La escapada ‘foodie’ con amigos que estabas buscando: de sidra por Gijón

Ahora que la ciudad asturiana ya cuenta con tren de alta velocidad, te damos todas las coordenadas en clave de sidra.
Despidiendo otro día... de sidras
Víctor Estevez / Turismo de Gijón

Imagina un lugar bañado por el Cantábrico, moderno, fresco, inspirador… uno de esos destinos redondos en los que disfrutar de un fin de semana largo entre amigos, paseando por un casco antiguo repleto de tiendecitas y curiosidades y deteniéndote –en una parada y otra–, sin prisas y sin reloj, para tomarte ¡la siguiente….'botellina'! con tapas y platos de la mejor cocina asturiana. ¿Se te ocurre mejor plan que ir a Gijón/Xixón de sidra?

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Tranquilos, porque en Gijón la temporada de sidra es todo el año… pero claro, el otoño es la "estación amiguil” por excelencia. Y además, ahora que la ciudad asturiana cuenta con tren de alta velocidad, no hay excusa. Y si encima Gijón/Xixón es el concejo asturiano que cuenta con el mayor número de llagares, el que más sidra produce ¡y consume! y el que cuenta con más sidrerías por metro cuadrado… ¡uf!, ¡no se hable más! ¡Nos vamos a Gijón!

El mar como telón de fondo.

Víctor Estevez / Turismo de Gijón

Y aunque cuando lleguemos el certamen gastronómico Gijón de Sidra no habrá hecho más que finalizar: ¡oh! –11 días en los que la mayoría de las sidrerías de la ciudad se hermanan con los llagares más punteros de Asturias y se ofrecen los mejores palos junto a sabrosas cazuelines–, podremos orientarnos, gracias al Sidromapa, para diseñarnos nuestra propia ruta sabrosa y sidrera por la ciudad –en Gijón lo tienen todo pensado para disfrutar de la sidra como si fuésemos uno más–.

SIDROMAPA EN EL BOLSILLO Y ¡A DISFRUTAR!

En total, encontrarás 33 sidrerías repartidas por la ciudad con todo tipo de ambientes. Pero puestos a elegir la primera, qué mejor idea que tenga ambiente marinero –para ir entrando en materia– y ¡ah! que ofrezca una de esas fabadas asturianas 100% caseras para ir calentando motores. ¡Alla vamos Sidrería Alberto!

¿La siguiente parada? Seguimos cerca del mar, y nos vamos a la Sidrería La Picaña. Porque otro de nuestros deseos es pedir un cachopo –sí, lógicamente entre varios– aunque también bordan las carnes a la brasa y todo lo que se les ponga por delante. Y de ahí, a otro clásico entre los clásicos, El Lavaderu, uno de esos locales rústicos, con encanto, terraza y cocina asturiana casera que te enamorarán nada más entrar. ¿Otro culín?

Un atardecer de estos siempre sienta bien.

Víctor Estévez / Turismo de Gijón

Y ya que estamos mimetizados con el ambiente, ¿por qué no pasarse por uno de esos lugares emblemáticos para ver el atardecer bebiendo sidra? La Cuesta del Cholo. No, no hay que perdérsela por nada del mundo porque en este encantador entorno pesquero, hoy convertido en puerto deportivo, el ambiente y la atmósfera que se respira es sencillamente inolvidable.

Pero ojo, ¡que aún no hemos terminado! porque tampoco puede faltar en nuestra primera toma de contacto otros locales míticos, como la Sidrería Puente Romano, para probar uno de esos pulpos asados deliciosos que te dejarán sin palabras, o la Sidrería Dakar, en la se volverán locos los amantes de los mariscos y además, tienen un pastel de cabracho de hacer la ola.

La hora bruja en el Puerto Deportivo.

Víctor Estévez / Turismo de Gijón

Y para terminar –la jornada de hoy, para mañana más…– el familiar Llagar de Begoña, donde además de sus boquerones fritos con jamón, podrás recorrer Asturias de cabo a rabo a través de sus quesos, siempre culín de sidra en mano. Por cierto, su cazuela de lengua de ternera estofada ha sido premiada este año y hay que probarla. ¡Salud!

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