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La Vera: el refugio en C�ceres de artesanos, intelectuales y artistas, a los pies de la Sierra de Gredos

Recorremos La Vera, en la provincia de C�ceres. Un para�so bendecido por un clima privilegiado y un paisaje m�gico que contemplamos a trav�s de los ojos (y las casas) de ese comando de artesanos, artistas e intelectuales que se han rendido a sus encantos.

Guille Garc�a-Hoz en la puerta de su casa de La Vera.
Guille Garc�a-Hoz en la puerta de su casa de La Vera. Toni Mateu

La comarca de La Vera, al norte de la provincia de C�ceres, se ha convertido en una especie de tierra prometida para muchos urbanitas que encuentran en ella el refugio perfecto para su fin de semana o... para retirarse. Aqu� la prisa s�lo afecta a los torrentes de agua que van a todo meter por las gargantas que jalonan esta ladera de la sierra de Gredos. Baja entusiasmada entre rocas, se detiene en remansos llamados charcos y sigue su camino hacia terrenos f�rtiles y bosques m�gicos. Es uno de sus infinitos alicientes naturales, siempre bajo la mirada del pico Almanzor. Tan alto. Tan orgulloso.

Una de las gargantas que atraviesa la comarca de La Vera
Una de las gargantas que atraviesa la comarca de La VeraToni Mateu

La Vera tiene sus lindes pero, para nosotros, empieza en el monasterio de Yuste, donde march� a bien morir el Emperador m�s poderoso del momento, Carlos I de Espa�a, que cay� al final vencido por un mosquito (que le transmiti� el paludismo); nuestra ruta sigue por un castillo exuberante hoy Parador de Jarandilla y termina en Madrigal de la Vera, donde un embalse cercano, el de Rosarito, acoge cada atardecer, en los meses m�s fr�os, a bandadas de grullas que eligen su agua para dormir.

El antiguo patio de armas del castillo de Jarandilla, es ahora la terraza del restaurante. Un lugar m�gico para cenar.
El antiguo patio de armas del castillo de Jarandilla, es ahora la terraza del restaurante. Un lugar m�gico para cenar.Toni Mateu

La Vera y sus artesanos

Todo un espect�culo que la artesana Gema Calder�n contempla cada d�a. Vive aqu�, en la orilla, en una antigua nave rehabilitada, pero su d�a a d�a transcurre en Madrigal, el pueblo donde tiene su taller/tienda: "Viv�a en Sevilla pero me vine hace diez a�os; era pintora pero ahora trabajo con hierro y porcelana". Su mundo gira alrededor de delicadas piezas �nicas que van desde platos ligeros como plumas hasta testas di moro de semblante optimista.

Una testa di moro realizada por Gema Calder�n.
Una testa di moro realizada por Gema Calder�n.Toni Mateu

En sus manos el hierro se reconvierte en l�mparas preciosas y apliques tan pr�cticos como decorativos. Aqu� tambi�n imparte talleres de fin de semana para iniciarse en la t�cnica del gres porcel�nico, un arte que aprendi� en Holanda.

La artesana Gema Calder�n en su taller de Madrigal de La Vera.
La artesana Gema Calder�n en su taller de Madrigal de La Vera.Toni Mateu

Gema pertenece a esa excelsa tribu de creativos que ha elegido La Vera como destino de vida o de fin de semana. Esa especie de Amazonia a la extreme�a apenas desvirtuada por el turismo, obsesionada por defender sus tradiciones y su paisaje, bendecida por un clima privilegiado y salteada de escondites habitados por un super�vit de belleza.

El asombroso jard�n de olivos en casa del paisajista Eduardo Mencos
El asombroso jard�n de olivos en casa del paisajista Eduardo Mencos.Toni Mateu

La acuarelista bot�nica Sena Cifuentes, vecina de Gema, lo sabe bien: "Llegu� aqu� por casualidad hace 8 a�os. Puse en Idealista un c�rculo en la zona donde me gustar�a encontrar una casa y, a la media hora, me lleg� una en Jarandilla. Creo en las se�ales, as� que cerr� mi vida en Madrid y en busca de tranquilidad me vine a La Vera".

La ilustradora Sena Cifuentes.
La ilustradora Sena Cifuentes.Toni Mateu

Aunque ahora est� centrada en ilustrar un libro para la editorial Edelvives, encuentra tiempo para estampar pa�uelos de seda o dise�ar telas y papeles pintados. "Disfruto paseando por los bosques que rodean Madrigal, est�n llenos de vida y �de insectos! Me encantan los animales peque�os, los que todo el mundo mata porque pican. Me gusta pintarlos". Volviendo a sus paseos, Sena recomienda una ruta que bordea el r�o Alardos: "Hay una mezcla �nica de olivos con helechos a sus pies. Algo muy raro. En primavera el campo se cuaja de peon�as silvestres. Es asombroso".

Una de las ilustraciones de Sena Cifuentes correspondientes a la serie de Reinas.
Una de las ilustraciones de Sena Cifuentes correspondientes a la serie de Reinas.Toni Mateu

Los pueblos, anclados en sus tradiciones, son uno de los tesoros de la comarca

Y puestos a la sorpresa, si eres un/una parvenue de la zona, no debes mover ni una ceja en caso de que te cruces en el pueblo de Villanueva de la Vera, uno de los m�s bonitos (al lado de Madrigal), con un monje/a budista de la comunidad Shorin-Ji, que habita en la ladera suroeste de Gredos. Un lugar de dif�cil acceso donde se organizan retiros. Debe ser que el Almanzor transmite una energ�a especial porque no muy lejos, ya en Candeleda, se encuentra el Dhamma Sacca, uno de los centros de Vipassana m�s grandes de Europa. Por si fuera poco, Jes�s Moraime, uno de los madrile�os m�s arraigados de la zona, nos comenta que, tambi�n en Villanueva, habita una comunidad enorme de �musulmanes suf�! De hecho, uno de los matrimonios que practican esta religi�n ha fundado una de las panader�as m�s exitosas del vecindario: Vera dulce Vera (Calle de los Casta�os, 20).

Villanueva y Valverde de la Vera son algunos de los pueblos m�s bonitos de la comarca y todav�a conservan su autenticidad.
Villanueva y Valverde de la Vera son algunos de los pueblos m�s bonitos de la comarca y todav�a conservan su autenticidad.Toni Mateu

Dejemos a un lado la religi�n para centrarnos en Villanueva, uno de los pueblos m�s bonitos de la Vera, con sus casas de madera y mamposter�a y esos canales que, labrados en el centro de las calles, sirven para que circule el agua de lluvia sin desmadrarse. Un municipio que encuentra su punto �lgido la semana de carnaval con las fiestas del Peropalo, un mu�eco tan alto como una persona, con cabeza de madera y cuerpo relleno de paja. Una figura que, por lo visto, representa un malhechor hist�rico (no hay aval cient�fico de su origen) al que someten a un profundo escarnio hasta que lo queman (la cabeza siempre se salva) el martes de carnaval a �ltima hora. Se remata el juicio con el cante de una jota y redoble de tambores.

Casas en lugares m�gicos

El paisajista Jes�s Moraime lo sabe bien: "Conozco la Vera desde peque�o; me fascinaba la vegetaci�n aut�ctona, los robledales y la cantidad de agua que hab�a por todos lados. Luego me hice jardinero. Hace muchos a�os, mi hermano Crist�bal (escultor suf�) se vino a vivir aqu� y me enamor� de la zona: era el sitio perfecto para construir un jard�n. Compr� una finca donde hab�a casta�os, robles, un r�o y una casa de aperos que reconvert� en San Juli�n, la primera de Las casas del Naval". Las del Naval son tres casas rurales independientes decoradas con extraordinario buen gusto. Dice Jes�s que parti� de una finca de 10 hect�reas "Y ahora tengo 44", y le echa la culpa al Animus apropiandi que, en versi�n de andar por casa, viene a ser: si el prado del vecino es m�s verde que el tuyo, no queda otro remedio que hacerse con �l. La trayectoria de Moraime aqu� no se limita a la hospitalidad: "Trajimos unas vacas del norte de Galicia de raza cachena y producimos carne ecol�gica, as� como nuestro aceite para consumo propio y nuestra miel; la intenci�n es mantener los usos tradicionales del campo".

Uno de los maravillosos paisajes que te puedes encontrar por La Vera.
Uno de los maravillosos paisajes que te puedes encontrar por La Vera.Toni Mateu

Guille Garc�a-Hoz y su refugio del bosque

La Vera no es tierra para despistados y Google Maps puede convertirse aqu� en un preciado tesoro o en la m�s vilipendiada de las aplicaciones. Encontrar tu destino a veces es un milagro, y... los milagros existen: fuimos capaces de encontrar la casa del interiorista y ceramista Guille Garc�a-Hoz.Escondida en un bosque, acompa�ada de un r�o y rodeada de �rboles frutales. Aqu� el buen salvaje del que hablaba Rousseau no desentonar�a nada. De hecho, Guille y su marido, Sergio Mart�nez, inauguraron este refugio de una manera un tanto hippy: "Nos vinimos aqu� en 2020 con la obra sin terminar. Dorm�amos en colchonetas, nos alumbr�bamos con velas y no ten�amos cuarto de ba�o. Es una �poca que recuerdo con mucho cari�o: vivir sin electricidad es poco pr�ctico pero muy rom�ntico".

"Si quieres ver mariposas, no las caces, haz un bonito jard�n", con esta especie de mantra, Guille ha hecho uno "de contenci�n", con un breve prado verde, algunos manzanos, casta�os, jacarandas o prunus, pero dejando total libertad al bosque que lo rodea. Cuenta que se ha descargado la aplicaci�n Merlin para identificar los p�jaros de su �rbita y "al amanecer reconoce hasta 6 trinos distintos".

El porche de la casa de Guille Garc�a Hoz.
El porche de la casa de Guille Garc�a Hoz.Toni Mateu

Est� completamente enamorado de esta tierra aunque se lamente de que nadie saque partido a los abundantes higos chumbos que emergen por todos lados: "En Sicilia se venden por la calle". Con la frase de que "Lo cool de La Vera es que no hay tiendas cool", en la agenda de Guille despunta La Quesera de la Vera (Amanecer 13. Villanueva de la Vera), el pan de Tarik antes mencionado, el piment�n que muchos hacen en su casa: "Aqu� te sacudes en un minuto la tonter�a de Madrid, con anglicismos incluidos. Yo ya he tocado tierra con mi cer�mica, mis perros, la naturaleza... cosas que sabes de d�nde vienen y a d�nde van".

La cocina comedor en casa de Guille Garc�a-Hoz
La cocina comedor en casa de Guille Garc�a-HozToni Mateu

Ceramistas vocacionales

Aparte de restaurantes como El Molino de Madrigal, La Casa del Pozo (en Villanueva) o Al Norte (en Jarandilla), Guille quiere que conozcamos a un alfarero de otra �poca con obra muy contempor�nea. All� vamos.

Emma Mier y C�sar Rivas son el alma de Cer�mica Delacava.
Emma Mier y C�sar Rivas son el alma de Cer�mica Delacava.Toni Mateu

C�sar Rivas y Emma Mier se vinieron para ac� en el a�o 2000. Ten�an una alfarer�a en la Cava Alta (por eso se llaman Cer�mica Delacava), pero ella no quer�a que sus hijas crecieran en la ciudad y se vinieron a este rinc�n donde sentaron las bases de su taller, la tienda, su casa y lo que ellos llaman La casita que se puede alquilar. "Venirse a vivir al campo, sin saber nada de campo, no es muy recomendable". La vida no ha sido f�cil para ellos hasta hace 5 � 6 a�os, cuando decidieron separarse laboralmente: "Yo me dedico a la alfarer�a y Emma, aparte de esmaltar las piezas, se ocupa de las redes sociales, los hu�spedes y los talleres de fin de semana". "Ya no concibo otro lugar donde vivir -asegura Emma-. Me gusta el jard�n (es de ascendencia inglesa y se nota), la tierra. No tengo huerta porque no me da tiempo".

El taller de Cer�mica Delacava.
El taller de Cer�mica Delacava.Toni Mateu

Por amor a la cultura

Terminamos nuestro recorrido por Villanueva en otro espacio pintoresco: Ras de Terra; un antiguo secadero de tabaco que ahora M�nica S�nchez-Robles y Juan Urquiola han transformado en un reclamo cultural: funciona como residencia de artistas, organiza talleres (de cer�mica, plantas medicinales...) y el verano pasado sorprendieron a la comarca al representar la �pera El Elixir de amor, de Donizetti, en la plaza de Villanueva ante m�s de 1.000 personas sentadas. Todo un hito.

Ras de Terra.
Ras de Terra.Toni Mateu

Rumbo a Jarandilla, merece la pena detenerse en Valverde, un pueblo parado en el tiempo, famoso por su castillo y la procesi�n que la noche del Jueves Santo protagoniza el Via Crucis de los Empalaos: recorren el camino del calvario envueltos en una soga de esparto, con los brazos en cruz que cargan un m�stil de arado; el rostro se cubre con una gasa y una corona de espinas. Cada vez que se encuentran con otro empalao, se arrodillan.

Cristina Ferreira y Kike Miranda
Cristina Ferreira y Kike MirandaToni Mateu

Un rinc�n m�gico

La fundadora de Planisferio Comunicaci�n, Cristina Ferreira, y su marido, el fot�grafo Kike Miranda, descubrieron un secadero de tabaco en venta al lado de Jarandilla y... el flechazo fue instant�neo. Hoy es un peque�o para�so, atravesado por un r�o y escoltado por un robledal, donde la casa remeda la arquitectura de un antiguo secadero, con portones de acero corten y ventanales generosos que integran interior y exterior.

Sal�n de la casa de Cristina Ferreira y Kike Miranda.
Sal�n de la casa de Cristina Ferreira y Kike Miranda.Toni Mateu

No son de la Vera pero no hay acontecimiento en Jarandilla para el que no cuenten con ellos: "La gente de aqu� es acogedora, como su clima -cuenta Kike-, nos invitan a todo: bodas, Primeras Comuniones, despedidas de soltero...". Despu�s de 20 a�os viniendo, siguen enamorados de la comarca: "El verano es duro pero el resto del a�o disfrutamos de un clima privilegiado; es habitual comer al aire libre incluso en invierno". Ojo, sus almuerzos est�n muy cotizados.

El paisajista Eduardo Mencos y su para�so en La Vera

El paisajista Eduardo Mencos en el jard�n de su casa de La Vera.
El paisajista Eduardo Mencos en el jard�n de su casa de La Vera.Toni Mateu

Con la carne de gallina y el coche embarrado hasta el techo, nos internamos en el jard�n de olivos del paisajista Eduardo Mencos (tambi�n en Jarandilla). �Qu� gran belleza! Convirti� una casa de heno y dos antiguos secaderos en una vivienda integrada en el paisaje; ese paisaje que ha transformado con la �nica intenci�n de "que no se note que he pasado por aqu�", asegura.

Sal�n de la casa de Eduardo Mencos.
Sal�n de la casa de Eduardo Mencos.Toni Mateu

Pasear con este esteta es un recreo de sombras y olores a lavanda, romero, jazm�n... un lugar donde la bot�nica atl�ntica se codea con la mediterr�nea, donde las camelias y las calas conviven con los cipreses y las higueras; un lugar �nico, repleto de rincones de encuentro, con una p�rgola de glicinias que produce v�rtigo, una piscina que se inspira en las iglesias de la libela, un huerto de talante filos�fico, dise�ado al estilo de los jardines hispano-�rabes, concebidos como lugares de encuentro y de alimento.

El huerto en el jard�n de Eduardo Mencos.
El huerto en el jard�n de Eduardo Mencos.Toni Mateu

"Mi vivero es el bosque -asegura-. Levanto los �rboles con el tractor y los transporto al jard�n con sus ra�ces". El mundo de Eduardo respira lo que los franceses llaman la ferme orn�e: "Responde al concepto de granja embellecida -explica Mencos-, donde lo pr�ctico tiene que ser bello, de manera que un dep�sito de agua, por ejemplo, no insulte al paisaje".

La casa de Eduardo Mencos est� perfectamente integrada en el paisaje.
La casa de Eduardo Mencos est� perfectamente integrada en el paisaje.Toni Mateu

Terminamos el paseo en un asombroso bosque de madro�os, con troncos jaspeados de musgo que se retuercen en busca de la luz y se apoyan en sus hermanos para conseguirlo. Si sale un duende, ni me inmuto (creo). Esto es magia.

Un asombroso bosque de madro�os en el campo de Eduardo Mencos.
Un asombroso bosque de madro�os en el campo de Eduardo Mencos.Toni Mateu

Los nuevos granjeros

La Vera es un lugar generoso en paisajes prestados (t�cnica japonesa del Shakkei) que, m�s o menos, significa que tu jard�n se prolonga en el del vecino y lo disfrutas como si fuera tuyo. Los Confites lo sabe. Ha establecido una complicidad �nica con Eduardo Mencos: la linde entre ambos la firma una lancha (piedra) enorme. Y es aqu� donde termina el viaje. Mar�a Franco y Javier Arenzana, sus fundadores, la apellidan Organic Farm, pero es mucho m�s que eso.

Mar�a Franco y Javier Arenzana son el alma de Los Confites Organic Farm.
Mar�a Franco y Javier Arenzana son el alma de Los Confites Organic Farm.Toni Mateu

Es un lugar f�rtil en todos los sentidos: de un barrizal han hecho un inmenso huerto ecol�gico donde crecen frutales, vi�edos y olivos, 80 variedades de tomate y todo tipo de hortalizas que venden online. Hasta cuentan con un gallinero m�vil del que se ocupa una tal Anto�ita que anda a la b�squeda del s�per huevo.

Los Confites es uno de los corazones sociales de La Vera.
Los Confites es uno de los corazones sociales de La Vera.Toni Mateu

Aqu� tambi�n germinan amistades: los fines de semana abre sus puertas de su asombroso secadero de tabaco recuperado. Aqu� puedes leer, comer, jugar a las cartas, recitar poes�a o participar en cualquiera de sus talleres.

La biblioteca en el edificio principal de Los Confites, un antiguo secadero de tabaco recuperado.
La biblioteca en el edificio principal de Los Confites, un antiguo secadero de tabaco recuperado.Toni Mateu

Tambi�n contemplar un paisaje exagerado y, al final, comprender que el dicho de que en La Vera saludas con un apret�n de manos y te despides con un abrazo, es aqu� una verdad como un templo.

El sal�n del edificio principal de Los Confites
El sal�n del edificio principal de Los ConfitesToni Mateu

Sigue nuestra gu�a...

Para dormir:

Casa rural el agua: la sensaci�n de estar en tu propia casa es insuperable. (Calle el Agua, 51, 10480 Madrigal de la Vera)

Vaquer�a Cantaelgallo: En pleno campo, tres villas preciosas para alquilar. (Camino parque de los bolos, s/n, 92103 Jara�z de la Vera)

Casas del Naval: Tres casas preciosas, para integrarse en la vida rural. (R�o Lobo, 10470 Villanueva de la Vera)

Cer�mica Delacava: Un taller-tienda que merece la pena descubrir. (Camino de Las Planas. 10470 Villanueva de la Vera)

Tienda-taller de Gema Calder�n: aqu� te esperan piezas extraordinarias. (Camino de lomo, s/n. Madrigal de la Vera. Tel�fono: 637575905)

Para comer:

El Molino: restaurante con muchas delicias de la huerta. (C. Garganta de Alardos, 10480 Madrigal de la Vera. Tel�fono: 722 88 50 59)

La casa del Pozo: un restaurante imprescindible. (Calle Real, 69, 10470 Villanueva de la Vera)

Al Norte: cocina c�lida y especial. (Av. Soledad Vega Ortiz, 125, Jarandilla de la Vera)

La Putapari�: uno de los restaurantes emblem�ticos de Jarandilla. (Pizarro 8, 10450 Jarandilla de la Vera)

Los Confites: el coraz�n social de La Vera, donde se come, se charla, se juega a las cartas, se recita... (Ctra. de Navalmoral de la Mata a Jarandilla, km. 27/28. Paraje de Valcaliente. Tel�fono: 615 647 184)

Ras de Terra: espacio cultural, residencia de artistas... Organizan �hasta �peras! (Aldea Tudal, Villanueva de la Vera. rasdeterra.com)

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