Bodegas históricas de Madrid (bodegas de verdad) que puedes y debes conocer

Llamemos a las cosas por su nombre. En Madrid aún hay bodegas históricas, algunas centenarias, aunque en la actualidad sus conceptos hayan evolucionado.
Bodegas históricas Mariano Madrueño
Mariano Madrueño

El cierre de una tienda de vinos en el Barrio de Salamanca con apenas veinte años de historia se ha parecido más a una catarsis existencial que a un negocio que echa la persiana por la subida del precio del alquiler. Quienes conocen el Madrid de siempre se sorprenderán ante frases como “icono de la ciudad” o “bodega histórica”. Por eso nos preguntamos, ¿cuales son las bodegas históricas (las de verdad) de Madrid? ¿Qué ha sido de ellas? Aunque la mayor parte de ellas han evolucionado para seguir abiertas, hemos hecho una ruta por las verdaderas bodegas históricas y en algunas hasta nos hemos tomado un vino. O dos.

Ángel Sierra, en la Plaza de Chueca.Facebook / Taberna de Ángel Sierra

BODEGAS ÁNGEL SIERRA

Nació un 23 de noviembre de 1917, el mismo año que estalló la Revolución Rusa y que comenzaron las obras del metro de Madrid. Durante más de cien años ha sido bodega y taberna de un Madrid castizo que se ha ido regenerando hasta el día de hoy. Famoso por su vermú de grifo y por esos escalones del acceso por San Gregorio que han descalabrado a más de un despistado, la taberna de Ángel Sierra es un icono la ciudad, con sus cristales pintados, sus azulejos y su madera tallada por todas partes. Aún conserva los frescos pintados en el techo y sus cubas gigantes de madera. Por ella han pasado personajes de todo tipo, e incluso ha aparecido en películas como La flor de mi secreto, de Pedro Almodóvar (Gravina, 11).

Bodegas Ricla, un clásico para el vermut de grifo.Alamy

BODEGAS RICLA

Este reducto del Madrid antiguo nació como bodega allá por el año 1867 y, como la gran mayoría de las casas de vinos, evolucionó para convertirse en taberna y llegar hasta nuestros días como si el tiempo hubiese tan solo rozado sutilmente la madera verde de su puerta. Ricla es el pueblo del Valle del Jalón del que provenían sus primeros propietarios, que durante años mantuvieron esas estanterías llenas de botellas tras una estrechísima barra desde donde se aprecian tres cubas rojas que en su día tuvieron gran actividad. Estamos en una de las calles emblemáticas del Madrid de los Austrias, pura ebullición de gente cada fin de semana que busca en esta bodega histórica ya no vinos a granel, sino sus albóndigas, sus callos y su bacalao con vermut de grifo (Cuchilleros, 6).

Autoservicio en Bodega Santa Cecilia, Madrid, 1968.Bodega Santa Cecilia

BODEGA SANTA CECILIA

Algunas bodegas centenarias han sufrido tal transformación que da la sensación de que han perdido la esencia castiza con la que nacieron. Esto sucede con Bodegas Santa Cecilia, toda una institución del negocio del vino en el distrito de Chamberí. Ha cumplido hace nada sus primeros cien años, ya que nació en 1922 de la mano de Pedro Santa Cecilia Muñoz, que se unió al carro de aquellas bodegas castizas que abrieron en el primer cuarto del siglo XX. Se convirtieron en los años 60 en la primera tienda de vinos con autoservicio, toda una revolución. Hoy en día han creado su propio club de socios y organizan catas temáticas y mesas de maridaje de todo tipo. Santa Cecilia no conserva apenas reminiscencias de aquella bodega castiza de hace cien años y ha dado paso a un establecimiento moderno y sofisticado, adaptado a los nuevos tiempos. Pero eso no quita para que esté considerada como una de las mejores tiendas de vinos de Madrid. En la actualidad permanece cerrada al público ya que están reformando de nuevo el local para crear un nuevo espacio, siendo solo posible la venta online. Pero nos han confirmado desde la propia bodega que con bastante seguridad reabrirán puertas antes de verano de 2024 (Blasco de Garay, 74).

Casa Alberto mantiene su emblemática barra.Casa Alberto

CASA ALBERTO

A punto de cumplir dos siglos de existencia, Casa Alberto está considerada una de las tabernas más antiguas de la capital. Como no podía ser de otro modo, sus inicios fueron modestos, o modo de taberna y bodega, sirviendo vino peleón que conservaban en pellejos de vaca. De hecho era la venta y conservación de estos vinos lo que ha permitido a este comercio centenario convertirse en un imprescindible de Madrid. Abrió en el año 1827 y se mantiene intacto, con la misma estructura y ornamentación desde 1924. Se dice que el mismísimo Miguel de Cervantes vivió en el edificio donde se encuentra el establecimiento, que pasó a convertirse en una de las tabernas por las que políticos y literatos han discutido en más de una ocasión. Hoy en día poco queda de aquella tradición de vinos en pellejo, pero sigue siendo un imprescindible (Huertas, 18).

Bodega de los Secretos, hoy convertida en restaurante.Bodega de los Secretos

BODEGA DE LOS SECRETOS

No todas las bodegas de Madrid fueron punto de venta de vinos. Si nos trasladásemos al Madrid del siglo XVII nos encontraríamos con una ciudad rodeada de campos de cultivo que, a su vez, era un gran punto comercial de las materias primas que venían de otros lugares. Por este motivo se construyeron muchas bodegas bajo tierra, algunas de ellas interconectadas por el subsuelo de la gran ciudad. Los Secretos es una de las pocas cuevas bodega que aún se mantiene en pie después de cuatrocientos años. Ubicadas a pocos metros del Jardín Botánico, estas cuevas-bodega reunían las condiciones perfectas de baja temperatura para conservar el vino. Fueron aprovechadas por los monjes para transformarlo en un verdadero “arsenal” de vino, aunque con los años fueron cayendo en el olvido. Durante años se utilizaron sus pasadizos como escondite en las diferentes guerras que se sucedieron en nuestro país. Con la llegada del siglo XXI se recuperó este edificio histórico y las centenarias bodegas se convirtieron en restaurante (San Blas, 4).

Bodegas Casas presume hoy del mejor vermú de Madrid.Bodegas Casas

BODEGAS CASAS

2023 convirtió a Bodegas Casas en nuevo miembro de las bodegas centenarias de Madrid. Sería el 28 de septiembre del año 1923 cuando Bodegas Casas abriera sus puertas por primera vez en un pequeño local de la Avenida de Barcelona, muy cerquita del Parque del Buen Retiro. Lugar donde permanece, con la misma familia al frente y muchas historias que contar. Saturnino Casas, fundador de la bodega, quiso siempre conservar las poderosas tinajas donde reposaba el vino que traía de La Mancha. La barra permanece prácticamente intacta, incluso la división que había entre la barra del bar y la parte donde se dispensaba el vino para llevar, normalmente reservada para las mujeres. Hoy en día es una de las mecas de peregrinación del los amantes del vermú con encurtidos. Y vermú de barril, por supuesto, porque la propia familia estuvo detrás de las movilizaciones del sector de la restauración cuando en la ciudad de Madrid se tuvo la “feliz” idea de intentar prohibir el vermú de grifo (Avda. de la Ciudad de Barcelona, 23 y 57).

Ver fotos: Trafalgar, vida de barrio en el Chamberí castizo

MARIANO MADRUEÑO

Si hay algo en lo que todo el mundo coincide probablemente es que la bodega de Mariano Madrueño es una de las tiendas de vinos con más encanto de toda la ciudad de Madrid. En pleno corazón del castizo barrio de La Latina, abría en el año 1895 una licorería que casi parecía más una botica que una tienda de espirituosas. Anises, vermús, licores y jarabes de producción propia componían sus pintorescos estantes. Con la Guerra Civil el negocio pasa al hijo de Mariano, que tendría una visión más amplia del negocio. En este momento, la licorería abre las puertas a otras marcas y bodegas, ampliando su oferta, fundamentalmente en vinos. Aun manteniendo una presencia importante de los olorosos, Mariano Madrueño llega a nuestros días apostando por la venta de vinos de las diferentes denominaciones de origen y también licores, fundamentalmente elaborados en España. Han sabido adaptarse a los tiempos modernos, ofreciendo catas y degustaciones en una tienda que ha desafiado al paso del tiempo una y otra vez (Calatrava, 19).

Bodega de La Ardosa (Santa Engracia 70, Madrid).Bodega de La Ardosa / Wikimedia Commons

LA ARDOSA

En la lista de bodegas centenarias de Madrid podemos decir que Bodegas La Ardosa ocupa un lugar más que privilegiado. Aunque en términos de negocio no operan como bodega desde hace años, Bodegas La Ardosa mantiene el cartel y la fachada de la bodega inicial. Nos remontamos al año 1892 cuando un emprendedor del mundo vitivinícola, Don Rafael Fernández Bagena, fundó la bodega en el centro de Madrid, en el número 13 de la Calle Colón. Tal fue el éxito de la bodega que llegaría a abrir más de veinte establecimientos repartidos por toda la ciudad de Madrid. Pero este éxito no duraría para siempre y Don Rafael liquidaría el negocio que pasaría en el año 1970 a manos de la familia Monje. Los Monje transformarían la bodega en la taberna que conocemos hoy en día, todo un referente del cerveceo tanto en Malasaña como en Chamberí, ya que en el barrio de Trafalgar se mantiene en pie otro de los locales de La Ardosa, siempre abarrotado y en manos de nuevo propietario (Santa Engracia 70 / Colón, 13).

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