Larga vida al yoga (y los mejores lugares para practicarlo en España)

Esta práctica milenaria procedente de la India no ha dejado de evolucionar, pero ¿lo hace en la dirección correcta? Lo hablamos en el Día Mundial del Yoga.
Mujer practicando yoga enfrente del Taj Mahal
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Un hombre colgado boca abajo de un árbol durante una noche tibia. El silencio superlativo hasta que un pavo real canta a lo lejos y la brisa colándose entre tantas personas entregadas al universo. Podríamos hablar de una estampa diluida en tiempo y espacio, aunque todas las miradas siempre giren hacia la India, claro.

Ahora vuelve a abrir los ojos: a tu alrededor todos llevan mallas, alguien habla de competición y un profesor te corrige la posición de la cabeza porque así fortalecerás la espalda baja. Esto ya nos suena más a la actualidad, ¿verdad?

Si la historia del mundo y la globalización tuviera que medirse a través de una disciplina, el yoga sería la principal de todas. Una filosofía nacida hace más de 5000 años en algún lugar del valle del Indo, en la India, cuya proyección internacional en el último siglo no ha dejado de sumar adeptos, desplegar nuevos conceptos de bienestar y sí, también sucumbir a ciertas distorsiones (o evoluciones, según se mire). En cualquier caso, he consultado a mis profesoras de yoga para salir de dudas.

Mujer practicando yoga junto al mar.

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¿Evolución o distorsión?

A finales de los 90, Madonna comenzó a difundir en diferentes platós de Estados Unidos su pasión por el yoga y todos sus beneficios, una de las principales fuentes de inspiración en la creación de su disco Ray of Light. Tan solo una de las muchas celebrities que, poco a poco, abrazaban el largo viaje del yoga a través del mundo y su penetración en Occidente, la cual ya contaba con notables precedentes: desde una primera demostración del pensador indio Swami Vivekananda en un congreso religioso en Chicago en 1893, hasta el estudio en Hollywood de la letona Indra Devi –una de las primeras mujeres en impartir yoga en Estados Unidos– pasando por el furor de Osho, capaz de atraer a personas a miles de kilómetros de distancia para escuchar sus discursos en un ashram de lujo erigido entre toneladas de pobreza y basura; o la icónica estancia de The Beatles en Rishikesh, la capital del yoga mundial, en 1968, como clímax de un movimiento hippie entregado a los misticismos de Oriente.

Sin embargo, la entrada del yoga en el mundo moderno se aceleró a principios de siglo junto a otros eslabones de la globalización –desde Internet a Pokémon– para desplegar una revolución silenciosa pero igualmente poderosa, en ocasiones sometida a una apropiación cultural que ha rebasado la ética de la práctica. No hay más que ver el documental Posture, estrenado en 2017, para asistir con la boca abierta al llamado ‘yoga de competición’, o la antítesis de los valores representados por este Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Solo entonces surge la duda: ¿ha evolucionado el yoga? ¿O más bien hablamos de una distorsión?

Visita de los Beatles a Rishikesh.

Colin Harrison - Avico

El yoga es un camino de realización, que te lleva a unir cuerpo, mente y alma. Si fuera un deporte, entraría en las Olimpiadas, ¿no? Se trabaja el cuerpo a través de las asanas para tener un cuerpo flexible y fuerte, con resistencia y sano, ya que el yoga presiona diferentes puntos de acupuntura y el organismo se va sanando y se mantiene equilibrado”, cuenta Mónica Bevia, profesora de yoga, a Condé Nast Traveler. “También trabaja la respiración, la herramienta natural que tenemos para equilibrar nuestra mente y cuerpo con la energía del ‘prana’. Con el yoga hacemos meditación y relajación, por lo que extrapolarlo a los gimnasios o lugares donde se pervierte esa misión es muy difícil”.

Para este autor, ferviente practicante de esta disciplina junto con la meditación, el yoga es quedarte a solas y descubrirte la cara llena de lágrimas cuando realizas un asana o postura en épocas de estrés. Es un refugio, ver los pensamientos pasando como aves a través de la ventana. Lanzar la piedra a un pozo secreto, cuyo sonido revela tantas verdades dormidas. El yoga es también una brizna de eternidad, íntima, en la que el alma, cuerpo y mente son continentes que se aproximan firme pero lentamente si fomentas la práctica en el tiempo.

Sin embargo, el yoga no ha estado exento de diversos puntos de vista: algunos te dirían que el ‘pranayama’ –respiración– llegaría antes que el Hatha yoga; que la meditación siempre estuvo ahí, o que la práctica se encamina cada vez más hacia la ciencia como llave para su evolución, una teoría que defiende el propio ex presidente de la India Nehru.

El yoga… ¿Evolución o distorsión?

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A su vez, también han surgido nuevos tipos de yoga como el polémico Bikram –yoga a 42ºC de temperatura cuyo nombre ha mutado en Hot Yoga para evitar malentendidos relacionados con su creador, acusado de agresión sexual por varias alumnas–, Iyengar, Vinyasa, Kripalu Yoga, Yin Yoga o Restorative Yoga, entre otros.

“El yoga es una disciplina de autoconocimiento que engloba prácticas físicas, mentales y espirituales. En Occidente, se ha enfocado en prácticas físicas que también son necesarias, pero a veces se queda solamente ahí”, nos cuenta la profesora de yoga Elena Ferraris, quien prefiere referirse más a la evolución que distorsión del yoga. “Ha ido evolucionando de diferentes formas: sin ir más lejos, hay que tener en cuenta que fue una disciplina nacida y creada por hombres, y hoy en Occidente la mayor parte de las personas que lo practican son mujeres. Lo importante es que podamos adaptarlo sin perder los orígenes. Quiero pensar que el enfoque 100% fitness, el cual se olvida de la práctica mental y espiritual y que nos resulta tan propio de Instagram, no representa la totalidad del yoga que hoy vemos en Occidente”.

Dónde practicar yoga en España

Elena, quien imparte clases de yoga en su estudio de Alonso Martínez (Madrid) y el Hotel II Tyrol, en San Candido, en plenos Dolomitas (Italia), nos sugiere también los siguientes lugares para practicar yoga en España.

Silencio, calma y descanso en Es Racó d’Artá.

Es Racó d’Artá

ES RACÓ D'ARTÁ (MALLORCA)

Incluido en nuestra Gold List 2021 en la categoría ‘Hoteles de salud, deporte y bienestar en España’, Es Racó D’Artá es un paraíso rústico cuyos tonos tierra se funden con los tapices de pinos de Mallorca a través de un oasis que invita a descansar y reconectar a través del yoga y la meditación. Además, el alojamiento también incluye clases de cocina, tratamientos con plantas medicinales, y talleres de cerámica, nutrición y elaboración de aceites esenciales.

LA GARRIGA DE CASTELLADRAL (BARCELONA)

Esta antigua masía restaurada por la familia Roca Barbé se ubica a 80 km de Barcelona, en un lugar ideal para reconectar con la naturaleza a través de diversas experiencias como baños de bosque, rutas a pie, talleres de cocina y nutrición, sus reuniones conocidas como ‘Círculo de Mujeres’, lecturas de carta natal y revolución solar y, por supuesto, diversos talleres de yoga y meditación.

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CASA RURAL ZARAGATE (CÁCERES)

Con impresionantes vistas a la sierra de Gredos y el pico Almanzor, la Casa Rural Zaragate es una majestuosa finca formada por dos casas rurales de cuatro estrellas que suponen el mejor umbral a un microuniverso holístico donde, este año, nacía La Sala de los Naranjos, una luminosa sala pensada para la práctica de yoga mientras la naturaleza pide entrar a través de la ventana.

La Garriga de Castelladral para reconectar con la naturaleza.

La Garriga de Castelladral

AGROTURISMO ATZARÓ (IBIZA)

En el corazón de Ibiza encontramos esta finca que irradia ese encanto country chic en forma de diversas experiencias con el yoga como hilo conductor: desde estilos como el Hatha hasta sesiones de relajación, fuerza y estiramiento, clases de pilates siguiendo el método clásico, y sesiones de breathwork y meditación de sonido.

MASQI - THE ENERGY HOUSE (ALICANTE)

Galardonado en la edición 2020 de The Spa Awards de Condé Nast Traveller UK, MasQi es uno de esos lugares que transforman a través de un alojamiento holístico en pleno Parque Natural de la Sierra de Mariola, en el interior de la provincia de Alicante. Un domo aguarda en pleno bosque de pinos para inducirte a una tremenda paz a través de diversas sesiones de yoga y meditación, además de terapias energéticas de ayurveda, medicina tradicional de la India, en su Casa de los Masajes. Todo ello, aderezado de los mejores platos gourmet, enfocados a potenciar tu energía vital a través de ingredientes saludables, diversas terapias energéticas y tratamientos corporales.