

La salud ha tomado un papel protagónico, con demandas de menús saludables y personalizados, así como espacios diseñados para promover la tranquilidad y el descanso.

Más que un hotel

Finalmente, buscamos experiencias que nos transformen, que nos hagan sentir parte de algo más grande. Ya sea a través de un taller de cocina con un chef local, una inmersión en las prácticas espirituales del área, o simplemente, una conversación reveladora con un miembro del personal que se convierte en amigo, lo que buscamos es volver a casa siendo un poco distintos a como llegamos.