Londres de proximidad

Un precioso hotel, alta gastronomía y un bicentenario: siempre hay excusas para volver a la capital británica.
Londres de proximidad
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Volver es mirar con ojos diferentes. Regresar a aquellos lugares donde vivimos momentos inolvidables es atesorar más y más capítulos con los que ir rellenando el álbum de recuerdos. Y para esto, no cabe duda, hay destinos que se prestan a lo grande.

Uno de ellos es Londres, una ciudad diversa y polivalente de la que, en ocasiones, creemos saberlo todo. Y sí, muy probablemente hayamos pateado hasta la saciedad la urbe de las avenidas comerciales y la que bulle a orillas del Támesis. La que nos emociona en sus museos o se disfruta con veladas eternas de teatro y musical. La que invita a perderse por sus barrios más hipsters —ahí están Hackney o Brick Lane, Brixton o incluso Camden—, pero también por los clásicos. La que nos propone sentarnos a la mesa y lo mismo comernos un fish and chips que el mejor hindú de nuestra vida, un menú degustación de estrellas o un pie en cualquier pub.

Pero, en este viaje, te proponemos mirar hacia adentro. Apostar por quienes a su vez apuestan por las bondades de su tierra. Por quienes saben encontrar en lo cotidiano, en lo que siempre estuvo ahí, el gran reclamo. Verás que este Londres de proximidad te va a gustar.

THE BOTREE HOTEL: EL FUTURO ES AHORA

Apenas varias decenas de metros separan la vorágine de Oxford Street de este oasis de paz y sosiego en la siempre apetecible Marylebone. Quizás —o diríamos que, con total seguridad— el barrio más estiloso y coqueto del centro londinense es una caja de sorpresas en el que no paran de suceder cosas. Y todas ellas, bonitas.

De hecho, una de las últimas novedades de Londres se llama The BoTree Hotel. Este alojamiento boutique ubicado en lo que un día fue un edificio de aparcamientos ha llegado amparado por la prestigiosa marca Preferred Hotels & Resorts, donde la honestidad es lo primordial.

Desde septiembre 2023, The BoTree está situado entre Marylebone y Mayfair.Preferred Hotels & Resorts
EPR Architects y Concrete han concebido espacios de los que no te quieres ir.Preferred Hotels & Resorts

Porque en esta cadena hotelera saben muy bien el momento en el que nos encontramos, y defiende a capa y espada que la sostenibilidad ya no es una cuestión de futuro, sino que debe de estar tan instaurado en nuestro hacer diario que ni tan siquiera tendría que ser un tema a comentar. Por eso, en cada detalle, en cada decisión, elige siempre aquello que protege al medio ambiente, empezando por lo más simple: mimar lo local.

Lo comprobamos nada más cruzar la puerta de entrada. De bienvenida, una llamativa estantería en la que se muestran todo tipo de vasijas y cerámicas elaboradas por artistas locales. Creadores que son reconocidos a través de fotografías y paneles donde se cuenta su historia. Todas las piezas, eso sí, ha sido realizadas con materiales reciclados.

Aquí, la recepción brilla por su ausencia, pero en su lugar nos atiende un agradabilísimo trabajador vestido de manera informal que no duda en ofrecernos un cóctel y un asiento confortable desde el que hacer check-in. Llave en mano, nos enamoramos a primera vista de la mesa con forma de árbol —el árbol de la iluminación— hecha a partir de 8 mil tazas de café recicladas que preside el hall principal. En ascensor, tras alcanzar nuestra planta, otro miembro del personal nos recoge para acompañarnos a la habitación y explicarnos sus detalles.

¿Y cuáles son estos? Para empezar, la domótica: todo se controla en nuestro pequeño oasis desde un panel junto a la cama, desde las cortinas a la calefacción, el suelo radiante del baño o la iluminación. Plásticos de un solo uso, fuera: para los amenities ha sido elegido lo nuevo de la firma Jo Loves, de Jo Malone, hechos con productos naturales. El cabecero, con cuero vegano, mientras que las sábanas, suaves y envolventes, están hechas de fibra de eucalipto, que necesitan un 25% menos de agua al lavarse.

Pero, si algo resulta curioso en todo esto, es la distribución: un pequeño hall de entrada da paso al baño, desde el que se accede, a través de puertas correderas de paneles de madera, a la habitación. Algo que se repite a lo largo de las 199 habitaciones y suites del BoTree.

El restaurante LAVO recibe a comensales al mediodía y también a la noche.Preferred Hotels & Resorts
The BoTree, hotel en Londres.Preferred Hotels & Resorts

Pasar horas junto a la ventana contemplando cómo transcurre la vibrante vida de la ciudad es toda una tentación, pero también lo es disfrutar del resto de propuestas que ofrece el hotel. ¿Por ejemplo? Una cena en Lavo, el restaurante de Tao Group Hospitality inspirado en la gastronomía italiana pero que a la vez trata utilizar en sus recetas el mayor producto local posible. O el cóctel de rigor en The BoTree Bar, con una carta de mixturas de autor de lo más sugerente. Para el verano 2024, abrirá, además, el esperado rooftop del hotel, donde las noches transcurrirán entre música, picoteo y brindis en el corazón londinense.

ST. BARTS: FARM TO TABLE SIN SALIR DE LONDRES

Una coqueta iglesia aparece, como uno de esos rincones secretos que de repente nos sorprenden —y que siempre tratamos de guardarnos para nosotros— en las grandes ciudades, con solo atravesar el pasaje que conduce hasta Barts Square. Parece mentira, pero estamos en el centro de una de las ciudades más vivas de toda Europa y, sin embargo, la paz reina en todo su esplendor. En este Londres de proximidad (y escondido) no hay tráfico. Por el contrario, los pájaros revolotean entre las ramas de los árboles que tiñen de verde la plaza, un par de ejecutivos vestidos de traje de chaqueta conversan en un banco mientras fuman, y el sonido de los tacones de una joven al caminar por las baldosas marca el compás.

Un pasaje en pleno centro de Londres conduce a la Iglesia de San Bartolomé el Grande.Alamy

También las campanas de la Iglesia de San Bartolomé el Grande, que arrancan a sonar justo cuando atravesamos las puertas de St. Barts. Al otro lado nos espera Johny, socio, junto a Luke y a Toby, de uno de los restaurantes que más está dando de qué hablar en los últimos tiempos en la ciudad: tras hacerse con una estrella Michelin a los pocos meses de su apertura, recientemente fueron galardonados, también, con una Verde. El único restaurante londinense que puede presumir de ello.

Y si han logrado el prestigioso reconocimiento es sencillamente porque los tres jóvenes han apostado por un modelo de negocio donde lo sostenible vuelve a ser la clave: no hay ni un solo producto que entre en las cocinas de St. Barts que no se haya cultivado-elaborado o producido en Inglaterra. Y cuando decimos ninguno, es ninguno.

La aventura empresarial de estos tres amigos que se conocen desde la infancia surgió hace 6 años, cuando abrieron un pequeño restaurante —Nest— en un local medio en ruinas en Hackney. Johny venía de hacer carrera entre los fogones de diversos negocios, entre ellos, el primer pub que logró una estrella en la capital británica. Era hora de volar alto, y resultó que el éxito fue abrumador. Tanto, que pronto se les quedó pequeño: ahora, con un concepto mucho más refinado y elegante, han vuelto a sorprender a propios y extraños con su oferta.

St. Barts ofrece solo productos británicos.St. Barts

St. Barts está dividido en dos espacios bien diferenciados: nada más entrar, una zona tipo lounge invita a bajar pulsaciones, a relajarse y a tomar un cóctel pre-cena que vaya adentrándonos lentamente en la experiencia. La decoración, en la que abundan las maderas, cerámicas o la lana, se hallan en sintonía también con el concepto: las mesas de madera son de los árboles caídos en el jardín del padre de uno de los socios; los tapetes que decoran las paredes, elaborados por una amiga. Incluso las lámparas de forja o la vajilla de cerámica ha sido diseñada por ellos mismos.

Una vez a la mesa, empieza el festival. Y todo con una dificultad añadida: contar exclusivamente con producción británica supone prescindir de ingredientes tan básicos como el aceite de oliva o el limón, un reto que superan con creces gracias a productores que han apostado por cultivar nuevos sabores, como el yuzu, en tierras británicas.

Desde cocina elaboran un menú degustación que cambia de manera constante debido, precisamente, al hecho de ajustarse al terreno y a la estacionalidad: todo se trabaja de manera sostenible. Esta experiencia es para máximo 30 comensales por turno en la que 8 chefs y los 5 miembros encargados de la sala se aseguran de asegurar una velada única.

St. Barts, Londres de proximidad.St Barts

THE NATIONAL GALLERY: 200 AÑOS DE BELLEZA

Pues claro que sí. Y por eso este año Londres se viste de gala llevando el arte por bandera: The National Gallery celebra su bicentenario y, por supuesto, hace gala de su aclamadísima colección compartiéndola con el Reino Unido —y miles y miles de visitantes que acudimos cada año— al completo. Te contamos, pero vayamos por partes.

La institución, que nació en 1824 en una localización bien distinta a la de ahora —de hecho, estuvo ubicada en una casa privada que abría todos los días al público con la única condición de que los visitantes fueran “bien vestidos”—, atesora en sus diferentes galerías absolutas joyas del arte entre las que se hayan los nombres más aclamados a nivel mundial. Y hablamos de Van Eyck y de Van Gogh, de Turner y de Botticelli, de Velázquez, Renoir o Da Vinci.

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A partir del 10 de mayo darán comienzo los diferentes eventos con los que se conmemorarán esos 200 años repletos de historias que contar, como la que narra cómo los cuadros fueron trasladados a lugares secretos en Gales durante la II G.M. para asegurar su supervivencia. Entre las diferentes actividades agendadas para este año, para el que el edificio se ha preparado —y continúa ultimando detalles— reestructurando sus salas y accesos, se hallan exposiciones, charlas, conciertos, y una de las más interesantes: la que llevará 12 de las obras más adoradas de la colección a ser expuestas en 12 galerías distintas del Reino Unido, con una intención muy clara: que todo británico tenga la oportunidad de admirar una obra maestra sin desplazarse lejos de su hogar.

Una vez más, Reino Unido para el Reino Unido: la ciudad apostando por la belleza y compartiéndola con el universo. Una excusa más por la que, por qué no, escaparnos muy pronto a Londres.

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