Las exuberantes junglas de Tailandia prometen aventuras, mientras que las playas tranquilas son el lugar perfecto para chapotear bajo el sol. Las islas Similan cuentan con algunos de los mejores sitios para bucear del mundo, donde las barracudas rondan entre los arrecifes de coral y las formaciones rocosas. Diviértete en los clubes nocturnos de Patong o tómate el tiempo para disfrutar de un plato de arroz glutinoso con mango en Kao Neoo Korpanich, un famoso restaurante familiar de Bangkok. La ciudad de Chiang Mai es una visita obligada; un mosaico de templos antiguos, salones de masajes, auditorios musicales y mercados.

Bali es una postal viviente, un paraíso indonesio como sacado de un sueño. Empápate de sol en una playa de fina arena blanca o mézclate con las especies animales tropicales mientras buceas por los arrecifes de coral o los restos del naufragio de un barco de la Segunda Guerra Mundial. En tierra, la exuberante selva alberga templos de piedra y traviesos monos. La “capital artística” de Ubud es el sitio perfecto para ver una actuación de danza típica de la zona, realizar un taller de batik o de platería, o revitalizar la mente y el cuerpo con una clase de yoga.

Con más de 7000 islas que consisten en campos de arroz, volcanes, megametrópolis, sitios para surfear de primer nivel y vida salvaje endémica, Filipinas es uno de los países más deslumbrantes y diversos de todo Asia. Sin mencionar que también tiene algunas de las mejores playas del mundo.

Malasia ofrece una combinación de antigüedad y modernidad que satisface a los habitantes y turistas. Los viajeros acuden a Malasia durante todo el año para ver la hermosa selva tropical del Taman Negara National Park y las imponentes vistas de las montañas. Si lo que quieres es una experiencia culinaria exótica, Malasia tratará de complacerte con apetitoso marisco fresco y cócteles de la isla. Además, las parejas pueden hacer rafting en aguas bravas o disfrutar de un tranquilo atardecer en la playa.

Phuket ofrece un colorido abanico de espectaculares visitas vacacionales, desde las lagunas azules y los atardeceres rosas hasta los monjes con sus túnicas naranjas. Tuk-tuks de tres ruedas, taxis, autobuses y barcas alargadas transportan a los visitantes de maravilla en maravilla. En la costa sur insular se encuentran sus playas más populares. En cambio, el norte es más tranquilo. Ko Phi Phi, la bahía de Phang Nga y la playa de Patong son algunos de los sitios más populares. Bucear o practicar esnórquel, windsurf y vela son solo algunas de las propuestas activas. Tierra adentro, colinas boscosas, montañas y acantilados aguardan a que alguien los explore.

Conocida por una gran cantidad de pseudónimos, la “isla resplandeciente” tiene playas preciosas, plantaciones de té y ciudades antiguas. Practica buceo, visita un orfanato de elefantes y una laguna de peces que cantan, explora la densa jungla, sus santuarios y sus templos. Situada a solo 32 km de India, la isla antes conocida como Ceilán tiene una población de 20 millones de personas y ocho sitios declarados patrimonio mundial. La larga y brutal guerra civil que sufrió este país finalizó en mayo de 2009, lo que trajo paz, estabilidad y la recuperación de su industria turística.

Te encuentras en una preciosa isla frente a las costas de Tailandia, algo difícil de mejorar. Pasa el día en una de las famosas y animadas playas o explora las apartadas lagunas del parque marino nacional de Ang Thong. ¿Buscas algo romántico? Podrás elegir entre diferentes tipos de alojamiento, desde un lujoso hotel de cinco estrellas hasta un encantador bungaló aislado.

¿Quieres que tus compañeros de trabajo se mueran de envidia? Suelta como por casualidad: “Este año me voy de vacaciones a las Maldivas”, sobre todo si estáis en pleno invierno. O mejor aún: escápate sin decírselo a nadie y manda luego una postal que diga “¡Ojalá estuvierais aquí!”.

Turquía, un país que resurgió de las cenizas del Imperio otomano, es una tierra tanto de ciudades y zonas rurales como de ruinas antiguas y cultura contemporánea. Chapotea en los baños de barro de Dalyan o camina entre las rocas volcánicas de Goreme. Por supuesto, la fabulosa Estambul es una visita obligada. Hagas lo que hagas, no puedes perderte el café y los postres. Disfruta de una delicia turca de flores o un exquisito baklava de hojaldre para deleitar el paladar con estos sabores exóticos.

La tradición se cruza con la cultura pop en Tokio, donde podrás venerar los antiguos templos antes de ir de fiesta a un bar de karaoke. Si te adelantas al alba, podrás vivir la animada subasta de pescado en el mercado de Toyosu y, después, refrescarte con un paseo bajo los cerezos en flor que bordean el río Sumida. Dedica algún tiempo a contemplar los preciosos jardines del este del Palacio Imperial y repasa lo que sabes sobre la historia de Japón en el Museo Edo-Tokyo. No olvides comer todo el sushi, los fideos udon y los wagashi (dulces japoneses) que aguante tu estómago.

En el país del sol naciente, los templos antiguos y el neón comparten espacio, a la vez que los santuarios sintoístas ofrecen refugios de paz en medio de las metrópolis. Si a esto sumamos las ceremonias del té, los monos de nieve, el sushi, los kimonos y el karaoke, podemos decir que se trata de uno de los países más fascinantes del mundo.

Las famosas junglas del Vietnam están increíblemente llenas de vida. Al caminar por ellas descubres una abundancia de flora y fauna que ni te imaginas. No hay lugar donde puedas encontrar más animales que en el parque nacional más antiguo del país, Cuc Phuong, un lugar donde existen hasta 43 puntos de una impresionante biodiversidad y más de 300 tipos de aves tropicales raras.

Aunque hace solo 60 años Corea del Sur se consideraba un país en desarrollo, en la actualidad es uno de los líderes económicos y culturales de Asia. Un Seúl súper chic combina el modernismo con la historia antigua, la ciudad costera de Busan ofrece playas agrestes y la isla de Jeju sorprende con paisajes volcánicos y montañas altísimas.