Imagen de archivo de Toni Pérez durante una comparecencia ante la prensa TA
Toni Pérez: «Benidorm es la referencia en la adaptación al cambio climático»
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Toni Pérez: «Benidorm es la referencia en la adaptación al cambio climático»

El alcalde de la capital turística marca la sostenibilidad y la accesibilidad como los próximos grandes retos del sector | El presidente de la Diputación exige al Gobierno de España la mejora urgente de la conectividad

Domingo, 7 de julio 2024, 07:14

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Hace ahora poco más de un año que Toni Pérez reeditó, con mayoría absoluta, la alcaldía de Benidorm. Esa victoria, además, no tardaría en confirmar el rumor que durante meses había circulado (como una certeza absoluta) en los mentideros políticos de toda la provincia: que el alcalde de la capital turística de la Costa Blanca relevaría a Carlos Mazón en la presidencia de la Diputación.

Benidorm, es una realidad que se asume y de la que se presume, vive del turismo. Benidorm es, más que un destino turístico o el destino líder del Mediterráneo (las dos afirmaciones son ciertas), un enorme laboratorio en el que cada día se experimenta con nuevas iniciativas e ideas para que esa industria, siempre tan exigente y demandante de cambios, siga teniendo a esa ciudad vertical como referente.

Por ello, cualquier conversación con el primer edil benidormense en clave política tiene, necesariamente, un trasfondo político. Todo lo que se hace en Benidorm tiene mucho que ver con el turismo, aunque eso no signifique que el vecino quede olvidado en la ecuación. De verbo fácil y axiomas bien aprendidos, uno de los que más veces repite Pérez es aquel de «sólo seremos la mejor ciudad para visitar si somos la mejor ciudad para vivir». Y en eso está en el arranque del segundo año del presente mandato.

Sus detractores, eso sí, dicen que es un alcalde a tiempo parcial. Que sus obligaciones en la Diputación le restan tiempo en lo local. Él argumenta que confía en el trabajo en equipo y asegura (es comprobable a poco que uno madrugue un poco) que cada día se reúne con todos sus concejales antes de las ocho de la mañana para coordinar la jornada. A partir de ahí, como en la canción de Serrat, cada uno, a lo que hay que hacer.

Un ritmo frenético

Toni Pérez es un hombre que vive en movimiento y parece disfrutar de ello. De hecho, no niega que su vida lleve un ritmo frenético. «Creo que lo frenético de la agenda es en función de la respuesta que puedas dar a ella. Nosotros estamos cargadísimos de ganas de trabajar, de ilusión, y con la capacidad que tenemos, que es la que hemos venido desplegando. Y las agendas están para cubrirlas, para acudir a los actos, para estar acompañando a la ciudadanía, para estar con los movimientos vecinales, festeros, sociales, económicos. Bueno, eso lo que seguimos haciendo y lo hacemos con mucha presencia».

Fuera, en la calle, la ciudad parece vivir a la misma velocidad que la agenda del alcalde. Camiones de reparto que llenan estanterías de supermercados y cámaras frigoríficas de restaurantes, turistas que, sombrilla al hombro, se lanzan hacia las playas; vecinos que van, como en cualquier otra ciudad del mundo, a ritmo ligero a su trabajo o a la compra… La ciudad que nunca duerme, dicen algunos.

«Estamos siempre a punto», resume un Pérez que pronuncia ya por vez primera en esta larga conversación la palabra turismo. «Afortunadamente, el mundo del turismo está persiguiendo y realizando muchas acciones, invirtiendo muchos recursos en desestacionalizar la actividad y en fidelizar al turista».

Desestacionalización consolidada

Eso en general, claro, porque aquí, entre el Tossal de La Cala y la Serra Gelada, en Benidorm, «no solo lo tenemos superado, sino que lo tenemos muy consolidado. Es verdad que ahora empezamos a hablar ya de esa temporada baja que supone los meses de enero, febrero y marzo. Hay mucho trabajo detrás, pero los resultados están ahí. La actividad, fundamentalmente del tejido productivo de la ciudad, da buena cuenta de que Benidorm completa mes tras mes una gran actividad que al final es empleo, que al final es producción, que al final es contribuir a que la marca España brillé».

Mientras en muchos destinos eso se provoca la aparición de la turismofobia, en Benidorm locales y visitantes parecen ser ajenos a esa cuestión. «Estamos a las puertas de lo que va a ser otro momento punta en actividad, no sólo en ocupación, sino en actividad. Y Benidorm está preparado y está dimensionado, precisamente para atender a todos aquellos que quieran acompañarnos estos días de verano».

«Benidorm está preparado y está dimensionado, precisamente para atender a todos aquellos que quieran acompañarnos estos días de verano»

Por ello, porque cada día parecen ser más los que eligen Benidorm como destino y las temporadas turísticas duran ya doce meses, la ciudad, como en su momento cuando apostó por convertirse en el primer Destino Turístico Inteligente (DTI) certificado del mundo, lidera ahora la nueva gran reconversión, la que pivota sobre los conceptos de sostenibilidad y accesibilidad.

Toni Pérez afirma que «hay un aspecto ambiental que nos tiene que preocupar y tenemos que estar incidiendo en él y lo hacemos. Somos de los pocos municipios de España que con más de 50.000 habitantes y siendo un gran destino turístico, está haciendo un gran esfuerzo por adaptarnos a esta circunstancia».

Para ello, el plan de adaptación al cambio climático, «es la referencia en España ahora mismo para una ciudad que no llega a los 75.000 habitantes. Tenemos que repetirlo mucho, porque la gente de aquí, no cae en la cuenta que cuando has peatonalizado más de 40 calles, cuando has modulado tu movilidad para hacerla más eficiente, más sostenible; cuando has hecho grandes inversiones es precisamente para tener una movilidad ciclista potente, aparcamientos disuasorios».

En definitiva, continúa el primer edil, «cuando has hecho toda esa operativa, llega un proceso de renaturalización, de introducir más naturaleza en nuestras calles. Todo esto es porque estamos ocupándonos de ello, de lo que importa de verdad, que es el confort de las personas en una ciudad y en un destino que son líderes en el mundo».

Agua garantizada

Hoy en día, como explica Pérez, el concepto de sostenibilidad ha ensanchado mucho sus costuras y ya no se circunscribe a aquello del reciclaje y poco más de hace apenas un lustro. Lo que no ha cambiado, sin embargo, es que en Benidorm la principal preocupación cuando se habla de sostenibilidad siempre es la misma: el agua. Ahora, arrancado el verano y en plena sequía, el líquido elemento vuelve a la conversación con fuerza.

Nada nuevo bajo el sol, en realidad, ya que, recuerda Toni Pérez, «Benidorm y la comarca de la Marina Baixa siempre ha sido un territorio de deficiencia hídrica. Nuestra historia habla de ello. Benidorm siempre acude a portes externos. Hemos solventado muchísimas circunstancias y muchas vicisitudes. Tenemos la capacidad de garantizar el agua de consumo de boca para todas las personas en la comarca gracias a la gestión del Consejo de Aguas de la Marina Baixa, que es ejemplar. No existe otro ente, prácticamente en el Estado español, que sea capaz de generar este ciclo integral del agua, reportando beneficios tanto al consumo humano como a nuestros riegos, incluso, garantizando también la limpieza y baldeo de calles o parques y jardines en su riesgo».

«Tenemos la capacidad de garantizar el agua de consumo de boca para todas las personas en la comarca gracias a la gestión del Consejo de Aguas de la Marina Baixa, que es ejemplar»

En todo caso, insiste el también presidente de la Diputación, «eso no quiere decir que tengamos que bajar la guardia. La comarca siempre acude a esos aportes externos con normalidad. Afortunadamente, tenemos las inversiones hechas, las canalizaciones existen y las hemos pagado, y eso está para prevenir, precisamente, que pueda llegar cualquier incertidumbre grave».

Y eso no es algo que se haya conseguido de la noche a la mañana o que sólo sea posible gracias a esos aportes que llegan del Júcar o la desaladora de Mutxamel. Esto es una realidad, sobre todo, por el enorme aprovechamiento que se consigue en la red comarcal. «El rendimiento de nuestra red de agua potable supera el 96%. Estamos reutilizando ya agua regenerada por encima del 33%. Es que somos ejemplares porque hemos hecho de la necesidad virtud. Y eso tiene una consecuencia: cuando vienen periodos de sequía, como ha ocurrido en toda la península en los últimos tiempos, nosotros tenemos capacidad de respuesta».

Consecuencias del DTI

En su día, Benidorm se convirtió en el primer DTI certificado del mundo. Luego llegó la pandemia y su gestión, la recuperación de la normalidad y su gestión, las guerras en Europa y su gestión y ahora, como ya ha quedado claro, el horizonte de los sostenible y su gestión. Pero también es ahora, tras tantos vaivenes de todo tipo, cuando se puede hacer balance de lo que ha supuesto esa conversión en DTI para el destino.

Este ha sido un periodo en el que se ha gestionado «lo importante, que es la gestión inteligente del turismo y en Benidorm, porque esa es una convicción personal y del equipo de gobierno, tenemos muy claro que seremos el mejor destino al que venir, si somos la mejor ciudad para vivir».

Por ello, añade Toni Pérez, «todo lo que hacemos tiene ese eje transversal dentro de los ejes del DTI. La accesibilidad, la sostenibilidad, la innovación, la tecnología. Lo que perseguimos es la gobernanza. Cuántas apuestas hemos hecho muy valientes, muy serias, no siempre aceptadas de primeras, ya no por la oposición, sino por una parte de la ciudadanía, y en el balance se han admitido como positivas, especialmente por la ciudadanía».

Aunque los resultados están sobre la mesa, Pérez es consciente de que «hay quien nunca va a reconocer aquello que arriesgaste, aquella visión, aquello que hiciste. Pero desde el punto de vista reputacional, Benidorm ahora mismo está en un momento muy dulce»

Diversificación de oferta

La industria turística, lo saben bien en Benidorm, es una de las más competitivas del mundo y obliga a los destinos líderes a reinventarse de manera constante. Ya no sólo se puede vivir del famoso 'soy y playa', en el que «somos imbatibles», sino que hay que ofrecer mucho más.

«Cuando un Benidorm, que es una ciudad de 75.000 habitantes, entra en todos los rankings comparándose con todas las Islas Canarias, que nos sigan comparando con las Baleares… Benidorm se orienta de una forma que pocos lo pueden hacer».

Una realidad que afecta para bien a toda la provincia. «Si alguien cree que la conectividad del aeropuerto Miguel Hernández la tiene cualquier otro aeropuerto de España o de Europa, no entiende nada de lo que es y lo que mueve la actividad turística, del beneficio que redistribuye. Son muchas las personas las que se aprovechan de una circunstancia que es tener un gran Benidorm junto a un gran aeropuerto. Pero tenemos alguna asignatura pendiente en esto de la conectividad».

Necesidad de mejores conexiones

Aparece entonces la mirada más reivindicativa de Toni Pérez. «Tenemos una gran necesidad de mejora. Ya no sólo es la segunda pista del aeropuerto, aunque hay aeropuertos en España que una vez superado los 13 millones de pasajeros, ya tuvieron una segunda pista. Alicante ha superado ya los 15 millones y el Gobierno no solo no la programa, sino que la niega».

Más allá de eso, «es el único aeropuerto de Europa que no tiene una conexión ferroviaria, ya no digo con Benidorm, sino con la capital de la provincia. La Marina Baixa es la única conurbación de más de 200.000 habitantes de Europa que no tiene conexión ferroviaria. Si con todo eso somos lo que somos, nos admira el planeta, pues imagínate si nos lo dieran, porque nos lo tienen que dar, porque esto son inversiones de Estado, inversiones de país».

Una conectividad de la que, explica Toni Pérez ya enfundado en su rol de presidente de la Diputación, se puede beneficiar Benidorm, claro; pero con la que Benidorm también podría beneficiar al resto de la Costa Blanca aportando visitantes, sobre todo, al interior.

«Siempre se habla del sol y playa, algo que yo, en la semántica, estoy cambiando. La provincia de Alicante es un destino de sol que tiene costa e interior. Creo que eso ya es una declaración de intenciones y más viniendo de un alcalde de Benidorm. Es decir, nuestra riqueza interior también pasa por tener un clima asombroso, envidiable», remata Pérez.

El político benidormense presume de «la capacidad hotelera y alojativa del interior de la provincia, que no tiene nada que ver con la capacidad hotelera o alojativa en la costa; pero es verdad que hay otra modalidad, que es esa pequeña urbanización o ese territorio donde elige mucha gente vivir y que también genera una actividad económica muy importante».

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